Jose Fernández
Periodista
➤➤Encarni Castro era, hasta hace unos días, una madre almeriense joven y con toda una vida por delante que fue a operarse un tumor benigno en Torrecárdenas. La operación se complicó tras sufrir un ictus y, por falta de radiólogo de guardia, tuvo que ser evacuada a Granada para ser tratada. Durante el trayecto, el cerebro de Encarni sufrió un daño muy severo y, a día de hoy, esa misma madre joven, con toda una vida por delante y que entró por su propio pie en Torrecárdenas, no puede hablar ni tampoco leer a causa de ese daño.
Hospital de Torrecárdenas |
Este es el resumen del caso que publica la periodista Rosa Ortiz. No soy médico y no estoy capacitado para valorar si existieron o no negligencias, como comprensiblemente quiere que se depure el marido de la paciente. Lo que sí sé es que esta falta de personal médico que, según la información, ha tenido tanto que ver en el penoso desenlace ha sucedido en el hospital de referencia almeriense adscrito al Servicio Andaluz de Salud, ese sistema que, según los responsables de la Junta de Andalucía, es su “joya de la corona”. Y es que no estamos hablando de un imprevisto de quirófano, sino de un problema de organización en ese sistema aparentemente sensacional.
Me pregunto qué no estarían diciendo ante un caso así los responsables del PSOE si la gestión sanitaria estuviera en otras manos. Me pregunto también qué estarían investigando o ante qué puertas estarían apostados algunos medios de comunicación que consideran que asuntos incómodos para la Junta no son dignos de entrar en su escaleta. Y me pregunto también la razón por la que estos hechos no merecen la atención de los carpinteros sindicales que ensamblan mesas, foros y herramientas de debate para la sedicente “sociedad civil”. Espero que dentro de poco Encarni pueda leer y comprender estas líneas. Otros se las pasarán por donde ya saben ustedes.
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