Antonio Fernández
Periodista
Los productores almerienses están viviendo unas navidades felices al lograr unas cotizaciones elevadas en la mayor parte de las hortalizas que están saliendo a los mercados. El único pero a esa alegría de precios es que el volumen de producto ha descendido, en gran medida a causa de la adversa climatología. El Observatorio de Precios y Mercados de la Consejería de Agricultura indica que las lluvias y el frío han afectado a buena parte de las zonas de invernaderos, con especial incidencia en el área del levante almeriense donde se produjeron daños no sólo en los cultivos bajo plástico sino también en caminos rurales y estructuras de invernaderos, especialmente las de mayor antigüedad.
Tomate raf de Casi |
En la semana 51, vísperas de la Navidad, la gran distribución europea continuaba realizando el aprovisionamiento de género previo para estas fechas, lo que mantuvo los precios en niveles muy favorables para el agricultor. Por productos destaca el valor creciente en las últimas semanas del año del tomate raf o ‘asurcado’, si bien en el conjunto de las variedades de tomate se observa un descenso de alrededor de 10 céntimos.
El raf es, de hecho, el único de los tipos analizados que ha ido mejorando cotizaciones a lo largo de estas fechas. Para el Observatorio el factor clave en este caso es la buena imagen, asociada por el consumidor a un producto de alta calidad, lo que provoca una fuerte demanda durante las fiestas navideñas. A ello se suma el hecho de que el raf alcanza su punto máximo de dulzor y calidad a finales de cada año, y lo mantiene hasta marzo, por lo que se incrementa la demanda por parte de los mercados.
El otro producto ‘premiado’ por los mercados ha sido el calabacín, que está viviendo una campaña de precios de auténtico récord. Nuevos ascensos lo han llevado a precios por encima de los dos euros en las últimas semanas, algo impensable cuando en septiembre se estaban pagando a 12 céntimos por kilo, y precios en todo caso muy superiores a los registrados en la campaña anterior.
Como en otros productos hortícolas el problema a estas alturas de la campaña y con la llegada del frío es la escasez que, en muchos casos, impide cubrir al cien por cien la demanda. Según los analistas del Observatorio esa escasez de producto para cumplir los compromisos comerciales lleva a las comercializadoras a buscar calabacín en las subastas y a pagar por él precios excesivamente altos, similares a los que paga el consumidor.