La última palabra de Galasa la tiene Montoro

Emilio Ruiz

Que los cuatro grupos políticos con representación en la Diputación hayan suscrito el documento con las medidas que hay que aplicar en Galasa para evitar su disolución no significa que ya se pueden echar las campanas al vuelo. La situación financiera de Galasa es muy delicada y –perdonen que ponga un punto de escepticismo en un momento casi de euforia- las medidas aprobadas en el documento de consenso no garantizan al cien por cien el equilibrio financiero que demanda Montoro.

"¿El acuerdo del pleno de ayer satisface los requerimientos del Gobierno? Eso lo valorará Montoro"

Lo aprobado en el pleno de ayer en Diputación solo es un primer paso

Recordemos que el ministerio de Hacienda lo que dice es que la ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local contempla la disolución de las entidades públicas deficitarias si el día 1 de diciembre de 2016 no han corregido su situación. ¿El acuerdo del pleno de ayer satisface los requerimientos del Gobierno? Eso lo valorará Montoro, y muchos ratos de sueño tendrán que quitarse de encima los técnicos de Diputación y de Galasa para enviar a Madrid un cuadre contable fiable y convincente, y sobre todo, real, que supere las exigencias ministeriales.

Cuando un niño se está ahogando en una piscina lo primero que hay que hacer es sacarlo del agua. Después podemos dirimir sobre si la piscina se ha construido con la profundidad adecuada, si el niño recibía la atención pertinente, si los medios de socorro eran los correctos, si la protección lateral era insuficiente... Era esto lo que ocurría con Galasa. Mientras la empresa agonizaba los políticos debatían sobre los responsables de la situación, algo increíble, pues responsables eran todos. O no era ninguno, igual da.

"El funcionamiento de Galasa está afectado por intereses políticos, pero no olvidemos que también está afectado por intereses localistas"

El acuerdo aprobado ayer por el pleno de la Diputación tiene muchos aspectos que se mueven en el campo de la inconcreción. Esos aspectos habrá que definirlos en los próximos días, y no creo que la batalla política se prolongue por esa circunstancia. El funcionamiento de Galasa está afectado por intereses políticos, pero no olvidemos que también está afectado por intereses localistas. Hubiera sido deseable que la claridad expresada en la actualización de las tarifas de los municipios del Levante se hubiera expresado de igual forma para los municipios del Almanzora.

El compromiso adquirido por los cuatro grupos políticos al apoyar la moción nos puede aportar tranquilidad. Ayer se dio un paso importante para dotar a Galasa de la solvencia que necesita, pero la tarea que queda por delante es ardua y, para algunos pueblos, dolorosa. Merece la pena encarar el tema con honestidad. Y, sobre todo, con realismo. La demagogia, a estas alturas, ya sobra.

El pleno de Diputación

Luz verde al acuerdo por Galasa con disputa
por la paternidad del pacto

Eva de la Torre
Periodista

El acuerdo alcanzado este miércoles por todos los partidos representados en la Diputación ha permitido que lo que podría haber sido un Galasa, punto final, haya sido, afortunadamente, un Galasa, punto y seguido. Tal y como estaba previsto, el documento con las medidas para la mejora de la gestión de la empresa pública y con la subida de las tarifas del agua en un 18%, que fue refrendado por los portavoces del PP, PSOE, IU y C’s, ha recibido, durante el Pleno celebrado ayer, el apoyo unánime de todos los diputados provinciales.

Sin embargo, ni el Partido Popular ni el Partido Socialista han podido evitar caer en la tentación de apuntarse el tanto y reclamar para sí la paternidad del acuerdo. Con la boca pequeña al principio, y con un tono algo más agrio al final, ambos portavoces han querido dejar claro quién se ha llevado el gato al agua después de tantos meses de tira y afloja.

Así, el portavoz socialista, Juan Antonio Lorenzo, ha afirmado que “este acuerdo recoge las propuestas que el PSOE lleva haciendo desde hace mucho tiempo. Hoy es el día uno de la nueva Galasa y esperemos que no tengamos que llegar más a esta situación”. Por su parte, Javier Aureliano García, portavoz del equipo de Gobierno, ha contestado a Lorenzo que “el acuerdo es fruto del consenso, no sólo son las propuestas del PSOE”. Además, ha insistido en que el Partido Popular sigue “con el mismo discurso desde hace ocho meses” y ha lamentado que el acuerdo llegue tan tarde. “Si esto mismo se hubiese hecho hace ocho meses, habríamos evitado el espectáculo que hemos dado a la sociedad”.

Eso sí, el vicepresidente ha hecho muestra de elegancia política al agradecer a los portavoces “la altura de miras” que han demostrado y que ha permitido alcanzar este pacto que garantiza el futuro de la empresa Galasa. El acuerdo recoge las medidas que deberán ponerse en marcha y que, junto a la subida de las tarifas del agua, tienen que permitir el ahorro de, al menos, 750.000 euros que es el déficit del que parte la empresa para el próximo ejercicio.

Al finalizar el Pleno, sindicalistas presentes en la sesión han manifestado su satisfacción por el fin de la incertidumbre en la que los trabajadores han vivido los último meses. El representante de CC OO, Juan López, ha hecho hincapié en la necesidad de reducir e incluso eliminar, “las subcontratas y que esos trabajos los hagan los propios trabajadores de Galasa”.

El de Madrid, el verdadero acuerdo

Gabriel Amat apenas intervino en el Pleno e incluso en un momento en el que se volvía a discutir sobre las tarifas, parece que decidió morderse la lengua y dijo: “Me voy a callar, me voy a callar”. Es posible que lo que Amat decidió callarse sea que “el verdadero acuerdo es el que se ha alcanzado en Madrid”, palabras con las que se refería a las gestiones que él personalmente ha hecho para que se dé luz verde a un presupuesto que nace con déficit. “Ha sido mi compromiso y eso vale como mi palabra”.