Baamonde: “Cajamar abre sus puertas a las cajas rurales”

Juan Folío

@opinionalmeria

➤ Eduardo Baamonde, presidente del Grupo Cooperativo Cajamar, reiteró ayer en Las Palmas de Gran Canaria su ofrecimiento a las cajas rurales pequeñas: la integración en su entidad, algo que ve necesario por la dimensión que precisa el sector y el cumplimiento normativo.

La nueva sede de Cajamar

Según explicó Baamonde lo primero que tenían claro todas las cajas rurales que se incorporaron al grupo es que "se necesitaba dimensión porque la economía cada día es más globalizada y los clientes, que inicialmente muchos eran agricultores, después cooperativas y luego industrias agroalimentarias, también fueron creciendo junto a nosotros". "Tras la crisis financiera el cumplimiento normativo y la supervisión del Banco Central Europeo exigieron unos servicios centrales y una solvencia reforzadas con fusiones, y estamos muy contentos por el resultado tanto de solvencia como de conocimiento interno, pues las economías generadas nos han permitido estar ahora dentro de las doce entidades financieras más importantes de España y se siga cumpliendo con la función territorial", explicó.

"Lo más probable es que ellos –dijo Baamonde en referencias a estas cajas rurales-, que no están dentro de Cajamar, vayan tomando decisiones que tiendan a la integración y, desde luego, el grupo siempre tiene las puertas abiertas"

"Lo más probable es que ellos –dijo Baamonde en referencias a estas cajas rurales-, que no están dentro de Cajamar, vayan tomando decisiones que tiendan a la integración y, desde luego, el grupo siempre tiene las puertas abiertas para participar en un proyecto en el que siempre ha creído, que es la constitución de una gran caja rural española, al modelo de lo que hay en Holanda, Francia y en otros países de Europa".

Cajamar ha inaugurado en la capital grancanaria una nueva sede de la dirección regional, en la calle Mayor de Triana. Se trata de un inmueble histórico que compró a la Cámara de Comercio por 7,7 millones de euros y fue sede del Monte de Piedad de Las Palmas en sus inicios y posteriormente de la propia Cámara. Tiene tres plantas con más de 680 metros cuadrados. La fachada principal es de tipo ecléctico y academicista. Su construcción data de 1916 y fue vivienda de Jaime Sintes Llabres. El arquitecto fue el canario Pelayo López y Martín Romero, autor también del Pabellón de Canarias en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.