Baltasar Haro Collado
Levante Televisión
➤Se me parte el alma al ver como unos vecinos de mi pueblo están sufriendo por
el único pecado de vivir en unos de los pocos rincones que quedan sin colonizar
por parte de las empresas de explotación porcina intensiva. Sus tierras y sus
casas centenarias, de piedra y yeso, donde han vivido, donde han crecido y
donde pretenden morir puede perder el valor material y de bienestar. Están en
manos del político de turno y su decisión de atender o no sus justas y razonables
reivindicaciones. Las leyes, las normas urbanísticas se pueden modificar para
facilitar o endurecer las instalaciones que son perjudiciales para terceras
personas.
Concentración de ayer (Levante Televisión) |
La contundente respuesta de los vecinos del
paraje La Loma de Gacía y el incansable trabajo de su portavoz, Isabel Pérez,
en contra de un proyecto de ganadería intensiva porcina, está dando su fruto y
creando conciencia medioambiental, aunque sea pasito a pasito, al resto de la
sociedad huercalense. Porque indudablemente esta situación de masificación nos
afecta a todos los ciudadanos de esta Villa. Un municipio masificado de cerdos
de engorde y sus purines en el que, indiscutiblemente, hay que poner límites.
En Huércal-Overa ya no hay espacio para ubicar más granjas. Un municipio de 318 km² engorda unos 800.000 cerdos anualmente
En Huércal-Overa ya no hay espacio para
ubicar más granjas. Un municipio de 318 km² engorda unos 800.000 cerdos
anualmente. Cada cerdo genera al año más de 2.000 litros de purines, unos 2 kg
de metano y 1 kg de amoniaco. Las grandes empresas van dejando arrinconadas a
las pequeñas explotaciones familiares y apenas dejan puestos de trabajo. Tal
vez con estas macrogranjas se recaude más IBI y algún otro ingreso, pero, como
he leído por aquí, ¿vale la pena apostar por esta industria que arruinará
nuestro futuro medioambiental?
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