Miguel Cabrera
Corresponsal de El Mundo
«Lo sentimos, pero la cita para su hija se anula porque el dermatólogo se ha marchado». Sebastián Cruz no acertaba aún a entender la llamada desde el Hospital La Inmaculada de Huércal-Overa el pasado lunes, en la que le comunicaron que su hija de 13 años no podría ser atendida por el dermatólogo el próximo 27 de abril, como estaba previsto, a pesar de que padece un proceso grave de psoriasis y está sometida a un tratamiento muy agresivo que precisa de un continuo seguimiento y supervisión. «Está bien, pues deme cita para otro día con otro médico», acertó a decir a la operadora. «No es posible, porque no hay ningún otro dermatólogo», le contestó. «¿Y qué hacemos, entonces?», preguntó. «Estamos tratando de solucionarlo», escuchó como única respuesta.
Hospital La Inmaculada, de Huércal-Overa |
La falta de especialista ha llevado ya a Sebastián a decidir, por sí mismo, la suspensión del tratamiento de su hija, debido a que su pediatra le había advertido de que las últimas analíticas ofrecían «niveles no normales», e incluso que «tenía el hígado de una persona alcohólica», lo que podría estar directamente relacionado con la medicación que estaba tomando para la psoriasis. De ahí a que la pediatra le dijera que tendría que ser el dermatólogo quien decidiese qué hacer. En la actualidad, la adolescente ha dejado de recibir tres dosis del tratamiento que tan bien le estaba funcionando contra una 'psoriasis con placas generalizada' que le había llegado a afectar al 90% de su cuerpo.
Por supuesto que la contestación que recibió en el hospital comarcal del Levante almeriense no le satisfacía en absoluto, así que al día siguiente se presentó en el centro y pidió ser atendido por un asistente social. «Después de esperarle una hora y media, me volvió a decir que no había ninguna solución, por lo que le planteé que una cadena de televisión acudiría al día siguiente al centro para grabarme mientras presentaba una reclamación. Solo cuando escuchó esto se ofreció a concertar una cita con la gerente del hospital», Eva Jiménez, explica el padre de la joven paciente.
La gerente le confirmó a continuación que La Inmaculada se había quedado sin dermatólogo -también sin otorrino-, pues se había marchado a Granada porque, según le explicó, «este hospital comarcal no es atractivo para los especialistas y en cuanto tienen la oportunidad se van a otros lugares»
La gerente le confirmó a continuación que La Inmaculada se había quedado sin dermatólogo -también sin otorrino-, pues se había marchado a Granada porque, según le explicó, «este hospital comarcal no es atractivo para los especialistas y en cuanto tienen la oportunidad se van a otros lugares». La gerente también le aseguró que el centro estaba buscando facultativos para sustituir a los especialistas en otras provincias, aunque intentaría concertar una cita para su hija en el Hospital Torrecárdenas de Almería cuanto antes, si bien al día de hoy todavía no se le ha dado ninguna solución.
Sebastián Cruz supo días después que otros muchos pacientes se encontraban en la misma situación que su hija, incluidos algunos con cáncer de piel, algo que han confirmado fuentes médicas. En la misma situación están los pacientes de Otorrinolaringología, que deberán ser también derivados al hospital de Almería, a más de 100 kilómetros de distancia. Pero sus quejas no acaban aquí: «En el hospital me tratan como si estuviera pidiendo un favor, cuando se trata de la salud de mi hija», se lamenta, al tiempo que dice no entender cómo no pueden incentivar a los médicos «cuando se gasta tanto dinero en tonterías». De ahí que anime al resto de afectados a presentar una reclamación ante el hospital, como ya ha hecho él.
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