Emilio Ruiz
Gráficos: Paqui García
El periodista Antonio Fernández iniciaba uno de sus reportajes de la semana pasada en La Voz de Almería de esta forma: “Los vecinos de Alcudia de Monteagud echan de menos las risas, los gritos, los juegos infantiles, las ruidosas pandillas que recorrían hace unos años las calles del pueblo. Están tristes porque definitivamente se han quedado sin niños, sin alegría. Ha sido un proceso lento pero inexorable; el año pasado aún quedaban media docena de ellos, aunque desde hace ya varios años la antigua escuela permanece cerrada a cal y canto por falta de alumnos a los que proporcionar enseñanzas”. La crónica reflejaba una situación que no por inquietante es excepcional. Alcudia de Monteagud es un pueblo precioso, pero que lentamente se muere. Y, como Alcudia, muchos pueblos de España y de Andalucía y también muchos pueblos de Almería.
Dos bolsas de despoblación |
La provincia de Almería estrenó el siglo XX con 366.170 habitantes. Medio siglo después, en 1950, lejos de incrementar población, los habitantes eran 361.769. Ha sido a partir de 1960 cuando el crecimiento de población almeriense se ha hecho continuado. A partir de 2001 este crecimiento se hizo especialmente acentuado. Entonces los habitantes eran 536.731. Quince años después el número de habitantes de Almería ha pasado a ser de 704.297, un 31 % y 167.566 habitantes más.
Sin embargo, este crecimiento continuado de población almeriense en las últimas cinco décadas no ha tenido una distribución armónica por toda la provincia. Mientras hay municipios que han duplicado o triplicado su población (El Ejido, Garrucha, Huércal de Almería, Mojácar, Níjar, Pulpí, Roquetas de Mar, Vera, Vícar…) hay otros que la han reducido a casi la mitad (Alboloduy, Beires, Benitagla, Benizalón Canjáyar, Castro de Filabres, Cóbdar, Lubrín, Olula de Castro, Rágol, Senés, Serón, Sierro, Tahal, Velefique…). Pareciera que el mapa de la provincia de Almería ha sido atravesado por una enorme brecha que lo trocea en dos partes casi iguales: la mitad incrementa población y la otra mitad la disminuye.
La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha dado la voz de alarma: la mitad de los municipios españoles se encuentran en riesgo de extinción. En estos momentos subsisten con menos de mil habitantes 4.995 municipios de los 8.125 que hay en España. Son pequeños pueblos que padecen un continuo envejecimiento de su censo demográfico y un mínimo o nulo relevo generacional, con escasas o nulas cifras de natalidad.
La fotografía de la preocupante situación nacional se reproduce en la correspondiente escala en la provincia de Almería. De los 103 municipios almerienses, la mitad, 51, se encuentran en esa situación. Son municipios que, según la FEMP, se encuentran en riesgo de extinción.
Todos estos datos se aportan en el informe “Población y despoblación en España 2016” , que ha sido presentado a la Comisión de Despoblación de la FEMP por su presidente, Juan Antonio Sánchez Quero. El estudio ha sido realizado a partir del análisis del último padrón de habitantes publicado por el INE. En el informe se destaca que en España son 2.652 las localidades que subsisten con censos de menos de 500 habitantes. De ellas, 1.286 ni siquiera pasan de los cien vecinos.
Sánchez Quero estima que a la luz de este informe “es necesaria la aplicación de urgentes políticas de Estado”. Considera imprescindible la adopción inmediata de medidas concretas para sostener e incrementar la población de los pequeños y medianos municipios “no solo por una cuestión de interés social sino también económico”.
El presidente de la Comisión de Despoblación de la FEMP ha apelado a la necesidad de realizar un plan nacional contra la despoblación entre Estado, autonomías y FEMP, que se elabore y desarrolle con la voz protagonista de las Diputaciones y de los Ayuntamientos, “que conocen de primera mano la crisis demográfica y son, en su día a día, la ‘punta de lanza’ en la lucha contra la despoblación rural”.
36 pueblos de Almería no llegan a 500 habitantes
El problema de los 51 pueblos de Almería que están en riesgo de extinción según la FEMP no es que tienen pocos habitantes, es que su población se ve diezmada año tras año hasta llegar a situaciones como la contada por Antonio Fernández sobre el municipio de Alcudia de Monteagud, en el que no quedan niños. Un pueblo sin niños es un pueblo sin futuro, un pueblo condenado a la desaparición.
Son 36 los pueblos de Almería que ni siquiera llegan a los 500 habitantes. Uno, Benitagla, no llega la centena. Solo tiene 69 vecinos. Menos de 200 tienen Alcudia de Monteagud, Almócita, Alsodux, Beires, Castro de Filabres, Cóbdar, Laroya y Olula de Castro. Y entre 200 y 500 habitantes están los municipios de Alicún, Armuña de Almanzora, Bacares, Bayárcal, Bayarque, Benizalón, Bentarique, Chercos, Enix, Íllar, Instinción, Líjar, Nacimiento, Padules, Paterna del Río, Rágol, Santa Cruz de Marchena, Santa Fe de Mondújar, Senés, Sierro, Somontín, Suflí, Tahal, Terque, Turrillas, Urrácal y Velefique.
Completan el grupo de 51 pueblos almerienses en peligro de extinción todos los que tienen una población inferior a 1.000 habitantes, que son Albanchez, Alboloduy, Alcoela, Alcóntar, Alhabia, Bédar, Felix, Huécija, Las Tres Villas, Lucainena de las Torres, Lúcar, Ohanes, Partaloa, Taberno y Uleila del Campo.
El día que los pequeños fueron grandes
Cuatro pueblos de Almería tienen menos de 150 habitantes: Benitagla (69), “un lugar tranquilo en una comarca tranquila de la Almería tranquila”, según reza su página web, es el pueblo más pequeño de Almería. Le siguen Beires (114), Alsodux (134) y Castro de Filabres (139). Pero estos pequeños pueblos no siempre fueron tan pequeños; un día, incluso, llegaron a ser ‘grandes’. En el año 1930, por ejemplo, Benitagla tenía nada menos que 381 habitantes. Beires tenía 694 vecinos. Alsodux tenía 570 empadronados. Y Castro de Filabres, 431. Lucainena de las Torres ha pasado en estos años de ser un ‘poblachón’ de 3.080 habitantes a ser un ‘pueblecito’ de 569 habitantes. Eran los tiempos en los que, entonces sí, las escuelas y plazas estaban llenas de chiquillos. Hoy, donde había escuelas se han construido pistas polideportivas… que también siguen vacías.
El compromiso de empadronarse en el pueblo
Muchos alcaldes de pueblos pequeños recurren a una práctica poco ortodoxa para mantener el número de habitantes: pedir a nativos del municipio residentes en otras localidades que se mantengan empadronados en sus pueblos de origen. Según la normativa del padrón de habitantes están obligados a empadronarse en un municipio quienes residen en el mismo durante más de 183 días al año. No ampara la ley a quienes tienen la casa en el pueblo y van de visita los fines de semana. No obstante, los alcaldes de los pueblos ‘receptores’ de estos vecinos suelen ser tolerantes con los colegas de los municipios pequeños, con los que se solidarizan en el esfuerzo por mantener un padrón medianamente presentable.
Los ocho municipios menos poblados de España no llegan a 10 habitantes
Benitagla, el municipio menos poblado de la provincia de Almería, tiene 69 habitantes. Son pocos, pero Benitagla casi es un poblachón si se le compara con el número de personas que tienen otros pueblos españoles. Los pueblos con menos habitantes de España, según el último censo, son Jaramillo Quemado (Burgos) y Villarroya (La Rioja), que tienen cinco habitantes cada uno. El primero llegó a tener 365 vecinos en 1900, y el segundo, 404. Villarroya fue el primer municipio de España en cerrar el colegio electoral en las pasadas elecciones municipales tras votar todos los electores. Fue dos minutos después de la apertura. Su alcalde, Salvador Pérez Abad (PP), se mantiene en el cargo desde las elecciones de 1979. Cada cuatro año hay que convencerle para que presente su candidatura.
Illán de Vacas (Toledo) tiene seis habitantes. Valdemadera (La Rioja) tiene uno más, siete. Con ocho habitantes hay tres municipios en España: Castilnuevo (Guadalajara), Villanueva de Gormaz (Soria) y Estepa de San Juan (Soria). Uno más, nueve, tiene Valtablado del Río (Guadalajara).