Emilio Ruiz
El pasado 9 de noviembre de cumplía un año desde el fallecimiento a los 52 años de edad de la abderitana Cristina Ortiz La Veneno’ todo un referente del colectivo trans en España. La Asociación LGTB Arcópoli congregó anoche en la plaza de Chueca, en Madrid, a un grupo de admiradores y de miembros del colectivo para rendir un homenaje a quien considera una de sus iconos. Durante el acto, al que asistieron una treintena de personas, se formó con velas una uve luminosa en el suelo y se leyeron fragmentos de su libro autobiográfico Digo! Ni puta ni santa.
Un momento del homenaje de anoche en Chueca a Cristina Ortiz ‘La Veneno’ (Foto: La Opinión de Almería) |
Con anterioridad a este acto se colocó una placa en honor a Cristina en el Parque del Oeste, un lugar icónico para ella ya que fue precisamente ahí donde empezó a ejercer la prostitución y el punto de partida de su carrera televisiva. De hecho, uno de sus deseos era ser incinerada y que sus cenizas fueran esparcidas por este parque. También se ha iniciado el proceso de petición de firmas para que el Ayuntamiento de Madrid le conceda una calle. El colectivo LGTB propone que se renombre alguna de las dos calles de la ciudad de Madrid dedicadas a personajes que consideran homófobos, como son los doctores Juan José López Ibor (Distrito de Tetuán) y Juan Antonio Vallejo-Nájera (Arganzuela), “que durante el siglo XX y de forma oficial sometieron a decenas de homosexuales a tratamientos con electroshocks e incluso lobotomías para ‘curarles’”.
Arcópoli ha coloca una placa en homenaje a Cristina en el Parque del Oeste, donde se esparcieron sus cenizas (Foto: La Opinión de Almería) |
Cristina Ortiz La Veneno perdió la vida en el Hospital madrileño de La Paz, en donde fue asistida de un accidente doméstico que le indujo a un coma irreversible en su domicilio del barrio de Tetuán. La vedette, cantante y actriz, musa de Pepe Navarro, falleció después de un fallo multiorgánico. Su pareja manifestó a la policía que encontró restos de sangre en el baño donde, al parecer, cayó. Después pudo llegar hasta el salón, donde fue encontrada tras haber consumido antidepresivos mezclados con alcohol.
La familia de Cristina nunca dio veracidad a esta versión y pidió una segunda autopsia, por lo que el juzgado paralizó su entierro hasta esclarecer las causas de su muerte. Tras varios días de incertidumbre se conoció el resultado de esa segunda autopsia que confirmó que La Veneno murió de la forma que se había indicado. El cuerpo de Cristina fue incinerado y sus cenizas se esparcieron por el Parque del Oeste. Su familia quería enterrarla en Adra pero finalmente se cumplió la voluntad y La Veneno de quedarse en Madrid para siempre.
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