Juan
Torrijos
Periodista
➤ Asustada
y acongojada está la multinacional mejicana del cemento Cemex ante las
citadas amenazas de los políticos andaluces y almerienses. El consejero de Agricultura de una comunidad autónoma española de nombre Andalucía ha amenazado
a la empresa mejicana si cierra la planta que tiene en la localidad almeriense
de Gádor. Estarán vigilantes, dice el representante por Almería de la Junta,
tomarán medidas si al final cierran el complejo, manifiesta el político,
retirarán los derechos mineros, añade, y si hace falta, decimos nosotros, hasta
el “agarejo” le harán a estos empresarios. ¡Qué pena, creo que les damos risa!
El cierre está decidido |
¿A todo esto qué ha dicho la empresa? Que no van a estudiar el cierre, que éste
está decidido, pero que oirán todo lo que tengan que decir las distintas Administraciones afectadas. Les han ofrecido rebajar la electricidad, la
fiscalidad, impuestos medioambientales y todo aquello que sea necesario para
que se mantenga la planta abierta. ¿Tienen algo que decir el resto de los
empresarios almerienses ante las rebajas ofrecidas al grupo mejicano? Digo yo
que si a una empresa le rebajan la electricidad, las demás también tienen ese
derecho, ¿o no?
Tras las ofertas puestas encima de la mesa por las Administraciones españolas y andaluzas y la sensación de que la empresa tiene
decidida su postura, han llegado las amenazas de nuestros políticos. No parece
lo más lógico, natural y políticamente correcto, que en medio de unas
negociaciones como las que se están llevando a cabo (nadie ha dicho hasta el
momento que se haya levantado de la mesa la empresa cementera) aparezcan las
amenazas desde una de las partes afectadas.
Muy mal lo deben estar viendo
nuestros políticos, muy pocas y malas cartas tienen en sus manos en esta
partida cuando tienen que echar mano a los órdagos del truco o a las locas y
tontas amenazas que siempre se vuelven en contra del más débil, y en esta
triste historia los más débiles son los trabajadores de la empresa.
Lo decíamos
hace unos días, tras los silencios políticos y sindicales de años llegaron las
lágrimas de cemento de ayer, tras la reunión de ayer llegan las amenazas
políticas de hoy. Y asustaditos están los mejicanos de Cemex ante las presiones
y amenazas de unos políticos del sur de la península española. Negro panorama
tienen los trabajadores.
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