Rosa Ortiz
Periodista
El Servicio de Criminalística de la Policía Judicial analiza una camiseta que ayer, en torno a las seis de la tarde, encontró el padre del niño desaparecido, Ángel Cruz, cuando realizaba una batida por la zona en compañía de un grupo de voluntarios. El resultado de las pruebas podría tenerse en un plazo de 48 horas, precisaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno. Las pruebas determinarán si se hallan restos de ADN del niño desaparecido.
Todos los medios de comunicación se han volcado en la búsqueda de Gabriel (Imagen: Telecinco) |
La prenda, una camiseta de manga corta “con dibujitos” fue identificada por los progenitores del menor como la que el niño llevaba debajo de la sudadera roja con capucha que vestía en el momento de su desaparición. El hallazgo se produjo en los alrededores de una depuradora situada cerca del Barranco de Las Águilas y en el entorno del trayecto que conduce a la Cala de San Pedro. El lugar está situado a unos 20 minutos andando (algo más de tres kilómetros) de la casa de la abuela de donde salió Gabriel la tarde del martes, momento de su desaparición.
La prueba fue trasladada de inmediato al puesto de mando operativo dispuesto en la biblioteca de Las Negras y, desde allí, a la Comandancia de la Guardia Civil en Almería. “La camiseta la ha encontrado el padre cuando realizaba una batida por la zona con otros familiares y un grupo de voluntarios. Ahora, habrá que analizarla como prueba para determinar si hay coincidencia biológica y eso lleva algo de tiempo”, confirmaron fuentes de la Guardia Civil.
El hallazgo hizo que la búsqueda se reactivara a partir de las siete de la tarde, con una veintena de patrullas de la Policía Científica desplegadas por la zona. Agentes de la Guardia Civil acotaron de inmediato el perímetro para impedir el acceso a personas ajenas a la investigación y acordonaron todo el entorno que rodea a la depuradora para evitar la contaminación de otras posibles pruebas. La inspección de los seis depósitos de agua con que cuenta la planta se retomará hoy en cuanto amanezca. Anoche, se decidió no seguir adelante con la búsqueda por la nula visibilidad para los buzos de la Unidad de Actividades Subacuáticas que tienen que realizar el reconocimiento y que a lo largo de los últimos días -con la ayuda técnica de Bomberos del Poniente- han rastreado balsas, albercas, aljibes y pozos en un radio de varios kilómetros. Según la familia, en el momento de su desaparición, el pequeño Gabriel Cruz llevaba puesta una sudadera roja y un pantalón negro de deporte.
El entorno de la planta depuradora donde ayer se encontró una camiseta que podría pertenecer a Gabriel Cruz está situada a algo más de tres kilómetros de la vivienda de la abuela. El niño desapareció cuando iba desde esa vivienda a otra de un familiar situada a apenas cien metros de distancia. La zona acotada por la Guardia Civil está cerca del Barranco de las Águilas y a escasa distancia del aparcamiento para vehículos de la Cala de San Pedro. Al despliegue de efectivos que buscan a Gabriel Cruz se unieron ayer miembros del SEREIM, el Servicio de Montaña de la Guardia Civil con base en Sierra Nevada y el escuadrón de caballería del instituto armado. Ambas unidades están ayudando a realizar la inspección en las zonas más altas y en los acantilados de la zona de costa. “Estamos recorriendo cunetas, cortijos y veredas, volviendo a pasar por los sitios que ya se han inspeccionados una y otra vez para que nada se pase por alto”.
Guardia Civil: “Sabemos que se nos acaba el tiempo”
Contra reloj, sin apenas dormir desde hace cinco días, más de medio centenar de agentes adscritos a la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Almería buscan con denuedo claves, pistas o pruebas que permitan esclarecer la desaparición de Gabriel Cruz, el niño de 8 años desaparecido el martes en Las Hortichuelas. A las órdenes del capitán José María Zalvide -treinta y pocos años, salido de la Academia General de Zaragoza y uno de los hombres con más proyección de la Comandancia-, los investigadores tratan de tirar de todos los hilos para desenredar la compleja madeja en la que se ha convertido el caso.
Les ayuda un equipo de la Unidad Central Operativa (UCO) que llegó de Madrid el jueves por la tarde, especializado en la resolución de desapariciones, secuestros y homicidios. Al frente de todos ellos está el teniente coronel José Hernández Mosquera, mando de operaciones de la Comandancia. “Estamos en la fase de analizarlo todo, porque somos conscientes de que se nos acaba el tiempo”, explican fuentes de la investigación. Desde que el padre del menor, Ángel Cruz, denunció, cinco horas después de que se perdiera su rastro, la desaparición en el puesto principal de la Guardia Civil de Níjar, los agentes han recopilado una “cantidad ingente” de información que, materialmente, no han podido verificar al completo porque lo más importante ahora, dicen, es dar con una clave que permita averiguar el paradero del niño. “Se están procesando muchos datos de todo tipo, pero hay pruebas contradictorias que no aclaran”, añade Andrés García Lorca, subdelegado del Gobierno en Almería. Garcia Lorca hizo estas declaraciones antes del hallazgo de la camiseta.
La Guardia Civil mantiene abiertos dos escenarios desde el inicio de la búsqueda, siendo uno de ellos el rastreo de cunetas, balsas, pozos, cortijos y veredas en el entorno donde se vio al menor por última vez. “Se han batido todas las zonas lógicas por donde un niño de las circunstancias de Gabriel podría haber transitado”, apuntó ayer el teniente coronel Hernández Mosquera.
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