Luis Fernández
Arquitecto
➤➤Debo confesar que las noticias del día 4 último, publicadas en algunos medios escritos, en relación con la posible ubicación del monumento a los Coloraos, así como de la ordenación de la Plaza Vieja, me han producido cierta inquietud. En sintonía con mi admirado, y también urbanista, Gonzalo Hernández Guarch, cuyas opiniones vertió, no hace mucho, en este medio, considero que un “obelisco” conmemorativo, en el que domina la verticalidad, debe erigirse en lugares donde confluyan perspectivas desde distintos y distantes ámbitos urbanos... Le corresponde la función de focalizar, de orientar, de servir de “faro guia”, de cuantas más alineaciones vicarias la, mejor.
Plaza Vieja |
Así se favorece, de un lado, la contemplación del monumento, y de otro, la identidad urbana de la ciudad. Este es un monumento que no se debe esconder, como lo está ahora, en una caja, por bella que esta sea. Tiene otras muchas funciones ciudadanas que cumplir. El ejemplo parisino debería ilustrar a los responsables del traslado. Qué duda cabe que existen en Almería algunas confluencias urbanas que podrían ser adecuadas para la ubicación del magnífico monumento a los Mártires de la Libertad (que llegaron por mar).
No obstante, a la ubicación que aparece publicada en La Voz, el día referido, sólo le faltan 50 m. hacia levante para ser, quizás, la mejor. Pero son necesarios esos 50 m., de lo contrario, seguiremos con el obelisco escondido, entre la vegetación, más cercana y densa que ahora, y el edificio (lástima) del Gran Hotel.
Parece evidente que su sitio ideal es el lugar que hoy ocupa la fuente rectangular del final de la magnífica Rambla de Almería
Parece evidente que su sitio ideal es el lugar que hoy ocupa la fuente rectangular del final de la magnífica Rambla de Almería, donde confluyen las visuales de la propia Rambla, del Espigón de Levante, del Parque Nicolás Salmerón, Parque de las Almadrabillas, Carretera de Ronda, Carretera de Sierra Alhamilla y Avenida del Cabo de Gata. Y... desde el Mar Mediterráneo, por donde llegaron los Coloraos.
Las históricas y esbeltas palmeras nada estorban, si no que, más bien, son imprescindibles
En otro orden de cosas, mi segundo motivo de inquietud es la pretendida eliminación de la vegetación de la Plaza Vieja. De acuerdo en que esta no debe ser un jardín, tiene otras misiones mucho más deseables. Pero las históricas y esbeltas palmeras nada estorban, si no que, más bien, son imprescindibles contribuyendo desde dentro a señalizar la tercera dimensión y desde fuera a la identificación de tan recoleto y bello lugar.
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