Antonia Sánchez-Villanueva
Subdirectora de La Voz de Almería
La pequeña tenía tan solo cuatro años, se llamaba Ridelca Josefina y había nacido en República Dominicana. Una noche -quizá madrugada de marzo de 1996-, la niña cayó por la ventana del séptimo piso en el que vivía con su familia en el barrio burgalés del Gamonal y murió por el brutal impacto contra el suelo del patio interior del edificio. Fue un suceso impactante en esa comunidad, como ocurre cuando los protagonistas de la tragedia son niños. La madre era una entonces joven dominicana llamada Ana Julia Quezada, que había llegado a España en 1993 y se había instalado en la ciudad castellana. Su padre adoptivo, quien descubrió el cuerpo inerte de la niña, era Miguel Ángel, el burgalés que se había casado con Ana Julia un año después de su llegada.
El pasado de Ana Julia, plagado de sospechas |
La investigación del caso se cerró como un accidente. El atestado que levantó la Comisaría Provincial de Burgos por el suceso del número 41 de la calle Camino Casa de la Vega fue archivado por un juez al no apreciar ningún indicio de que la muerte de la pequeña no fuera accidental. El relato de lo que ocurrió indica que el padre adoptivo y por entonces pareja de Ana Julia entró en la habitación de las menores y comprobó que Ridelca Josefina no se encontraba en la cama, dirigiéndose a una habitación contigua destinada a cuarto de recreo de las niñas. Fue desde este cuarto donde vio que la ventana de doble hoja estaba abierta y que su hija adoptiva estaba tendida en el suelo del patio interior del primer piso. La Policía no apreció indicios de criminalidad.
Más de dos décadas después de este hecho luctuoso, la muerte de un pequeño de tan solo ocho años en Las Hortichuelas (Almería), a más de 800 kilómetros de Burgos, ha desempolvado lo ocurrido en 1996 en el número 41 de la calle Camino Casa de la Vega. La detención de Ana Julia Quezada como presunta autora de la muerte de Gabriel Cruz, hijo de su actual pareja, ha puesto el foco en estos hechos del pasado, de modo que la Policía ha vuelto a sacar el expediente y ha anunciado que revisará lo ocurrido. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, dijo ayer que aquel atestado policial que quedó sobreseído “está localizado” y ahora queda por saber “qué es lo que ha pasado”.
Por su parte, La delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro, confirmó también ayer que actualmente los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado investigan los antecedentes de Ana Julia Quezada durante los 20 años en los que ésta residió en Burgos. De hecho, ha trascendido que la Guardia Civil estuvo indagando en el pasado de Ana Julia en esta ciudad desde el momento en el que las sospechas sobre ella empezaron a cobrar fuerza, en especial desde la aparición de la camiseta de Gabriel en unos cañaverales. La prenda fue ‘encontrada’ precisamente por la ahora detenida.
Fue también esta circunstancia la que volvió a traer a los habitantes del barrio de Gamonal el recuerdo de la conocida vecina dominicana, bastante popular en la zona porque durante varios años trabajó como empleada en una carnicería y en otros negocios del barrio, como un hostal, siempre de cara al público. Ha sido también este foco mediático de Ana Julia a raíz del hallazgo de la camiseta el que ha proporcionado a los investigadores otros datos procedentes de su etapa en Burgos.
De acuerdo con una información que maneja Diario de Burgos, un vecino de esta ciudad, hijo de un hostelero con el que la mujer mantuvo una relación sentimental tras separarse de Miguel Ángel, se puso en contacto con la Guardia Civil tras verla por televisión por el caso de Gabriel y les contó que su padre, ya fallecido, le había dejado dinero de un seguro de vida y había contraído algún crédito a beneficio de ella sin conocimiento de los hijos y que Ana Julia desapareció de sus vidas nada más fallecer él.
La noticia de la detención de la mujer por la muerte del pequeño Gabriel Cruz ha caído como un mazazo entre sus antiguos vecinos del barrio de Gamonal. Allí nadie ha dudado nunca de la versión de muerte accidental de la niña Ridelca Josefina, ni ha tenido aparentemente motivos para tener sospechas de nada sobre Ana Julia. La hija de esta, Judith, nacida de su relación con Miguel Ángel, tuvo que ser ingresada en un centro hospitalario con un ataque de ansiedad tras conocerse la noticia de la detención de la madre en Almería. Judith, que trabaja como camarera, sigue viviendo en el mismo barrio de siempre, en Gamonal. Cuando murió su hermana mayor, Judith tenía dos años.
Después de la tragedia, la familia se trasladó a otro piso, pero de la misma calle, y allí siguieron viviendo el padre y la hija. Ana Julia, por su parte, tuvo otras parejas y ya hacia 2014 se trasladó a Almería con Sergio, otro burgalés con el que había conocido la zona de Las Negras durante unas vacaciones, y con el que vino para instalarse y montar después un negocio de hostelería. La relación se cortó cuando Ana Julia conoció a Angel, el padre de Gabriel, con el que hace poco más de un año inició un relación que ha desembocado en un horrendo crimen.
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