José Campoy Lozano
Presidente Chanpe AMH
Cada Asociación o
proyecto colectivo tiene que adaptarse a su entorno, y encuadrarse en un todo.
En este caso el todo es la ciudad de Almería, y nuestra parte el espacio o
barrio de Pescadería La Chanca. Se puede desarrollar la vida cotidiana en la
ciudad sin conocerlo o visitarlo. Pero entonces la pregunta es: ¿estamos
conociendo la ciudad, su origen, su historia, las huellas que el paso de
civilizaciones han dejado en él? ¿Y su actualidad, su particular topografía, el
de la población y diversidad cultural que lo habita y puebla sus calles?
No se conoce Almería sin saber del pasado de Al-Haud, tan ligado a la antigua Almedina y al levantamiento de sus murallas que lo protegían de invasiones y cruzadas
No se
conoce la ciudad sin saber del pasado de Al-Haud, tan ligado a la antigua
Almedina y al levantamiento de sus murallas que lo protegían de invasiones y
cruzadas. El disfrute actual de las ciudades se ha convertido en un museo
abierto a pie de calle, en mostrar aquello que nos diferencia y nos define.
Esta es la actividad principal de esta asociación, una actividad definida por
propios y extraños como creativa y original, mostrar el barrio tan desconocido
aún para almerienses y foráneos.
Pero una cosa lleva a la
otra. Con la belleza del paisaje físico y humano hacemos más evidente aquello
que hay que mejorar sí o sí: Patrimonio histórico, calles con buen firme,
alumbrado y servicios al completo, limpieza urbana y edificación reglada y
sostenible, respetuosa con los restos históricos dignos de conservar y con el
paisaje.
Esta tarea nos lleva a
enfrentarnos con las Administraciones próximas, local y autonómica, que no
tienen nunca como objetivo prioritario ayudar a que esto sea una realidad,
integrar de forma definitiva un barrio con su entorno, y una vecindad con la
que tiene más próxima, el llamado centro histórico. Esto se demuestra en
edificios de servicio colectivo que se cierran hasta el abandono, servicios
municipales de limpieza y alumbrado que no están al completo instalados,
centros educativos o de la tercera edad obsoletos y sin mantenimiento, y una
nula promoción de los valores más positivos de la población y el barrio.
Muy al
contrario, cuando las autoridades tienen ocasión, sus gestos son más de
criminalizar y repetir tópicos y estereotipos de discriminación, y hacerse
presentes más bien de forma electoral y en un tono de tutelaje, de superior a
inferior que espera al político como un maná cada cuatro años, olvidando sus
reivindicaciones justas y eternas.. Esto ha llevado quizás a una apatía en una
parte de la población, que no confía o cree muy poco en la efectividad de la
petición vecinal.
Es nuestra tarea diaria hacer de intermediarios entre vecinos y responsables políticos, ya sea un concejal o un delegado de Consejería o un Defensor del Pueblo. Y conseguimos menos de lo que deseamos pero algunas peticiones no caen en saco roto
No es lo que ocurre con
nuestro colectivo, que recibe de forma pública y privada, desde domicilios y
calles, bastantes peticiones que están sin contestar, sin atender y sin atención
ni cita. Es nuestra tarea diaria, hacer de intermediarios entre vecinos y responsables,
ya sea un concejal o un delegado de Consejería o un Defensor del Pueblo. Y
conseguimos menos de lo que deseamos pero algunas peticiones no caen en saco
roto. Se van logrando, eso si, a base de insistencia y constancia. Y siempre
con un filtro o estudio previo, ya sea en un archivo inédito sobre el barrio, o
en una petición más que justa de una familia que paga y sufre los servicios
incompletos de la municipalidad.
Pero somos conscientes
de que las peticiones y logros hay que sacarlas a la luz, difundirlas en un
espacio que interese a la gente afectada, y cada vez más también a observadores
de fuera de Almería, que nos encuentras originales y útiles. Por ello es tan
importante nuestra prensa local, aquella que convierte el “día de la marmota”
en una información que queremos día tras día devorar. Y comentar, e interactuar
y estar siempre en espera de la próxima información que nos engancha, y más,
cuando es más real.
Animamos por ello a toda
la prensa local de Almería a seguir haciendo historia, a mostrar la actualidad
de nuestro barrio, a patear sus calles, fotografiar y escuchar a nuestras
gentes. Un saludo desde Pescadería la Chanca, la república marinera omeya
del siglo X.
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