Emilio
Ruiz
➤ Cuando
el 14 de noviembre el barómetro del CIS informó sobre la posibilidad de que Vox
consiguiera un diputado por Almería, la reacción de la mayoría de los partidos
fue llamarle a José Félix Tezanos de todo menos bonico. “Pasar de 944 votos a alrededor de 17.000,
que es como puede ‘salir’ el diputado número 12 por la provincia se antoja
quimérico, por mucho que a Tezanos le salgan las (o mejor, “sus”) cuentas”,
escribió, también incrédulo, en su carta a los lectores el director de La Voz
de Almería, Pedro Manuel de la Cruz.
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| Resultados de la encuesta de Sociométrica en Almería |
En
la encuesta de ayer de La Voz, realizada por Deimos Estadística con nada
menos que mil entrevistas, el diputado de Vox vuelve a asomar la patita con el
5 % de los votos. Sigma Dos, para El Mundo, llega más lejos y asigna ese diputado
a Almería con el 11 % de los sufragios. Algún agua debe llevar ese río cuando,
en la última visita de Pablo Casado, ha radicalizado su discurso hablando de la
inmigración en unos términos que agradan a los oídos de los votantes del
partido de Santiago Abascal. Con este mismo propósito, ha llegado incluso a
plantear la retirada de las competencias de Educación a la Junta de Andalucía, una
medida tan drástica que no aparece en su programa ni ha sido debatida en ningún
órgano del PP o en las autonomías donde gobierna.
¿Por qué Casado radicaliza su lenguaje de esa forma?
Está claro: porque los datos que a él le llegan también alumbran la posibilidad
de que Vox encuentre un hueco en el Hospital de Las Cinco Llagas. Y no solo con
un asiento, sino con hasta cuatro, como apunta la encuesta de 40dB, para El
País.
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