Emilio Ruiz
Podemos es un partido político en construcción. Apenas tiene tres años de vida y es lógico que aún ande analizando cómo quiere ser de mayor. En su corta historia ha pasado de dar protagonismo de decisión a reducidos círculos asamblearios a convertirse en una organización fuertemente centralizada que ni siquiera concede a las organizaciones territoriales de las circunscripciones electorales la posibilidad de elegir a sus propios candidatos al Congreso de los Diputados. Esto lo sufrieron en carnes propias los miembros de Podemos Almería cuando vieron cómo les colocaban en las elecciones generales del 20-D al candidato David Bravo y cómo repitieron la jugada el 26-J al imponer al exJemad Julio Rodríguez “por orden expresa de Pablo Iglesias”. Los electores almerienses fueron permisivos con el primer movimiento. El segundo no se lo tragaron.
Teresa Rodríguez |
Suele darse por hecho que Podemos tiene 71 diputados en el Congreso. Pero no es así. Solamente tiene 46. Los otros 25 pertenecen a otras formaciones políticas y algunos de éstos ni siquiera integran el grupo parlamentario de Unidos Podemos. Tal es el caso de los cuatro diputados valencianos de Compromís, que forman parte del Grupo Mixto. De los 26 escaños que consiguieron las candidaturas de En Comú Podem (12), Compromís-Podemos-EUPV o 'A la Valenciana' (9) y En Marea (5), sólo ocho son miembros de Podemos. Las 18 restantes son de otros partidos o plataformas. Tampoco son de Podemos los cuatro diputados exclusivos de IU (tiene otros cuatro en marcas autonómicas) ni los tres de Equo.
"Podemos es un partido fuertemente centralizado en sus estructuras orgánicas y profundamente descentralizado en su composición parlamentaria"
Se puede decir que Podemos es un partido fuertemente centralizado en sus estructuras orgánicas y profundamente descentralizado en su composición parlamentaria. Ante semejante panorama resulta lógico que la secretaria general –ahora, coordinadora general- de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, también quiera gozar de su ‘cuota de poder territorial’, de tener su propia ‘marea’. Y así, ha aprobado que la división andaluza de Podemos disponga de proyecto político propio, de propia tesorería, de capacidad para configurar listas y hasta de un NIF diferenciado. La propuesta de la gaditana no ha sido rechazada por Pablo Iglesias (al menos de cara a la galería), si bien su jefa de gabinete, Irene Montero, ha afirmado que ese tema habrá que debatirlo “en la próxima Asamblea Ciudadana, igual que otras propuestas que se presenten y decidirán los inscritos”.
"Teresa Rodríguez ha culminado otro proceso en sentido inverso, o sea centralizador, en este caso de las organizaciones provinciales respecto a la organización andaluza"
Lo curioso de este movimiento descentralizador de Podemos Andalucía respecto al Podemos estatal es que, simultáneamente, la autora del mismo, Teresa Rodríguez, ha culminado ya otro proceso en sentido inverso, o sea centralizador, en este caso de las organizaciones provinciales de Podemos respecto a la organización andaluza. La nueva Ejecutiva del partido en Andalucía, elegida el domingo en la reunión del Consejo Ciudadano Andaluz, compuesta por diez miembros, carece de representantes de Almería, Córdoba, Granada, Huelva y Jaén. La provincia de Sevilla cuenta con seis miembros mientras tres son de Cádiz y uno de Málaga. Es una composición "absolutamente centralista que favorecerá la concentración de recursos humanos y económicos en apenas dos provincias de las ocho que configuran la comunidad, impidiendo un crecimiento equitativo del partido en todos los territorios", según denuncia la corriente “Ahora Andalucía”.
En el caso de Podemos Almería, Teresa Rodríguez lo ha dejado reducido a la insignificancia por no apoyar sus dirigentes provinciales la candidatura oficialista. Se ha suprimido el área de Ciencia y Cultura que dirigía Lucia Ayala, portavoz de Cultura en el Parlamento de Andalucía y responsable estatal de Políticas Científicas. En Almería se teme incluso que Ayala sea despojada de esa portavocía.