Maura Hillen
Presidente de Abusos Urbanísticos Almanzora No
➤➤➤Al conocido escritor irlandés George Bernard Shaw se le conoce la frase “El progreso es imposible sin cambio, y los que no pueden cambiar sus mentes no pueden cambiar nada”. A esto quisiera añadir que, para cambiar algo, también viene bien la capacidad de moverse, de ayudar, de contribuir. Durante varios años el PSOE, y especialmente la ejecutiva provincial, se movió, ayudó y contribuyó a plasmar soluciones encaminadas a resolver el problema del urbanismo irregular que asola nuestra comunidad autónoma. Pero entonces algo pasó y el PSOE provincial ya no parece estar dispuesto a cambiar nada más. Pese a ello, sigo siendo optimista y estoy convencido de que la mayoría de los miembros del PSOE almeriense quieren seguir avanzando en soluciones, pero que hay algo que les detiene. No sé lo que es, pero sospecho que tiene que ver con lo que yo cariñosamente llamo el “bunker medioambiental” de la Junta de Andalucía en Sevilla.
Reunion de AUAN con el Partido Popular |
Pensándolo bien, quizás la palabra bunker sea errónea. Quizás sea mejor hablar de la “torre de marfil”. Creo que tiene que ser una torre de marfil, pues la gente de la torre siempre está hablando de “sostenibilidad”, a modo de una especie de mantra colectiva; y el problema es que la torre no termina dando soluciones sostenibles, básicas, prácticas y ágiles a este problema social y medioambiental. Sí es cierto que de vez en cuando insiste en una que otra demolición, lamentablemente a veces de personas que compraron de buena fe.
De hecho, eso de restauración del medioambiente con demoliciones me hace gracia, e invito a mis lectores a que visiten los lugares donde se han demolido viviendas para ver los escombros que se dejan, los cimientos, a veces la piscina, las terrazas y las explanadas. Casas muchas veces rodeadas por muchas otras casas, también irregulares, pero que, seguramente por el azar del destino, no se pueden demoler. No se las puede demoler pero que tampoco se les da solución. ¡Miles de viviendas irregulares que siguen sin medidas correctoras medioambientales, afectando a los acuíferos, etc.! ¡Menudo proceder y menuda restauración del medioambiente!
Tras la LOUA, ha venido la LUSA, una nueva Ley que no da solución al problema de las viviendas irregulares, pero que por lo menos nos va a tener entretenidos durante varios años, tratando de interpretarla
Y ahora la torre de marfil ha emitido una nueva versión de la LOUA, la LUSA. Una nueva Ley que no da solución satisfactoria alguna al problema de las viviendas irregulares, pero que por lo menos nos va a tener entretenidos durante varios años, tratando de interpretarla, rascándonos la cabeza para ver cómo afecta al planeamiento y a las leyes existentes. En fin, mucho me temo que será una costra adicional a una herida urbanística que no va a dejar de supurar. Ahora sí, se podrán dar muchas charlas y ponencias que no llevarán a ninguna parte, y al final nos daremos cuenta que solo hemos añadido más confusión a la maraña urbanística andaluza y que la herida se está gangrenando. Todo ello se debe a la incapacidad de la torre de marfil de cambiar sus opiniones ante una realidad abrumadora.
Mientras tanto, en Cantoria entendemos que el PSOE ha cuestionado por qué salimos en una foto con un miembro del PP condenado por un delito urbanístico. Somos conscientes y conocemos muy bien esta condena; ahora sí, consideramos que la gente tiene derecho a cambiar y que no se puede condenar para siempre al que ha cometido errores. De esta forma si esa persona ha cumplido con su condena, reconoce su error, y quiere ayudar de forma convencida y energética a la solución de estos problemas urbanísticos, como nos está mostrando, pues bienvenido sea. A nosotros nos gustan los hechos; no estamos en la lucha política general, y solo queremos que este problema se resuelva, así como lo quiere la sociedad andaluza.
De hecho, los partidos deben concentrarse más en dar soluciones, en gestionar bien los intereses de los ciudadanos; que en luchar entre ellos. Es lo que pedimos, así como pedimos un poco más de sensatez y de humanidad, para lograr soluciones rápidas y duraderas que de verdad resuelvan el problema medioambiental de estas viviendas. Dicho de otra forma, ¡ojalá que en Sevilla se bajen de su torre de marfil!
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