Hijos del mar

Emilio Ruiz

David Bisbal no es un solo un buen cantante, un buen intérprete. Es un showman. Y el viernes lo volvió a demostrar una vez más en el recinto de conciertos del Ferial de Almería ante 9.000 personas entregadas a él y a su espectáculo. Los escenarios, por grandes que sean, siempre se le quedan pequeños, de igual modo que dispara los ‘shares’ y audiencias de los programas de televisión y radio a los que acude. En Almería, cuando está ante su público, ante su gente y ante su familia, se siente especialmente cómodo, pero es que esa sensación de cercanía sabe transmitirla de forma magistral esté donde esté el escenario al que sube. Cuando Bisbal dice, como dijo, que está enamorado de su tierra no lo hace por cumplimiento, sino que es una manifestación de sinceridad. Hace de su almeriensismo una práctica diaria. Ahora mismo David es el almeriense más universal que tenemos y es una suerte que haya aceptado la promoción turística de nuestra tierra. Nunca una inversión publicitaria nos salió a los almerienses más rentable.

David Bisbal

Dicho esto, que dicen los tertulianos, me ha disgustado la polémica que ha antecedido a la presentación de la gira Hijos del Mar. Porque creo que no se ha sido justo del todo con David. En su periplo de promoción de su nuevo espectáculo, nuestro paisano acudió al Canal 24 Horas, de TVE, y allí dio su opinión sobre la pesca de arrastre. "No me gusta –dijo- porque arrastran absolutamente todo y no son selectivos”. Con esta afirmación el cantante sabía que “a lo mejor me estoy metiendo en camisas de once varas”, pero no hablaba desde la ignorancia, como se nos ha hecho creer.

La reacción de la Organización de Productores Pesqueros de Almería ha sido desproporcionada. Creo que se la deberían haber evitado. Es cierto que la flota de arrastre es muy importante en la comunidad pesquera de Almería, pero nadie puede obviar que la pesca de arrastre es un sistema que está permanentemente en entredicho y cada vez son más las limitaciones que se le ponen y las protestas contra su práctica. Es una broma comparar la sostenibilidad de la pesca de arrastre con la práctica del deporte submarino, que tanto gusta a Bisbal. Como bien ha recordado Ecologistas en Acción, la pesca de arrastre es, junto a la pesca con redes de deriva, el arte de pesca más dañino para el medio marino por lo nada selectiva que es y lo lesiva para los ecosistemas bentónicos. Ecologistas en Acción ratifican las palabras de David (luego, de ignorante, nada): “La pesca de arrastre arrasa literalmente con todo lo que encuentra en su camino siendo tal el nivel de alteración que en algunas zonas se desconoce su estado original y actualmente son, por así decirlo, campos de cultivo en el fondo del mar”.

Ecologistas en Acción piropea al cantante (“Es grato ver valores ambientales en personajes públicos, referentes para la juventud, como los expresados por David Bisbal”), a la vez que denuncia que la pesca de arrastre se practica en zonas en las que está prohibida, como en el Monumento Natural del Arrecife-Barrera de Posidonia, en la costa de Roquetas de Mar. O sea, que David no se estaba metiendo en camisa de once varas. Que sabía de lo que hablaba.