Antonio Torres
Director de Canal Sur en Almería
Antonia García llamada por todos como Antonia la retratista es la memoria de una época. En 2018 se publicará un libro que recopila lo mejor de una mujer dedicada a la fotografía durante buena parte del pasado siglo. Son los ojos de dos pueblos tan complementarios como el histórico Bédar y el joven Los Gallardos.
Los autores del libro, con la protagonista |
Antonia García Vílchez (Guarromán, Jaén, 1925) vive actualmente en La Carolina y en la reciente Navidad ha dado el visto bueno al homenaje y libro que se le prepara en Almería. García es viuda de Cristóbal Martínez López, maestro martillero, fallecido en 1980, quien trabajó como vigilante, guarda del polvorín de las antiguas minas de mineral de Bédar, conocidas por Hierros de Garrucha. Un trabajo muestra el perfil de nuestros vecinos, familia y amigos de Bédar y Los Gallardos.
Antonia nos recuerda que el tiempo pasa demasiado de prisa. Sus retratos humanizan. Huelen a esencia de pueblo y a historia. Un buen trozo de la memoria queda atrapado en el trabajo impagable realizado por dos entusiastas que buscan conocimiento y, sobre todo, rescatar la figura de Antonia, la retratista. Un trabajo que saldrá a la luz este verano gracias a la recuperación realizado por dos enamorados de sus pueblos respectivos como el exconcejal de Bédar Juan Antonio Soler Jódar (Barcelona, 1975), catalán de nacimiento y bedarense desde siempre, actualmente médico en la ciudad francesa de Sens, y Manuel Gallardo Flores Manu (Los Gallardos, 1981), diseñador gráfico, formado en la Escuela de Arte de Granada, ciudad en la que trabaja para una prestigiosa editorial. Juan Antonio Soler forma parte de una página muy activa y pedagógica en la red como El Faro de Bédar.
El trabajo conseguido transmite emociones. Son fotos en el que la imagen de mujeres poderosas predomina. Para la poetisa y escritora Virginia Fernández Collado, autora de Poemas 2006-2016, hay una pureza enorme: “El libro recoge parte del trabajo que realizó durante más de cuarenta años en Bédar, Los Gallardos y muchos pueblos y pedanías de los alrededores. Es sin duda uno de los mayores testimonios gráficos que tenemos de la postguerra en esta zona árida y abandonada, como diría Juan Goytisolo. Antonia supo captar con su objetivo todo tipo de escenas cotidianas y festivas que están en la memoria de muchos: bodas, nacimientos, costumbres de los pueblos de la época, matanzas, la trilla, las fiestas populares, las de moros y cristianos, la corrida de cintas, la banda de música de Bédar y Los Gallardos en las que se puede ver al tío Simón Torres (el alcalde que consiguió llevar la luz eléctrica en 1966) y tantos otros jóvenes; y también los carnavales en los que se cantaba a la siega, a la lluvia; algunas escenas de labor, de mineros y agricultores. Esta mujer, fue sin duda una adelantada para su época. A pesar de su condición de mujer logró dedicarse a lo que le apasionaba, a la fotografía, ganándose el cariño de todos desde familias más humildes a las mejores avenidas”.
Antonia tuvo que competir con grandes fotógrafos enraizados en la comarca como Gira, de Huércal Overa; Casas, de Vera, y Foto López, de Garrucha. El primero, en coordinación con mi padre, hizo postales de Los Gallardos que viajaron por todo el mundo. Eran tiempos de emigración y silencio. Había vida y dignidad en aquellas polvorientas calles. Inviernos de sabañones y madres curando todo con yodo artesano y la pluma de una gallina. Rincones de azufre, zotal y corrales. Pobreza no exenta de dignidad por mejorar. Las cocinas de leña dieron lugar al butano, al frigorífico, y el televisor que traía Melchor García o el padre de Juan el de la leche desde Alemania. Las personas queridas y desaparecidas nos recuerdan, con el trabajo de Manu y Juan Antonio Soler, la fugacidad de la infancia. En definitiva, riguroso trabajo que aporta conocimiento para saber de dónde venimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario