"Bebés robados", ante la Justicia y la Iglesia

Miguel Ángel Blanco Martín
Periodista

El sistema democrático en España no ha dado respuestas en el caso de los presuntos “Bebés robados”. Los intentos de hacer justicia y de resolver los enigmas que los rodean han fallado hasta ahora. Los “Bebés robados” viven en la más estricta soledad pero no se rinden, a la espera de que algún día, no se sabe cuándo, se les haga Justicia. Y que la Iglesia Católica (Conferencia Episcopal) rompa su silencio cómplice.

Ascensión López, en Canal Sur

Un ejemplo muy relevante se produce en Almería, es el de María Ascensión López, una presunta “Bebé robada”, a la que el Consejo de Ministros recientemente le ha negado la concesión del indulto, después de ser condenada, por un delito de calumnia contra la monja Dolores Baena, a una multa de 3.000 euros y a pagar una indemnización de 40.000 euros a la monja. Ahora el paso siguiente es que en el plazo de unos meses el Tribunal que la condenó decida su ingreso en prisión.
Ascensión López, al ser informada por sus padres adoptivos de que era adoptada, decidió averiguar sus orígenes y localizar a su madre biológica y las circunstancias que rodearon su adopción en Sevilla
Ascensión López, al ser informada por sus padres adoptivos de que era adoptada, decidió averiguar sus orígenes y localizar a su madre biológica y las circunstancias que rodearon su adopción en Sevilla. Y eso ocurre cuando ya en España ha saltado el escándalo de los “Bebés robados”, cuando se desvela que la dictadura franquista arrebató sus hijos a muchas madres reclusas republicanas, tras la guerra civil. A ese panorama se unió el de madres solteras o de escasos recursos, familias humildes con varios hijos o del mundo marginal.

Bajo el criterio de una falsa caridad, desde sectores de la Iglesia, órdenes religiosas y médicos, se pensó que esos bebes estarían mejor en familias presuntamente cristianas, acomodadas, con recursos pero sin hijos, dispuestos a pagar el dinero que hiciera falta por apoderarse de esos bebés. A los padres pobres por consiguiente se les negaba toda la dignidad y derecho y se les “robaba” sus bebés. Y estos “robos” siguieron produciéndose en democracia.
El Consejo de Ministros no ha dado finalmente el indulto, lo que la Asociación Nacional de “Bebés Robados” califica de “atrocidad”
Ascensión López, en conexión con la Asociación Nacional de Bebés Robados, quiso desvelar la verdad de su adopción, con la sospecha de que ella podía ser un “Bebé robado”. En este contexto hizo declaraciones en los medios de comunicación en las que señalaba a la monja Dolores Baena, que curiosamente es su tía, ya que su firma aparece en los documentos de su adopción. Pero sus declaraciones fueron una ofensa para la monja que presentó una querella contra su sobrina por presunta calumnia. Y la monja ganó el juicio.

La evolución ha sido sorprendente. Primero, por el empeño de la monja en que se cumpla la condena, que Ascensión López pague la indemnización de 40.000 euros y su negativa a que indulten a su sobrina. Por otro lado, 90.000 firmas acompañaron un documento que ha pedido el indulto para Ascensión López.

El Consejo de Ministros no ha dado finalmente el indulto, lo que la Asociación Nacional de “Bebés Robados” califica de “atrocidad”. Después de tantos indultos, algunos de ellos verdaderamente alucinantes en este país, sorprende esta negativa del Consejo de Ministros. Pero más sorprendente es todavía, en mi opinión, el falso espíritu evangélico que refleja la actitud de la monja Dolores Baena contra su sobrina.

Durante las últimas décadas los “Bebés robados” han protagonizado parte de la actualidad relevante en España. Incluso con manifestaciones frente al Congreso, reuniones con parlamentarios y un confuso compromiso sociopolítico de destapar esta realidad. Pero sin resultado a pesar de las promesas. La Iglesia Católica tiene mucho que decir. Por ejemplo, abrir los archivos de conventos de monjas presuntamente vinculados a estos “robos”.

Ya en el siglo XXI los “Bebés robados” claman Justicia. Porque lo que ha sucedido hasta ahora, si esto es Justicia, que venga Dios y lo vea.

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