Antonio Ruiz Escaño
El niño de Leone
➤He confesado en algunas ocasiones que mi afán fue
siempre ser actor. Y digo mi afán porque me gustaba el cine y tuve la gran
oportunidad y la suerte de que el maestro Sergio Leone se fijara
en mí para dos de sus películas de la Trilogía del Dólar, La muerte tenía un
precio y El bueno, el feo y el malo. A partir de esas películas hice muchas más como actor quedando patentado en los créditos. Por
citar algunos actores trabajé junto a Yul Brynner, Anthony Quinn, Charles
Bronson y Robert Mitchum.
El autor de este artículo junto a Yul Brynner |
El western es un género que cautiva a
muchas personas, de tal manera que se apoderó de mi corazón. Yo recuerdo de
niño que jugaba a indios y vaqueros, ¿Quién no ha jugado? En junio de 1976, gracias a lo que aprendí con Sergio
Leone, percibí que el western tenía que seguir vivo. Fue cuando decidí contactar
con Alfredo Fraile para abrir las puertas del western en
el poblado del Fraile de Tabernas, hoy Mini Hollywood.
Fue un viaje de mucho provecho para nuestra
Almería, de que hubiera un espectáculo en vivo del western en directo en
Tabernas en definitiva. Yo creo, modestias aparte, que mi idea fue muy positiva,
dado que despertó el sueño de muchas personas amantes del género. Recuerdo que
al poco tiempo comenzaron a hacerse anuncios publicitarios del western
y atrajo mucho turismo al poblado.
Pocos años después mi amigo y compañero
especialista Rafael Molina, propietario de decorados cinematográficos de
Almería, hoy Fort Bravo/Texas Hollywood, restauró el poblado para el
turismo y para el cine. El poblado está muy bien enfocado para los visitantes
Y cinematográficamente.
Almería es territorio cinematográficamente sagrado
avalado por sus rodajes de películas de muchos éxitos. En esa época íbamos a caballos al Rancho Leone, porque
era y es un lugar muy importante en la historia del cine del western.
Desde hace mucho tiempo me he preguntado que por qué no
se ha reconocido mi lucha y mi labor como fundador y creador de que
nuestra Almería estuviese en el punto de mira del cine y el turismo,
ante el gran declive que se produjo cuando se dejó de hacer cine.
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