Antonio Torres
Director de
Canal Sur en Almería
Las
hortalizas de Almería sufrieron con la llamada ‘crisis del pepino’ el mayor
ataque de su historia. El dedo falso de la acusación ha puesto de manifiesto que
todavía hay patologías respecto al Sur. Cientos de noticiarios en todo el mundo
dieron por válidas las acusaciones vertidas desde Alemania. El actual consejero
de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Rodrigo
Sánchez, felicitó a las dos empresas hortofrutícolas que fueron dañadas en su
imagen. Por primera vez en mucho tiempo, las instituciones y los políticos
españoles unieron sus fuerzas para defender, no solo a los pepinos, sino la
credibilidad y honorabilidad de un país que había sido gravemente atacado y
cuestionado de manera totalmente gratuita por la responsable de
Sanidad de Hamburgo (Alemania), Cornelia Prüfer-Storcks. Fue en mayo de 2011
cuando Cornelia aseguró que los pepinos españoles eran los causantes de una
mortal epidemia de E. coli que causó 56 muertes en Alemania. Era falso.
La comunicación en momentos de
crisis se presenta fundamental para el desenlace. Nuestro
talento de hoy, el profesor Juan Pablo Micaletto Belda (Puerto de Santa María,
1988), hijo de un comerciante maderas, analizó 252 noticias, 49 videos,
los cuatro periódicos de ámbito nacional y un centenar de documentos en el que
se hacía referencia al pepino, a la lucha Norte-Sur, a la crisis económica
bestial de 2008 y al trabajo del Gobierno de España y de la Junta de Andalucía.
Aparecen las aportaciones de José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez
Rubalcaba, Rosa Aguilar y la entonces consejera de Agricultura de la
Junta de Andalucía, Clara Aguilera. La tesis, dirigida por la prestigiosa
profesora de la Universidad de Málaga (UMA) Ana Almansa, responde al epígrafe Estudio de casos sobre gestión institucional
de crisis nacionales e internacionales: Secuestro del Alakrana, Gripe A, Crisis
del pepino y Accidente ferroviario de Compostela y delimita el concepto de
propaganda frente al informativo.
La unión de todos y la comprobación de que este desagradable incidente era ajeno al buen hacer de los agricultores andaluces logró que el gobierno alemán rectificara
En sus conclusiones subraya que con la crisis del pepino se puso de
manifiesto que se carece de una ausencia estratégica de Comunicación y que la
imagen, el lenguaje, es clave para mantener y dar ejemplo de democracia
avanzada. “Ciertamente, no existe ningún tipo de impedimento real
que evite que esta crisis institucional vuelva a producirse en un futuro, pero
es importante que, ante futuras amenazas, los españoles permanezcamos unidos en
una misma bandera. La unión de todos y la comprobación de que este desagradable
incidente era ajeno al buen hacer de los agricultores andaluces logró que el
gobierno alemán rectificara y cambiara su postura, desdiciéndose de las
primeras declaraciones”.
Micaletto
Belda es profesor del Centro Universitario San Isidoro de Sevilla, adscrito a
la Universidad Pablo de Olavide. Es investigador del proyecto
multidisciplinario Imaginarios simbólicos
y percepciones del Islam en Europa, en el que participan varias
universidades andaluzas y la Universidad de Manchester. Quien firma este perfil
tuvo el privilegio de formar parte del tribunal de tesis doctoral, defendida en
la Universidad de Cádiz, Campus de Jerez, presidido por Ana Belén Fernández
Souto, de la Universidad de Vigo, y con la participación de la doctora Lucía
Benítez y de Carmen Lasso de la Vega.
En el proceso decenas de países vetaron la entrada de productos españoles, afectando gravemente a otras frutas y hortalizas, y lo más grave: miles de personas perdieron sus puestos de trabajo
Pocos episodios en la historia de
España han provocado que los españoles, como pueblo, nos sintamos especialmente
unidos como una sola nación, tras las falsas acusaciones, realizadas sin
pruebas contundentes. Una consecuencia es que en el proceso decenas de países
vetaron la entrada de productos españoles, afectando gravemente a otras frutas
y hortalizas, y lo más grave: miles de personas perdieron sus puestos de
trabajo. Todo esto ocurría en un país seriamente afectado por la crisis
financiera del año 2008, provocando en España una crisis económica sin
precedentes. No obstante, la verdadera crisis no fue económica, sino de
imagen.
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