La Universidad de Almería pierde 1.500 alumnos en 10 años

Antonio Fernández
Periodista

La crisis económica que se inició en el año 2007 llegó también para la Universidad de Almería, que ha visto cómo en esa última década el número de alumnos ha descendido en más de 1.500 jóvenes, tanto almerienses como de otras zonas. Un informe elaborado en base a los datos de la Junta de Andalucía sobre las universidades de la comunidad indica que la evolución de las matriculaciones ha experimentado variaciones notables en las últimas décadas, desde los 60.067 que había en 1996 a los poco más de 220.000 de 2016.

La UAL tiene en torno a 11.000 alumnos

En ese mismo periodo la Universidad de Almería ha perdido en torno al 11 por ciento de sus estudiantes partiendo de los 13.133 que albergaba en sus aulas en el curso 96/97. No es la universidad andaluza con mayor descenso, puesto que ocupa la de Granada con un 18,3 por ciento menos de alumnos en ese periodo, aunque en su caso es achacable a la pérdida de alumnos en favor de universidades nuevas como las de Almería y Jaén.

El periodo de mayor pérdida de universitarios coincide con los primeros años de la crisis económica, alcanzando los niveles más bajos entre 2006 y 2009. Posteriormente se produjo un repunte hasta los 13.000 del curso 2012/2013, para luego volver a bajar a poco más de 11.000 en los años siguientes. Una de las razones es el incremento de los precios de los créditos universitarios que si bien fueron de un 9 por ciento en los de primera matriculación, aumentó entre un 96 y un 336 por ciento en segunda, tercera y cuarta.

"El mayor problema que han encontrado los jóvenes es el encarecimiento de los costes de mantenimiento, desde el alojamiento a la comida o los materiales para la docencia, en torno a un 25 por ciento en la última década"

Pero probablemente el mayor problema que han encontrado los jóvenes es el encarecimiento de los costes de mantenimiento, desde el alojamiento a la comida o los materiales para la docencia, en torno a un 25 por ciento en la última década, un incremento que ha venido aparejado con las dificultades financieras de las familias que, desde el inicio de la crisis, han perdido entre un 12 y un 30 por ciento de sus ingresos. Para muchas, especialmente las de los municipios más alejados, ese coste se ha hecho insoportable.

"El descenso del 11 por ciento de alumnos de la UAL es inferior al de Andalucía, que de media ha perdido el 14 por ciento"

El descenso del 11 por ciento en el número de alumnos matriculados experimentado por la Universidad de Almería no está, sin embargo, entre los mayores de Andalucía, una región que, de media, ha perdido el 14 por ciento de sus alumnos a causa de la crisis económica. Los datos no impiden que Andalucía sea, a pesar de todo, la segunda región de España en número de universitarios con 224.335 alumnos matriculados, sólo superada por Madrid con 230.957 estudiantes.

La Universidad de Almería sale muy bien parada en la clasificación U-Multirank que elabora la Unión Europea para establecer baremos de valoración del conjunto de las instituciones universitarias europeas y mundiales. Por primera vez Almería se encarama a los primeros puestos de esa clasificación al situarse en quinto lugar entre las españolas, sólo precedida por la Universidad de Navarra, la Pompeu Fabra, la Miguel Hernández y la Universitat de Lleida, y por encima de algunas tan tradicionales como la Universidad de Santiago de Compostela, la Complutense de Madrid, la Carlos III de Madrid o la Universidad Complutense de Barcelona.

Esa buena calificación en al ranking nacional se ve reflejada también a nivel internacional ya que España, con sus setenta universidades clasificadas, es la tercera potencia universitaria tras el Reino Unido y Alemania. La clasificación, que está elaborada por un consorcio independientes dirigido por el Centro de Estudios Superiores de Educación de Alemania, el Centro de Estudios de Políticas de Educación Superior de Twente (Inglaterra) y el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos de Leiden (Holanda), está destinado a comparar el rendimiento universitario a través de una amplia gama de calificaciones que valoran diferentes aspectos de los centros.

La Universidad de Almería sube puestos en esta clasificación en los últimos años -lo hace desde 2013- en base a los datos aportados por las administraciones, los que proceden de la propia Ual, los de la comunidad científica y los que aportan los propios alumnos a través de encuestas. Ese quinto puesto nacional, que la sitúa además entre las veinte con mejor valoración, se debe a la calidad de la formación, pero sobre todo a la intensa actividad desarrollada en apoyo de los sectores productivos de la provincia con trabajos de investigación y de transferencia del conocimiento.

La presencia de más de un centenar de grupos de investigación, con una especial dedicación al sector agroalimentario o la biotecnología, se convierte en uno de los factores clave de la alta valoración. También la colaboración con otros centros de investigación o la actividad que desarrolla la Finca Experimental que la Universidad de Almería gestiona en colaboración con la cooperativa agroalimentaria Anecoop.

El estudio de la Unión Europea, según el director del consorcio que lo elabora, el profesor Frans van Vught, señala que es difícil encontrar que una universidad es excelente en todos sus aspectos, por lo que esa excelencia se encuentra repartida en distintas facetas y centros. El ránking puntúa aspectos como la graduación en el tiempo previsto de grado, el porcentaje de citaciones en medios universitarios y científicos, las publicaciones de trabajos de investigación, los ingresos externos que genera su actividad investigadora, la movilidad de los estudiantes, las patentes premiadas o la colaboración con otros centros investigadores u otras universidades, tanto privadas como públicas.

Esta es la cuarta edición del U-Multirank y el informe recoge la valoración de cerca de 1.500 instituciones universitarias de todo el mundo, por lo que se considera el estudio más completo de información sobre universidades. Es utilizado como instrumento de consulta para elegir dónde estudiar, participar en proyectos o contratar graduados.