Turismofobia

Lenox Napier

Un británico de Mojácar

Vaya el dinero que gasta España en promover el turismo. Hay un ministerio dedicado, con su equipo de profesionales, mientras que cada Ayuntamiento tiene su concejal de turismo. Tenemos promociones diarias en la prensa de publicidad institucional. ¡Turistas... queremos turistas!

Lenox Napier sugiere el fomento del extranjero residente

Pero, aparte de los hoteles y los cruceros, ¿quién está ganando con los turistas? Cuando se intenta abrir el mercado con alquileres, los hoteleros y sus amigos en el poder meten el palo. Los camareros , ¿cuánto están ganando? Las criadas en los hoteles,  -¿cuánto están ganando? Los que pagan un alquiler, ¿cuánto está subiendo? Aparte de los hoteles, los cruceros y las tiendas de souvenir, ¿quién está ganando? ¿Unos restaurantes que solo están abiertos durante la temporada?...

Mientras tanto, hay otro tipo de ingreso desde el extranjero, procedente de los que vienen aquí a jubilarse. Los que vosotros llaméis los guiris que practican el ‘turismo residencial’. Pero son diferentes a los turistas de paso (que el año que viene, igual cogen otra oferta más barata aún). En vez de vomitar sobre las plantas, o escribir graffitis en las paredes, ellos –los residentes- plantan jardines y encalan sus exteriores. Tienen orgullo de su vecindario, no desdén. El residente que compra una casa, un coche, muebles, pertenencias..., que come fuera un par de veces cada semana, gasta lo mismo o más que cien turistas en un año (evidentemente).

Pero no hay ministerio para ellos, ni consejerías, ni promoción; no hay políticos ni hoteleros para defenderles. Vosotros, que contabilizáis hasta la último cabeza de borrega en Andalucía (gracias a los microchips), no tenéis ni la más mínima idea de cuántos somos. Usáis, como reclamo, la información facilitada por el padrón (cuando ni un extranjero en tres se registre allí). Ni, desde luego, sabéis cuanto divisa traemos aquí todos los años. 

A veces tiráis sus viviendas (la familia Prior lleva diez años viviendo entre el escombro de su casa en Vera, Almería). En vez de buscar más turistas en plan todo incluido, buscad más personas que pretenden vivir aquí, trayendo riqueza a su pueblo adoptivo los doce meses del año.