Emilio Ruiz
➥ De las tres patas que tiene el sector financiero español –los bancos, las cajas de ahorros y las cooperativas de crédito- eran estas últimas, las cajas rurales, que aglutinan al 6% del sistema, las únicas que estaban pendientes de reestructuración. El Gobierno en general y el ministro de Economía, Luis de Guindos, en particular se habían propuesto iniciar el proceso inmediatamente después de que culminara la conversión en bancos de las cajas ahorros, pero el final de legislatura aguó el propósito. Ha sido este viernes cuando el Consejo de Ministros ha aprobado la reforma de ley de estas sociedades financieras.
'Modelo Cajamar' |
Hace varios años, en 2009, que Cajamar, la antigua Caja Rural de Almería, se adelantó en el tiempo, instaurando el que se ha dado en llamar, por novedoso, el Modelo Cajamar, basado principalmente en el establecimiento de un Sistema Institucional de Protección (SIP) para las cajas rurales que quisieran engrosar su grupo cooperativo. En un paso posterior, Cajamar y las cajas rurales del Grupo Cooperativo Cajamar crearon un banco propio, el Banco de Crédito Cooperativo, que actúa como cabecera de una veintena de entidades. Todas estas cajas rurales, con la almeriense a la cabeza, mutualizan resultados y responsabilidades y, por su volumen, escapan de la supervisión del Banco de España, pasando a depender del regulador comunitario.
Lo que este viernes ha aprobado el Gobierno no es otra cosa que extender el experimentado Modelo Cajamar al resto de cajas rurales españolas
Lo que este viernes ha aprobado el Gobierno de Mariano Rajoy no es otra cosa que extender el ya muy experimentado Modelo Cajamar al resto de cajas rurales españolas. Excepto las entidades amparadas bajo el paraguas de Cajamar, todas las cajas rurales españolas son responsablemente autónomas. Esa situación produce un estado de debilidad que preocupa al Gobierno, que, tras el caso del Popular, ya no quiere más disgustos. Ahora, estas cajas rurales tienen cuatro opciones: inciar un proceso de integración, acudir al amparo del Grupo Cajamar, hacer del llamado Grupo Caja Rural un grupo de verdad de características similares al almeriense o bien realizar varias agrupaciones de cajas hasta conformar grupos de reconocida solvencia. El fin último es dotarse de un fondo de reserva que cubra eventuales problemas de capital.
La norma aprobada por el Gobierno el viernes reconoce a las cooperativas de crédito la posibilidad de constituir un Mecanismo Institucional de Protección (MIP) como mecanismo concebido para la mutua autoprotección y que puede ser de dos tipos, reforzado o normativo. El primero mutualiza al 100% los beneficios y riesgos y cuenta con una entidad cabecera que dirige las decisiones del grupo. El segundo ofrece la opción de no mutualizar al 100% los beneficios y riesgos, pero, en cambio, hay que constituir un fondo de garantía extraordinario.