José Antonio García Crespo
Hijo de Paco “El Rojo”
Lamentablemente, a mi familia y a mí nos ha tocado vivir en los últimos meses una triste y dolorosa experiencia: la enfermedad de mi padre y su fallecimiento como resultado de la misma. Tras ser ingresado en el Hospital “La Inmaculada” de Huércal-Overa (Almería) en tres ocasiones, cada día que pasaba veíamos a mi padre más triste y desilusionado, perdiendo por momentos la confianza de poder sanar. Esta situación nos rompía el alma, pero apareciste tú, que lo conquistaste desde el primer instante. Tu trato cordial, tus palabras de ánimo, tu humanidad y tu cariño le generaron ilusión y esperanza en sus últimos días.
Hospital de Huércal-Overa |
Siempre esperaba tu visita, que para él era más eficaz que cualquier medicación que se le pudiera administrar. Sin ser su médica, él te esperaba todos los días y tú nunca le fallabas. A veces se impacientaba: “No ha venido Marta”, decía mi padre. "Papá, tiene otros pacientes, seguro que cuando le sea posible vendrá”. Recuerdo lo último que te dijo, cogido de tu mano: “Cuando esté en este hospital, quiero que seas tú mi doctora”.
Creo que en la universidad no hay ninguna asignatura que enseñe este trato con un paciente, pero no estaría de más que muchos profesionales sanitarios tomaran ejemplo de esta forma de hacer su trabajo
Creo que en la universidad no hay ninguna asignatura que enseñe este trato con un paciente, pero no estaría de más que muchos profesionales sanitarios tomaran ejemplo de esta forma de hacer su trabajo. Por tu juventud e implicación en tu trabajo te auguramos un futuro profesional brillante. Tu amigo Francisco siempre estará contigo y seguro que desde donde esté te ayudará en todo lo que te propongas.
Gracias de nuevo, doctora Marta Fernández, por haber aliviado un poco el dolor de ver a nuestro padre enfermo sin poder hacer nada más por él. Que Dios te bendiga.
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