➨ Emilio Ruiz
➨ Los problemas económicos de Bantierra, la Caja Rural de Aragón –resultado de la fusión de Cajalón y Multicaja-, estipulados en la necesidad perentoria de capitalización por importe de 387 millones de euros, llevan camino de solucionarse. La solución le llega a través de una doble vía. Por un lado, las cajas rurales integrantes del Grupo Caja Rural van a constituir una especie de “banco malo”, similar al SAREB, que en el fondo viene a ser como una inmobiliaria. La participación de cada una de las cajas rurales en el accionariado de la nueva sociedad sería proporcional a su volumen de activos. Caja Rural de Navarra será el principal accionista. Este “banco malo” adquirirá a Bantierra activos inmobiliarios por importe de 337 millones de euros.
Cajamar acude al rescate de Bentierra con 35 millones |
La otra vía de capitalización le llega a Bantierra de Laboral Kutxa y Cajamar, que han formalizado su compromiso de comprarle a la cooperativa de crédito aragonesa activos improductivos por importe de 15 y 35 millones de euros, respectivamente. Ninguna de estas dos entidades va tomar participación alguna en la sociedad inmobiliaria creada por las cajas integrantes del Grupo Caja Rural. Cajamar participó en su día, a través del Banco de Crédito Cooperativo (BCC), en la constitución del SAREB, el “banco malo” del FROB, con un porcentaje del 1,21 por ciento.
"La participación de Cajamar en el rescate de Bantierra ha producido cierta sorpresa en el sector financiero"
La participación de Cajamar en el rescate de Bantierra ha producido cierta sorpresa en el sector financiero. Como se sabe, la banca cooperativa de crédito se encuentra polarizada en torno a dos grupos: el Grupo Caja Rural, al que pertenece Bantierra, y el Grupo Cooperativo Cajamar. Las diferencias entre un grupo y otro son sustanciales. Mientras las cajas que forman el primero actúan de manera independiente y no mutualizan resultados, el grupo Cajamar está constituido como un S. I. P. (Sistema Institucional de Protección). Han sido frecuentes los momentos de discrepancia entre ambos grupos, hasta al punto de que Cajamar llegó a constituir su propia asociación patronal a la vista de que la Asociación Española de Cajas Rurales no le reconocía el peso que consideraba que le correspondía dentro de los órganos de decisión.
"La participación de Cajamar en el plan de rescate de Bantierra se efectúa tras una petición formal de ésta, así como del Banco de España, que también ha pedido la colaboración al resto de la banca española, sin que ninguno de bancos y cajas de ahorros haya mostrado disposición alguna para atender la demanda del regulador bancario"
"La participación de Cajamar en el plan de rescate de Bantierra se efectúa tras una petición formal de ésta, así como del Banco de España, que también ha pedido la colaboración al resto de la banca española, sin que ninguno de bancos y cajas de ahorros haya mostrado disposición alguna para atender la demanda del regulador bancario"
Según informan fuentes de Cajamar, la participación en el plan de rescate de Bantierra se efectúa tras una petición formal de ésta, así como del Banco de España, que también ha pedido la colaboración al resto de la banca española, sin que ninguno de bancos y cajas de ahorros haya mostrado disposición alguna para atender la demanda del regulador bancario. “Nuestro apoyo a Bantierra –informan en Cajamar a este medio- se realiza como un simple ejercicio de responsabilidad, ya que la caída de una cooperativa de crédito afectaría a la reputación de las demás”. Cajamar y Bantierra no han determinado aún los activos tóxicos concretos de la caja aragonesa que pasarán al balance de la almeriense. El importe de la “ayuda” sí está cerrado: son 35 millones de euros. Según informa Diario Abierto, “un ejecutivo de una caja rural explica gráficamente lo que está pasando con Bantierra: “El Grupo Caja Rural cierra filas con uno de sus miembros, porque no puede permitir que desemboque en una intervención por parte del Banco de España, ni mucho menos que la situación sea aprovechada por Cajamar para integrar en su grupo a una de nuestras entidades, como ya ha sucedido en otros casos similares”.
Eduardo Baamonde: “Para que el cooperativismo de crédito crezca en España es necesario que se lleven a cabo integraciones y se gane tamaño, como está sucediendo en otros países europeos, ya que es un sector que está muy atomizado”
Eduardo Baamonde: “Para que el cooperativismo de crédito crezca en España es necesario que se lleven a cabo integraciones y se gane tamaño, como está sucediendo en otros países europeos, ya que es un sector que está muy atomizado”
En los últimos años el Grupo Caja Rural ha inyectado alrededor de 245 millones de euros en Bantierra a cambio de la cesión de derechos de cobro en comisiones de seguros, planes de pensiones o tarjetas. En la presentación en Madrid del libro “El futuro del sector bancario español tras la reestructuración”, coordinado por el catedrático Joaquín Maudos, el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, ha insistido en la necesidad de realizar fusiones entre cajas rurales. “Para que el cooperativismo de crédito crezca en España es necesario que se lleven a cabo integraciones y se gane tamaño, como está sucediendo en otros países europeos, ya que es un sector que está muy atomizado”, ha explicado. Si las cooperativas de crédito españolas se unieran en una sola, la entidad resultante tendría 11 millones de clientes, activos por 140.000 millones y una cuota de mercado del 6,7% en depósitos y del 6,1% en créditos. Contaría con 20.000 empleados y alrededor de 4.000 sucursales tras un plan de ajuste de oficinas.
"La agencia de calificación Fitch Ratings ha decidido mejorar a ‘positiva’ la perspectiva de la nota del Grupo Cooperativo Cajamar"
"La agencia de calificación Fitch Ratings ha decidido mejorar a ‘positiva’ la perspectiva de la nota del Grupo Cooperativo Cajamar"
Coincidiendo con el anuncio de Cajamar de acudir al rescate de Bantierra, la agencia de calificación Fitch Ratings ha decidido mejorar a ‘positiva’ la perspectiva de la nota del Grupo Cooperativo Cajamar. Respecto a la otra entidad andaluza, Unicaja, ha confirmado la calificación que ya tenía ('BBB-' con perspectiva estable).