Pedro Manuel de La Cruz
Director de La Voz de Almería
A pesar de las apariencias, hay vida
después del procés. El conflicto catalán ocupa y preocupa, pero el mundo ni
empieza ni acaba en el delirio secesionista. Las líneas que siguen son un
resumen de cinco encuentros mantenidos esta semana con protagonistas con mucho
que decir.
El cine
y Gabriel Amat. En la firma del convenio de colaboración entre La Voz y Cadena Ser con
Diputación para apoyar FICAL, encuentro a un Gabriel Amat distinto. Las
inversiones en obras públicas y las cuentas de Diputación -dos temas obsesivos
en su conversación- son relegados por el Festival. Amat habla de cine (su
género preferido es el western, “cuando estoy preocupado veo una del oeste y me
relajo”, me dice) y se muestra ilusionado con la edición de este año. Más de
doscientos cincuentas actores y gentes vinculadas al mundo cinematográfico ya
han confirmado su asistencia “y además gratis; lo hacen porque están
interesados y Almería es ya una excelente pasarela”.
Quienes aseguraron que la llegada de Amat a la presidencia de la Diputación iba a suponer el declive y la desaparición del Festival de Cortos se equivocaron
Los pronósticos a veces no
se cumplen. Quienes aseguraron que su llegada a la presidencia de la Diputación
iba a suponer el declive y la desaparición del Festival de Cortos se
equivocaron. Amat no es un experto en cine, pero si tiene experiencia sobrada
para ver en el cine una oportunidad de proyección y negocio para la provincia.
El PSOE histórico
hace balance. La generosidad de Fernando Martínez me invitó a moderar un espacio de reflexión
y melancolía sobre la gestión socialista en la provincia en los últimos
cuarenta años. Comparto mesa en Unicaja con Tomás Azorín, Nono Amate, Emilio
Martínez y Consuelo Rumí. Recorren el pasado y se muestran orgullosos de lo
hecho en educación, sanidad, infraestructuras y prestaciones sociales. Y llevan
razón. ¿Que se podía -y se debía- haber hecho más y más rápido? Sin duda. Pero
ahí están los datos: más de doscientos kilómetros de autovía, decenas de
colegios, centenares de camas hospitalarias, la Universidad, la ley de
Dependencia…
Lo que no entiendo es el complejo con el que los socialistas se enfrentan a las descalificaciones de Podemos despreciando lo que ellos llaman “el régimen del 78”
Lo que no entiendo -y se lo digo- es el complejo con el que los
socialistas se enfrentan a las descalificaciones de Podemos despreciando lo que
ellos llaman “el régimen del 78”. Porque, ¿qué ha hecho esta banda de
neoperonistas (no para criticar, que eso es necesario) para descalificar
globalmente lo realizado durante estos cuarenta años en los que España ha
avanzado más que en los cuatrocientos anteriores? No sé si en Ferraz hay muchas
ideas; de lo que estoy seguro es de que hay muchos complejos.
El máster
de Sánchez Teruel. Hablo con un dirigente socialista y señala que Sánchez Teruel está como
volando. Normal. Después de seis años cargado de plomo en las alas, el congreso
de El Toyo le ha liberado del peso inquietante y oscuro de la conspiración. Y
entonces regreso a san Telmo y a una comida privada larga e intensa en el Salón
de los Pajaritos hace apenas unas semanas: “José Luis ha hecho en tres meses un
máster; fíjate si es así que ya hasta se enfrenta conmigo”, me dicen riendo. Y
es que, ya lo dice el dicho, no hay nada como un mar embravecido para hacer
experto a un marinero.
Mario Jiménez se sorprende: nadie le ha hablado de subvenciones; solo le piden que la Junta facilite administrativamente el desarrollo y que adecuen las normas a la realidad
Encuentro
con Mario Jiménez. La Sala de Hemeroteca de este periódico acoge a Mario Jiménez con algunos de
los empresarios y técnicos más importantes de la provincia. José María Rossell,
Cynthia Giagnocavo, Jesús Barranco, Conchi Parra, Juan Antonio González y
Maricarmen Galera exponen al portavoz parlamentario del PSOE en Andalucía sus
opiniones -críticas o meramente descriptivas- de la situación de Almería en
Andalucía. Al final el político socialista se muestra sorprendido: nadie le ha
hablado de subvenciones; solo le piden que la Junta facilite
administrativamente el desarrollo y que adecuen las normas a la realidad. Y en
la despedida caigo en un detalle. De los seis invitados, tres son mujeres y
tres hombres. Me gusta esa música.
Rivera habla de la relación de Puigdemont y Junqueras: ya ni se hablan y entre el PdeCat y ERC la división es evidente
Desayuno
con Albert Rivera. Antes de comenzar el acto organizado por La Voz y la SER en el Teatro Cervantes
(Curro Verdegay, qué mérito tienes y qué poco lo valoran los que están
obligados a hacerlo) hablamos con Albert Rivera en el olor humeante del primer
café. Sobre la mesa la detención de medio Govern. Rivera no se muestra contento
con la decisión judicial. Esa decisión -asegura- cohesionará a los
independentistas, pero la Ley es la Ley y hay que cumplirla; cuando nos gusta y
cuando no, cuando políticamente nos beneficia o cuando nos perjudica. También
habla de la relación de Puigdemont y Junqueras –ya ni se hablan y entre el
PdeCat y ERC la división es evidente. La huida del ex president ha pesado en la
decisión de la juez para decretar el ingreso en prisión.
Luego, en la intervención ante los asistentes que llenaban el teatro, el político catalán demuestra que sabe dónde quiere ir y porqué. Algo que satisface a su audiencia. El largo y prolongado aplauso con que lo despiden es una muestra de que ha contentado- ¿y captado el voto?- de quienes le escucharon.
Y es que, como escribía al principio, hay vida, mucha vida, después -o a pesar- del procés.
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