Ana Martínez Marín: "Colombine disfrutaba de la vida y de su libertad"

Antonio Torres
Director de Canal Sur

La licenciada en Historia Contemporánea por la Autónoma de Madrid Ana Martínez Marín (Almería, 1954), sin dárselas de nada, es una hormiguita, una de las pioneras en Almería en estudiar la figura de la universal Carmen de Burgos que nunca se plegó a la cultura machista, una mujer que sigue siendo estudiada en universidades de casi todo el mundo, un referente.

Carmen de Burgos Colombine y Federico García Lorca, primeros en darse cuenta del poder mediático, tienen muchas cosas en común. Ambos no aparecieron citados en la prensa de sus respectivas provincias hasta el umbral de la transición. En Almería el poeta Juan José Ceba rememora que la primera vez que escuchó el nombre de Carmen de Burgos fue en la Alcazaba. “Fue en un homenaje a Celia Viñas, en la noche del 22 de junio de 1974, con una apasionada intervención de Carmen Conde, la primera mujer que ocuparía su lugar en la Academia de la Lengua…”.

Ana Martínez Marín

Ceba admite que para la mayoría de asistentes era la primera vez “que oíamos hablar de ella”. “Enseguida”, rememora el poeta Ceba,  “comenzó sus indagaciones Ana Martínez Marín, con quien nos intercambiábamos lo que íbamos encontrando. En una de las cartas que envió Carmen Conde, desde Madrid, en enero de 1975, les decía: "Celebro que os vayáis metiendo en lo de Carmen de Burgos, la gran desconocida almeriense".

Conmemorar significa recordar juntos la figura de la escritora. Martínez utilizó su amplio reportaje para hacer justicia con la profesora de español en la City University de Nueva York Elizabetc Starcevic, autora de la tesis doctoral y el libro Carmen de Burgos, defensora de la mujer, editado en 1976 por Cajal, la editorial del inolvidable José María Artero. La catedrática Pilar Ballarín merece otro capítulo por su dedicación al aspecto educativo de Colombine.

Martínez Marín realizó un amplio y detallado trabajo en la revista Andarax, dirigida por Teresa Vázquez. Publicó en 1987 un nuevo trabajo bajo el epígrafe La Almería de Colombine, editado por el Instituto de Estudios Almerienses, además de artículos en varios periódicos. Es consciente de que abrió camino aportando conocimiento. De hecho la profesora Anyes Segura investiga durante estos días la evolución de ese trabajo con decenas de profesoras norteamericanas que trabajan sobre el feminismo en Colombine, en el ámbito académico.

Ana Martínez dice que se quedó con la idea de que Colombine estaba  dotada para vivir y que captaba todos los matices de la vida y de las personas. Califica a la autora de Puñal de Claveles como una fuerza de la naturaleza, dotada para vivir con amplitud de miras. Marín ofreció una conferencia, en 1982, presentada por el entonces profesor del Colegio Universitario de Almería Fernández Bastarreche. “Ya en esa conferencia, de aniversario, veía gran interés por el inmenso legado que nos dejó Carmen de Burgos”.

Ana Martínez rememora que supo por primera vez de la importancia y el olvido de la autora de Roldalquilar gracias a las investigaciones y publicaciones de Starcevic, a quien conoció personalmente. “Gracias al periodista almeriense José Miguel Naveros, pariente de Carmen de Burgos, que me la presentó en su casa de la calle Embajadores de Madrid. Fueron momentos agradables y una personada encantadora que me dio todo tipo de facilidades. Fue la que abrió el camino para conocer la obra y la personalidad de Carmen de Burgos”.

En julio de 1976 Editorial Cajal publicaba en  su Biblioteca de Temas Almerienses un resumen de la tesis doctoral de Elizabeth Starcevic: “Si la historia debe servirnos de ejemplo, tiene forzosamente que incluir las contribuciones de todos cuantos han participado en ella. Movida por esta convicción me ha parecido conveniente presentar este estudio sobre Carmen de Burgos…”. Martínez añade: “Disfrutaba mucho de la vida. Lo más importante sería la libertad y la aceptación de sí misma. Una fuerza de la naturaleza”.

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