Miguel Ángel Blanco Martín
Periodista
➨ La marcha de Juan Goytisolo (Barcelona 1931, Marrakech 2017, y sus profundos y sinceros tiempos almerienses) no es solo literaria. Es la de un ser humano, en primer lugar, personal y único. Y después, un intelectual, un escritor, con un compromiso hasta el final y una conciencia siempre vinculada al pensamiento crítico frente a la realidad en cualquier lugar. Y en Almería permanece su memoria, en el transcurrir por los campos de Níjar (Campos de Nijar, 1960), en su recorrido por La Chanca (La Chanca, editado en Francia, 1962, prohibido en España), la observación cercana de las gentes y los lugares que recorrió. Y siempre, el regreso, especialmente a La Chanca, el barrio con el que estuvo identificado y conectado hasta el final.
En Juan Goytisolo hay distintos tiempos de búsquedas, que se forjan especialmente por su escapada hacia el Sur. Y por eso se acercó a Almería con interrogantes, en busca de la periferia escondida e ignorada. Y aquí encontró parte de su identidad. El escritor buscó y encontró respuestas y sugerencias en las gentes anónimas del barrio y de los pueblos. Y se integró en todas sus ideas, al sentir muy cercano, en su interior, el paisaje marginado de la aridez, por lo general casi siempre despreciado y que él defendió en todos sus extremos. Especialmente por el sentido del silencio que acompaña los horizontes almerienses, un territorio al que invitó a José Ángel Valente.
En Almería permanecen sus palabras, sus recorridos a pie por las calles y lugares del barrio, sus conversaciones con los vecinos, con los maestros de la escuela, con algunos periodistas, abierto a las fiestas de barrio, a los encuentros por el entorno y también consciente de sus silencios
En Almería permanecen sus palabras, sus recorridos a pie por las calles y lugares del barrio, sus conversaciones con los vecinos, con los maestros de la escuela, con algunos periodistas, abierto a las fiestas de barrio, a los encuentros por el entorno y también consciente de sus silencios. Aquí planteó el eje de los debates críticos en torno al sentido de la literatura, de la novela, de su propia obra. Con el Instituto de Estudios Almerienses hubo momentos de encuentros culturales, desde la inquietud compartida, lo que explica la donación que hizo de manuscritos y correspondencia de su archivo personal y que ahora adquiere una mayor notoriedad en torno a la memoria del autor desaparecido.
El mejor homenaje a Juan Goytisolo es fortalecer su permanencia en Almería, en torno a La Chanca, a los Campos de Níjar y con el reconocimiento cotidiano a través de la lectura de sus libros
El mejor homenaje a Juan Goytisolo es fortalecer su permanencia en Almería, en torno a La Chanca, a los Campos de Níjar y con el reconocimiento cotidiano a través de la lectura de sus libros
Desde cierto mundo oficial no faltarán sugerencias de homenajes. Y el mejor homenaje a Juan Goytisolo es fortalecer su permanencia en Almería, en torno a La Chanca, a los Campos de Níjar y con el reconocimiento cotidiano a través de la lectura de sus libros. Está la importancia de su obra de investigación cultural, sus ensayos. Y sus novelas, por lo que aportó a la aventura del lenguaje de la ficción y la realidad. Por ejemplo: Duelo en el paraíso (1955), Señas de identidad (1966), Reivindicación del conde Don Julián (1970), Paisajes después de la batalla (1982), Las virtudes del pájaro solitario (1988), entre otras. Y ahí está curiosamente su primera novela, que permanece todavía inédita, El mundo de los espejos (1952).
No fue casual que, con motivo de la entrega del Premio Cervantes (2014), acompañaran a Goytisolo las canciones de Sensi Falán y el sentimiento popular de La Chanca
No fue casual que, con motivo de la entrega del Premio Cervantes (2014), acompañaran a Goytisolo las canciones de Sensi Falán y el sentimiento popular de La Chanca. Y ahora, ese espíritu del pensamiento crítico popular recibe la misión de garantizar la presencia de Juan Goytisolo que nunca se fue, aunque no han faltado quienes hicieron y hacen todo lo posible para que se olvide la memoria de Juan Goytisolo. Pero eso nunca lo conseguirán.