El vuelo del AVE debe continuar


Pedro Manuel de la Cruz
Director de La Voz de Almería

➤➤En una provincia tan invertebrada como Almería, la llegada de la Alta Velocidad y la conjura para evitar la escasez de agua se han convertido en dos aspiraciones unánimes e irrenunciables. La convocatoria de La Voz para escuchar las voces de representantes políticos, empresariales y sindicales despejó cualquier espacio para la duda: El nuevo gobierno no debe modificar el cronograma inmediato de los pasos administrativos para la llegada del AVE, y el problema de la escasez de agua debe abordarse desde la trilogía complementaria y urgente de la desalación, los trasvases y la reutilización de las aguas residuales.

Nuevo Gobierno

Después de siete años de paralización ferroviaria, los compromisos contraídos con la sociedad almeriense por el ex ministro de Fomento se estaban cumpliendo con una escrupulosidad desconocida en una provincia en la que los proyectos o no llegan o llegan siempre tarde. El Gobierno de Mariano Rajoy, que desde 2012 no dio ni un solo paso, había desplegado en los últimos doce meses un ritmo formidable para que la Alta velocidad llegue a Almería en 2023.
El Gobierno de Pedro Sánchez se ha encontrado con la tarea hecha y, ahora, lo que tiene que hacer es desarrollar el siguiente paso. Nada indica que no lo vaya a hacer
En su cronograma tenía previsto que, antes de que finalizara junio, saldrían a licitación todos los tramos entre Murcia y Almería. Los proyectos técnicos están realizados, las expropiaciones en marcha y la salida a licitación comprometida. El Gobierno de Pedro Sánchez se ha encontrado con la tarea hecha y, ahora, lo que tiene que hacer es desarrollar el siguiente paso. Nada indica que no lo vaya a hacer.

Es verdad que el proyecto diseñado por el PP no era el que hubiese deseado el PSOE, pero 64 kilómetros de vía única en un trayecto de casi 200 no debe ser un obstáculo para un Gobierno que, por responsabilidad, está dispuesto a gestionar unos Presupuestos Generales del Estado con los que mantenía un desacuerdo abismal. Los políticos tienen el compromiso de gestionar la realidad aunque, a veces, se vean obligados a convivir con el perfil incómodo de la insatisfacción parcial.
No nos engañemos: o el nuevo Gobierno continúa la hoja de ruta diseñada por quienes le precedieron o la Alta Velocidad acabará despeñándose por el abismo de un retraso tan peligroso que puede ser eterno
Treinta y dos kilómetros no pueden situar en vía muerta un proyecto que, si ahora se detiene, nadie sabe cuando volverá a ponerse en marcha. No nos engañemos: o el nuevo Gobierno continúa la hoja de ruta diseñada por quienes le precedieron o la Alta Velocidad acabará despeñándose por el abismo de un retraso tan peligroso que puede ser eterno. Las fuerzas políticas y sociales almerienses así lo entienden y, aunque con matices -todos aspirarían a más- así lo explicitaron en el encuentro convocado por este periódico.

No es el mejor proyecto al que todas aspirarían, pero es el que Almería necesita para, como mínimo, los próximos treinta años. Ahora corresponde al Gobierno y al ministro de Fomento atender esa demanda sin demora. No hay ni un solo motivo -técnico, económico o estratégico que justifique un aplazamiento en el plazo comprometido para las licitaciones previstas.

Los socialistas, con los túneles ya realizados y los tramos construidos, pusieron Almería en el mapa de la Alta Velocidad. El ministro De la Serna retomó el proyecto con una voluntad tan decidida que nadie, ni sus adversarios, le niegan. Ahora lo que hace falta es que nadie retrase lo que tanto se necesita. El ministro Ábalos tiene en su mano convertir en realidad lo que los almerienses tanto desean y por justicia histórica y rentabilidad social les corresponde.

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