Asociación
Amigos de la Alcazaba
➤➤La Plaza Vieja tiene más de mil años de historia y durante todo este tiempo ha sido el lugar más emblemático de la ciudad, el centro histórico, político, administrativo, comercial, lúdico, el lugar donde todos nos reconocemos como “nosotros mismos”. Nació cuando nació la ciudad de Almería. Al principio estuvo fuera del recinto amurallado por Abderramán III y después se integró en la ciudad cuando Jayrán amplió las murallas hace mil años. Estaba situada en el estratégico cruce de las dos calles principales: la que iba de oeste-este desde la Mezquita Mayor a la Puerta de Bayyana (Purchena) y la que iba de norte-sur hasta el puerto. Allí se situaba el zoco y estaba rodeado de casas para baños, fondas, sedes de las autoridades locales, siendo además el gran espacio público para ejercicios ecuestres, juegos de cañas y otras diversiones. Así durante 500 años.
Plaza Vieja (Foto: Amigos de la Alcazaba) |
Cuando los Reyes Católicos conquistaron la ciudad, pese al cambio de religión, Plaza de los Moros, del Mercado o Juego de Cañas, que así la llamaban, siguió siendo la gran plaza pública, el mercado de la ciudad, la sede de las instituciones locales y el espacio para representaciones y diversiones. Era la Plaza Mayor de Almería y por eso aquí se trasladó el Ayuntamiento y la Casa de la Audiencia, por aquí pasaban los desfiles procesionales desde que se construyó la Catedral; aquí se celebraba el gran mercado de la ciudad y se construyeron la Alhóndiga y el Matadero; aquí se realizaban las grandes ceremonias, celebraciones, procesiones y desfiles civiles, políticos y religiosos; aquí se hacían los grandes espectáculos y las corridas de toros, aquí incluso se instauró la tradición almeriense de la “merendilla” en los toros, hace 350 años justos…
Con la proclamación de la Constitución de 1812, nuestra “Pepa”, se inició una nueva etapa para la Plaza Vieja. Viendo los cambios de su nombre se ve reflejada toda nuestra reciente historia de España: Plaza de la Constitución en 1812 y en otras 6 ocasiones, como ahora; pero también Plaza Real, Plaza de la Independencia Nacional, Plaza Vieja, Plaza de la Libertad…
En 1841, todavía con las murallas sin derribar, se remodeló la plaza construyendo soportales y elevando la altura un piso más de las casas alrededor de la plaza
Porque la Plaza Vieja tuvo vocación de ser el centro político e histórico de la nueva Almería del siglo XIX y se hicieron remodelaciones para destacar este carácter, dignificarlo y resaltar más su simbolismo como centro del poder democrático, del poder local del pueblo. En 1841, todavía con las murallas sin derribar, se remodeló la plaza construyendo soportales y elevando la altura un piso más de las casas alrededor de la plaza. Para dar homogeneidad se hicieron obras en el Convento de las Claras, que estaba desamortizado y dedicado a Diputación Provincial y el Gobierno Civil, que también se asomaban a la plaza junto al Ayuntamiento.
Todos estos cambios eran consecuencia en última instancia del nuevo sistema constitucional por el que lucharon aquellos voluntarios liberales a quienes llamaron los Coloraos por el color de sus uniformes y a quienes fusilaron vilmente, de rodillas y por la espalda, por luchar por las libertades y la Constitución. Los almerienses de entonces tuvieron la dignidad de reconocer el sacrificio de estos Mártires de la Libertad e inmortalizaron su recuerdo en 1837 con un cenotafio con la urna conteniendo los restos de los fusilados y más tarde, en 1868, con la aprobación de un monumento que se levantó en la recién construida Puerta de Purchena, a la entrada del Paseo de Almería, símbolo de la nueva Almería liberal y burguesa.
La remodelación de finales de siglo XIX y principios del XX dejó la Plaza Vieja con su fisonomía actual. El Ayuntamiento se elevó de forma física y simbólica por encima de los demás edificios; los soportales se modificaron porque ya no servirían para mercado pues acababa de inaugurarse el nuevo Mercado Central, junto al Paseo. Y para presidir este espacio público, símbolo del poder municipal y del pueblo, se acordó trasladar aquí el Monumento de los Mártires de la Libertad.
Y aquí debería seguir nuestro popular “Pingurucho”, después de 120 años, de no ser porque un Ayuntamiento franquista decidió demolerlo para no molestar la visita del dictador a nuestra ciudad. El monumento fue destruido, troceado y utilizado para hacer aceras. En cierta forma, por segunda vez, los Coloraos fueron eliminados y su historia también quiso eliminarse de la memoria colectiva de los almerienses.
Sólo con la vuelta de la Democracia se reparó esta ignominia y el Monumento fue reconstruido en el lugar del que nunca debió desaparecer. Ahora, el alcalde de Almería anuncia que esta histórica Plaza Vieja será remodelada, lo cual nos parece muy bien después de tantos años de obras. Pero lo hará con la oposición de una gran parte de la ciudadanía, sin ninguna participación democrática, sin respeto alguno por la historia, eliminando el arbolado y, por supuesto, el Monumento de los Coloraos.
Sólo con la vuelta de la Democracia se reparó esta ignominia y el Monumento fue reconstruido en el lugar del que nunca debió desaparecer. Ahora, el alcalde de Almería anuncia que esta histórica Plaza Vieja será remodelada, lo cual nos parece muy bien después de tantos años de obras. Pero lo hará con la oposición de una gran parte de la ciudadanía, sin ninguna participación democrática, sin respeto alguno por la historia, eliminando el arbolado y, por supuesto, el Monumento de los Coloraos.
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