Antonio Torres
Director de Canal Sur en Almería
➤ La nueva novela de Luís Caparrós recorre la
historia de una familia morisca que siglo tras siglo va narrando el sentido y
la razón de su existencia, de vivir en este mundo. Completa una trilogía cargada de amor
y bellas historias y relatos. Unos muy tristes y desgarradores, otros repletos
de alegría y felicidad que no dejan indiferente al que tiene la fortuna de
leerla.
Luis Caparrós |
Luís Caparrós Mirón (Rambla de Oria, 1955)
es un hombre que conoce muy bien la provincia por haber sido alcalde de
Purchena y delegado de la consejería de Obras Públicas y Urbanismo de la Junta
de Andalucía. Su experiencia de escritor y sus estudios de investigación le
avalan en el conocimiento profundo de la sociedad almeriense. Sus anteriores, Lagrimas saladas y El árbol de
la memoria se completan con Volver tras mis pasos, trabajos
literarios editados por Círculo Rojo, que desde hace unos días se
encuentran en todas las librerías. Es una trilogía que concluye con esta
tercera novela donde el personaje central, Nadir Vega Chacón, emigra con su familia en los primeros años sesenta del
pasado siglo a Barcelona como tantos millones de andaluces.
En Cataluña montan un imperio de los tejidos. Nadir vuelve a
Purchena, ya en la época socialista con Felipe González y coincidiendo con el
regreso de El Guernica, desde Nueva York, al Museo del Prado. En su vieja
biblioteca escribe toda su vida desde la infancia a través de los relatos y
diálogos que mantiene con sus abuelos. Hace un recorrido por la
historia de España durante los siglos XIX y XX, lo que supuso para España y
Almería la Guerra de la Independencia, el conflicto de Cuba y la contienda con
la sangrante guerra del norte de Marruecos que tuvo a la almeriense Carmen de
Burgos, Colombine, como primera reportera de guerra enviada especial al
conflicto.
Nadir hace un relato del soldado Milagros, vinculado a una
familia que mantenía relación de amistad con la familia Nadir de Purchena. El
soldado, natural de El Arroyo Medina, pedanía de Oria, tiene la peculiaridad de
haber asistido a los dos frentes, tanto al de Marruecos como al de Cuba, con la
gran suerte de regresar ileso a su tierra. “Eran tiempos en el que los soldados
de familias pudientes pagaban a una familia humilde para no ir a la guerra,
unas cinco mil pesetas de la época”. Curiosamente, eso le ocurrió a Andrés
Flores Soler, abuelo de este periodista, que fue a luchar en Cuba y años
después se convirtió en 1925 en alcalde de Los Gallardos, tras independizarse este
municipio de Bédar.
Es importante que se lea la novela Volver tras mis
pasos para conocer de una manera imparcial lo
ocurrido en la Guerra Civil, en todo el Valle del Almanzora y en concreto en
Purchena y en los núcleos de Sierro, Suflí, Armuña, Tíjola, Zurgena y Albox,
entre otros. “Fue una guerra desgarradora con vivencias como las de algunas
familias que en su seno tuvieron a los conocidos maquis que se refugiaban en la
Sierra de los Filabres y cómo dos de estos personajes fueron acribillados por
la Guardia Civil, siendo hombres que no habían cometido delito de sangre ni de
ningún otro tipo y que fueron enterrados en una fosa común fuera de las tapias
del cementerio de Sierro”.
De esta situación, Antonio Valeriano Manchón Jiménez
(Nerpio, Albacete, 1912-Cortijo Lorrán, Oria, 1941), conocido por El Carbonero, fue víctima de la represión de los golpitas que le obligaron “a
tirarse al monte para sobrevivir, asaltando a familias pudientes con las que
protegía a cortijeros humildes de la zona”, en una época de hambre, cartillas
de racionamiento, silencio y exilio.
“El carbonero Antonio Valeriano fue muy
popular. Se encuentra con otro arriero en la Boca de Oria que se echa a llorar
al ver al carbonero exclamando "¡Qué mala suerte tengo con encontrarme con usted
esta mañana!". Y ni corto ni perezoso en ese momento el carbonero Antonio le
mata a la mula hambrienta y esquelética diciéndole: "Ve usted aquel cortijo que
hay al fondo, acérquese y cómprele una hermosa muleta con estas 16.000 pesetas
que le entrego". Una vez que el carbonero comprobó que el arriero bajaba loco de
contento con la muleta (mula joven), el carbonero se presentó en el cortijo del
señorito y le dijo; "Dame las 16.000 pesetas de la muleta que acabas de vender”.
Son historias que merecen la pena conocerlas y que Caparrós las incluye en su
novela.
La novela recoge la figura de los arrieros
que tenían una buena relación con la familia del protagonista de la novela, Nadir Vega, con la expresión que le cuenta al abuelo de Nadir: “Ay, señor Roque, qué susto me llevé: Yo iba camino de Baza con mi burra en una noche clara de
luna llena cuando de pronto empezó a oscurecerse y oscurecerse poniéndose negro
como la boca de un lobo y de pronto empieza a esclarecer, esclarecer, como si
fuera de día”. Y le contesta el abuelo de Nadir, Roque: “Hombre, tú lo que
viste fue un eclipse de luna que yo ya te la explicaré”.
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