Garf
Siodos
Lo que pueda ser de interés para cualquier persona va a dar igual que se examine desde China (gracias a la globalización de las comunicaciones) que en Almería, donde hoy compartimos este artículo con vosotros. Hay mañanas donde uno desayuna con noticias que te hacen pensar. Hoy es una de esas mañanas. Mirando por aquí y por allá por esa bendita casa que es San Google tropiezo con una noticia que me deja los ojos como platos y las neuronas acelerando progresivamente hacia la última marcha: una familia neerlandesa vendió todas sus propiedades, y no sólo la casa, empresa, tres coches, moto, sino incluso los juguetes de los críos para comprar bitcoins, mientras deciden llevar felizmente una vida minimalista en un camping esperando una explosión de beneficios sin precedentes y afrontando el riesgo con la filosofía de quien mira la vida de frente y no se arredra. Estoy impresionado. Lo reconozco. Hago un minuto de silencio para lograr digerirlo.
Bitcoin |
¿Pero qué es esto de los bitcoins? Seguro que todos en algún momento de nuestra cibervida lo hemos escuchado aunque sea de refilón. La respuesta es que se trata de una criptomoneda. Una moneda virtual que nació allá por el 2009 y por la cual, en un principio, por 1 dólar te daban 1,3 bitcoins. A día de hoy, 6 de noviembre de 2017, 1 bitcoin cotiza a seis mil y pico euros. ¡Vaya gracia no haberlo sabido antes¡ Es muy posible que el valor de un bitcoin ahora se encuentre a mitad de camino entre lo que cotizó cuando nació y el valor que tendrá de aquí a unos años. Algo así como a mitad de camino entre el tamaño de un átomo y el Universo, o sea, nosotros.
Quien quiera profundizar sobre el tema de las criptomonedas ahí tiene internet. Ahí está todo. Posiblemente sea un tiempo muy rentable y no baladí. A continuación de leer la impresionante noticia de la familia neerlandesa reflexioné sobre el impacto que podría tener en cualquiera que la leyese. He llegado a la conclusión que podrían identificarse básicamente a tres tipos de lectores:
1. Lector antílope. Es el que reacciona igual que un antílope que se encuentra a escasos metros de otro que es devorado por unos cuantos leones. Sigue a lo suyo comiendo hierba. Es el indiferente. No se entera de que va la cosa.
Quien quiera profundizar sobre el tema de las criptomonedas ahí tiene internet. Ahí está todo. Posiblemente sea un tiempo muy rentable y no baladí. A continuación de leer la impresionante noticia de la familia neerlandesa reflexioné sobre el impacto que podría tener en cualquiera que la leyese. He llegado a la conclusión que podrían identificarse básicamente a tres tipos de lectores:
1. Lector antílope. Es el que reacciona igual que un antílope que se encuentra a escasos metros de otro que es devorado por unos cuantos leones. Sigue a lo suyo comiendo hierba. Es el indiferente. No se entera de que va la cosa.
2. Lector “no pero sí” o “sí pero no”. Es el que siempre duda dónde poner el pie después del siguiente paso. Puede que invierta algo ... o no . Si pretendía llegar lejos a alguna parte sencillamente nunca lo hará. La única ventaja que tiene es que nunca se caerá de una altura superior a un escalón de una escalera, pero nunca optará a se subirse lo suficientemente alto en ella para contemplar el horizonte de la vida.
3. Lector “ No”. Es la típica persona que siempre lleva un No escrito en la frente: “¿Quieres un café? "No". “¿Vamos al cine ? "No". “¿Damos un paseo? "No". “¿Quieres ser feliz? "No". En fin, aquí lo dejamos con sus noes a la vida.
3. Lector “ No”. Es la típica persona que siempre lleva un No escrito en la frente: “¿Quieres un café? "No". “¿Vamos al cine ? "No". “¿Damos un paseo? "No". “¿Quieres ser feliz? "No". En fin, aquí lo dejamos con sus noes a la vida.
¡Vaya! se me olvidó el cuarto lector y el más importante:
4. El lector tren o felino. Nunca desperdicia subirse al tren de la oportunidad .
Usted, querido lector, ¿dónde se situaría?
(Este artículo se lo dedico a mi querida hermana Belmira)
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