Emilio Ruiz
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En unos momentos en los que el sector financiero empieza a despertar del letargo vivido en los últimos años, el Grupo Cooperativo Cajamar los quiere aprovechar para dotar de músculo financiero a su banco, el BCC (Banco de Crédito Social Cooperativo), que controla con un porcentaje superior al 85 por ciento y que actúa como cabecera de sus cajas rurales. Tras dar entrada en su accionariado, a finales de 2016, al grupo J. Carrión, que tomó una participación del 2,9 por ciento a través de su sociedad Gespater, ahora se incorporan al banco dos nuevas empresas almerienses.
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| Instalaciones de Cosentino en Cantoria |
La nueva ampliación de capital por importe de 5.050.000 euros fue aprobada por la junta general de accionistas el pasado mes de marzo. Se incorporan al capital social del BCC la empresa más importante de Almería, el Grupo Cosentino, que lo hace con 3.050.000 euros a través de su empresa patrimonial Surister del Arroyo. Los otros 2.000.000 han sido suscritos por la empresa de Pulpí Publindal, líder provincial en la importación y comercialización de reclamos publicitarios. Con estas dos nuevas suscripciones de acciones el Banco de Cajamar tiene un capital social de 1.054.028.391 euros.
Ningún representante de los tres nuevos accionistas tendrá asiento en el consejo de administración del BCC. Francisco Martínez-Cosentino Justo sí es miembro del Consejo Rector de Cajamar Caja Rural. La última incorporación al consejo de administración del Banco de Crédito Social se produjo en noviembre del año pasado: el almeriense Antonio Cantón Góngora.