Antonia
Sánchez Villanueva
Subdirectora
de La Voz de Almería
La
presunta trama de corrupción que durante quince años se instaló en torno al
Ayuntamiento de El Ejido estuvo operando como una confluencia de intereses
particulares que, en última instancia, obtenían sustanciosos beneficios
económicos ilícitos procedentes de un mismo origen: el Ayuntamiento de El
Ejido, bien directamente bien vía Elsur, la empresa mixta de servicios
municipales.
El informe de calificación que ha
presentado esta semana el fiscal Anticorrupión concluye que el primer paso para
orquestar esta presunta trama que durante siete años -entre 2002 y 2009 los
únicos que ha podido cubrir la investigación- se apropió de más de 70 millones
de euros de dinero público lo dio la multinacional Abengoa, socio privado de
Elsur con más del 70% de sus acciones. La empresa de servicios, cuyo otro 30%
correspondía al Ayuntamiento, recibía de este cada año un canon para prestar
los servicios públicos de suministros básicos y mantenimiento, y debía hacerlo,
según el pliego de condiciones, con sus medios propios, teniendo prohibida la
subcontratación.
Juan
Enciso: Fincas y una bodega
El
fiscal Anticorrupción considera al que era alcalde durante todo el tiempo que
actuó la trama perfecto conocedor de las actividades ilegales de los directivos
de Elsur y de las subcontratas y le acusa de haber actuado en connivencia con
ellas, obteniendo a cambio beneficios económicos, de los que también su esposa,
Francisca Aguilera estaba al tanto. Enciso y su esposa habrían canalizado a
través de su sociedad ganancial Enciso y Aguilera el cobro de comisiones
ilegales pagadas por empresas contratistas con el Ayuntamiento o con Elsur a
través de facturaciones por servicios inexistentes, según la tesis que sostiene
la investigación.
De los 253 empleados que llegó a tener Elsur, 53 eran “enchufados” del alcalde y de otros miembros de la trama
Así, por ejemplo, hay documentado en 2005 y
2006 el pago de 180.000 euros por parte de una de las sociedades patrimoniales
de José Amate a Enciso y Aguilera por la compra de acciones de una mercantil
sin ningún valor. También facturaron en varios años distintas cantidades a
varias de las sociedades de Juan Antonio Galán. En total, el dinero así
cobrado, de acuerdo con lo cotejado por los investigadores, asciende a 661.000
euros. Enciso también se prevalió de su condición
de alcalde para obtener favores para terceros, como contratación de familiares,
amigos y compromisos. Un documento intervenido durante los registros revela que
de los 253 empleados que llegó a tener Elsur, 53 eran “enchufados” del alcalde
y de otros miembros de la trama.
Juan Enciso adquirió nueve fincas en El Ejido y dos más en Granada, además de una serie de terrenos en la Alpujarra granadina (zona del puerto de la Ragua)
El “cuidado” a la familia también se deja
ver en los sustanciosos contratos que su cuñado, Francisco Javier Aguilera
Callejón, hermano de su mujer, consiguió con el Ayuntamiento de El Ejido y con
Elsur en este tiempo, y que ascendieron a 5,5 millones de euros. El destino que Juan Enciso dio al dinero
ilegal que le atribuye el fiscal fue sobre todo en forma de patrimonio
inmobiliario. Así, el ya exalcalde adquirió nueve fincas rústicas y urbanas en
el municipio de El Ejido -algunas de ellas transmitidas a sus hijas- y dos más
en Granada, por valor todas ellas de 613.000 euros. Pero, además, compró una
serie de terrenos en la Alpujarra granadina (zona del puerto de la Ragua) para
su gran sueño de plantar viñedos y crear una bodega. Esa propiedad, de 328.000
metros cuadrados, tiene una vivienda, bodega y almacén y está valorada en más
de 200.000 euros.
Alemán:
propiedades y lujo
El
informe de Anticorrupción acusa al que fuera interventor accidental del
Ayuntamiento ejidense de aprovechar su condición de tal para cobrar comisiones
ilegales a cambio de favorecer las relaciones de empresarios con el
Ayuntamiento y de permitir acciones delictivas como las de las
subcontratas. Directamente o a través de familiares, constituyó empresas para
ingresar los beneficios ilícitos, que destinó a crear un importante patrimonio
inmobiliario y a gastos de lujo, de acuerdo con las conclusiones de la
investigación.
La empresa de Alemán, Sistemas de Dirección, no tenía infraestructura ni trabajadores cualificados, pero ingresó en ese periodo casi 7,5 millones de euros
El principal mecanismo de obtención de
ingresos de Alemán giraba en torno a la mercantil Sistemas de Dirección S. L.,
una sociedad pantalla o instrumental, bajo su absoluto control, que entre 2002
y 2009 generó un montaje de facturación por prestación de servicios ficticios
de asesoramiento a otras sociedades de los implicados en la trama, entre ellos
sociedades de Galán, de los Hermanos Lirola (adjudicatarios de servicios
municipales), de José Amate, de Juan Julián Hernández Venzal (adjudicatario de
servicios de apoyo a la recaudación con la mercantil Colaboradora de Gestión y
Recaudación), de Jesús Aragón … Sistemas de Dirección ni tenía infraestructura
ni trabajadores cualificados, pero ingresó en ese periodo casi 7,5 millones de
euros. No obstante, el fiscal documenta más comisiones ilegales presuntamente
cobradas por Alemán a través de otras sociedades con testaferros (su cuñada,
Rosalía Gil del Valle, y su hermano, Enrique Alemán, además de su mujer, Isabel
Carrasco) que sumarían 10,6 millones de euros de beneficio ilícito en siete
años.
Y es que la investigación pone de relieve
que la mujer de Alemán, Isabel Carrasco, funcionaria del Ayuntamiento, era
socia en dos de las mercantiles de Galán que subcontrataban con Elsur, a través
de las cuales ingresaba una parte de las sobrefacturaciones. El fiscal la
considera perfecta conocedora y partícipe de la distracción de fondos públicos
a través de todo el entramado empresarial. De hecho, su patrimonio desde 2004
se incrementa por encima de los 600.000 euros. Carrasco adquiere en ese periodo
un importante patrimonio compuesto por cerca de una decena de inmuebles en
Almería capital y El Ejido, por valor de más de medio millón de euros.
Galán:
varios pisos
El
fiscal, en base a los informes periciales, documenta la actividad de tres
sociedades de Juan Antonio Galán (Jardines del Poniente, Jardines del Alcor y
Lobelia Gestión) que sobrefacturaron a Elsur por subcontratas de trabajos de
jardinería, con las que obtuvo unos beneficios muy elevados, que fueron
desviados, mediante facturación injustificada o por otros medios, a sus
sociedades patrimoniales, G.P. Santander, SL y Multi Gestión Nuevo Ejido, SL y a
otras sociedades de otros acusados.
Tres sociedades de Juan Antonio Galán facturaron a la empresa mixta municipal 37, 6 millones de euros, de los cuales los peritos consideran que la sobrefacturación se eleva a 15,6 millones
Las tres primeras sociedades facturaron a
la empresa mixta municipal en los siete años investigados un importe de 37, 6
millones de euros, de los cuales los peritos consideran que la sobrefacturación
se eleva a 15,6 millones, con un porcentaje de beneficio del 48,21 %. Estas
empresas incluían indebidamente en sus declaraciones fiscales pagos no
deducibles y que tendrían como objetivo desviar fondos procedentes de la
sobrefacturación. También cree el fiscal que, así como José Amate solo repartía
beneficios con los miembros de la familia, Galán distribuía el dinero entre
familiares pero también entre sus “socios colaboradores”, a saber, Juan Enciso,
José Alemán, Ambrosio Cuevas y Jesús Aragón. Y es que Galán poseía hasta 16
sociedades (aunque sólo 10 investigadas) con las que mantenía operaciones
mercantiles con estos otros acusados, a través de participaciones de sociedades
de estos en las suyas o, en el caso de la mujer de Alemán, Isabel Carrasco,
como socia de Jardines del Poniente.
Así, mediante la facturación por servicios
inexistentes, las distintas sociedades subcontratistas de Elsur pertenecientes
a Juan Antonio Galán pagaron, según la acusación del fiscal, a las mercantiles
de Enciso, Alemán, Cuevas y Aragón cantidades que en realidad encubrían
comisiones ilícitas y reparto de los beneficios ilegales. Todo este reparto
viene detallado año a año, sociedad por sociedad y persona por persona en el
escrito final de calificación. En lo que se refiere a Enciso y Alemán, el
fiscal concluye que los pagos obedecían al pago por permitir las actuaciones
ilícitas que deberían haber evitado como alcalde y como interventor que eran. Además, Galán destinó importantes cantidades a comprar quince propiedades
inmobiliarias en Santander, Madrid y Almerimar, con una valoración de más de
4,5 millones.
Amate:
sueldos, pisos y gastos familiares
El
que fuera jefe del área de Parques y Jardines de Elsur hasta 2003 y director de
producción hasta 2006, José Amate Rueda, se valió de su posición para
subcontratar servicios que la empresa mixta debía prestar al Ayuntamiento
valiéndose para ello de empresas controladas por él al frente de las cuales
figuraban testaferros y miembros de su familia. Amate, como el otro
subcontratista de Elsur, Juan Antonio Galán, eran conscientes de las maniobras
de Abengoa para obtener beneficios, y se prestaron a cambio de embolsarse las
sustanciosas sobrefacturaciones. El grupo Amate funcionó con ocho sociedades
instrumentales y otras dos patrimoniales, estas dos últimas para gestionar los
beneficios ilícitos y para emitir facturas cruzadas por servicios inexistentes
para justificar gastos y pagar menos impuestos. Para compensar el IVA que sus
sociedades le repercutían a Elsur y que tendrían que haber ingresado a
Hacienda, el grupo Amate recurrió a comprar facturas falsas.
De esta manera las mercantiles del Grupo
Amate habrían obtenido unos ingresos desproporcionados. El importe total de las
subcontratas de estas sociedades con Elsur entre 2002 y 2009 fue de algo más de
53 millones de euros, incluyendo IVA. Estas empresas solo poseían personal, el
resto de los instrumentos necesarios eran propios de Elsur, por lo que
conseguían un beneficio desproporcionado, que los peritos y la Fiscalía cifran
en 24,6 millones, un 53,5% de margen comercial.
En cuanto al destino que la familia Amate
(esposa, tres hijos y dos yernos) dio al dinero obtenido ilícitamente, el
informe de acusación determina que estuvo fundamentalmente destinado a la
compra de patrimonio inmobiliario, al pago de gastos privados y de salarios para
los miembros de la familia. Un entramado de operaciones financieras entre
empresas del propio grupo (supuestas facturaciones, alquileres y préstamos)
sirvió para canalizar el flujo de dinero desde las sociedades instrumentales a
las patrimoniales. Finalmente el beneficio se empleó en: Retribuciones para la familia: 975.000 euros; 24 propiedades inmobiliarias en Sevilla, Carmona, Islantilla, El Ejido y
Almerimar. Valorados en más de 5 millones de euros; Gastos privados de toda la familia.
Cuevas
y Alemán: socios de provecho
Lejos
de secundario, el papel que el fiscal Anticorrupción atribuye a los empresarios
Ambrosio Cuevas y Jesús Aragón en la trama es principal. Ambos están
relacionados societariamente con Juan Antonio Galán, uno de los principales
subcontratistas de Elsur, y les señala como perceptores de beneficios ilícitos
con una actividad de intermediarios.
En el caso de Cuevas, figuraba como
administrador único y socio en Clabert Gestión (con su sociedad patrimonial ACG
Consultoría y Gestión), junto a Juan A. Galán (socio mayoritario con su
patrimonial GP Santander) y Jesús Aragón (con Sillar y Raíz). Según los datos
que obran en la investigación, Clabert ingresó en siete años 6,2 millones de
euros procedentes del propio Ayuntamiento de El Ejido, de Elsur y de otras
empresas relacionadas, entre ellas Colaboradora de Gestión y Recaudación, que
obtuvo en 2002 la concesión de todo el servicio de recaudación municipal
(facturó por ello 22,4 millones en siete años) y se lo subcontrató a Clabert.
Lo mismo ocurrió con el cobro de recibos de Elsur. Pues bien, según la
investigación de Fiscalía Anticorrupción, en ese momento entra en escena una
empresa del Grupo Galán, Multi Gestión Nuevo Ejido, que, junto a las propias de
Aragón y de Cuevas, empiezan a hacer facturaciones a Clabert (2,8 millones de
euros) para que aumentara ficticiamente sus gastos que luego eran soportados
por el Ayuntamiento de El Ejido con revisiones de precio anuales. Para ello era
necesaria la connivencia de Enciso y Alemán. Posteriormente, Multi Gestión
‘repartía’ pagando facturaciones que le endosaban las empresas de Aragón, de
Alemán y otras del propio Galán.
En cuanto a Jesús Aragón, además de sus dos mercantiles, Sillar y Raíz y Laupa
Gestión, participaba en sociedades con otros miembros de la trama, entre ellas
Jardines del Alcor, una de las del Grupo Galán que presuntamente obtuvieron
beneficios ilícitos, de los cuales una parte habría ido a parar a Aragón.
También cree el fiscal que Laupa gestión estaba controlada en realidad por
Galán quien, con la connivencia del acusado Jesús Aragón, la utilizó para el
desvío de fondos procedentes de la sobrefacturación que las subcontratas
Jardines del Poniente SL, Jardines del Alcor SL y Lobelia Gestión.
Abengoa,
todo el beneficio para sí
Lo que el fiscal argumenta es que Abengoa, que tenía el
control de Elsur, orquestó la creación de una trama de sociedades que
subcontrataban con la empresa mixta. Estas sociedades, principalmente en manos
de José Amate Rueda y Juan Antonio Galán, tenían un carácter meramente
instrumental, carecían de medios propios y su papel se limitaba casi en
exclusiva a ceder trabajadores a Elsur. Se trataba ni más ni menos del
mecanismo que utilizaba Abengoa para inflar el canon que pagaba el Ayuntamiento
a través de un incremento artificial de los gastos. El trabajo de los expertos
de Hacienda ha conseguido levantar el velo jurídico, poniendo al
descubierto las maniobrasy ha revelado que el mecanismo se utilizaba también
para defraudar en el pago del Impuesto de Sociedades y en el IVA. Por si fuera
poco, el fiscal relata que Abengoa también facturó a su propia empresa mixta
por servicios inexistentes de asesoramiento. Por este procedimiento se apropió
de 31 millones de euros en siete años.
(Autorizada su reproducción por La Voz de Almería para La Opinión de Almería. Prohibida la reproducción sin autorización del primer medio).
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