Trucos y consejos para ahorrar en la factura de la luz

Juan Folío

@opinionalmeria

➤ El mercado eléctrico español muestra una estructura compleja dominada por una serie de grandes compañías que la teórica liberalización del sector no ha conseguido romper. Un mercado que se compone de cuatro grandes áreas de actividad (producción eléctrica, red de transporte, distribución y las comercializadoras), pero que tiene una característica en común: el descontento generalizado de los usuarios.

Una gran cantidad de usuarios poseen una potencia eléctrica contratada que en realidad no se ajusta a su consumo (Pixabay)

El complejo engranaje dominado por las grandes compañías no se ha mostrado especialmente muy eficiente. No en vano, el precio de la electricidad se sigue disparando para las familias españolas sin que el Gobierno pueda hacer nada por mantenerlo. Un precio que ha motivado que muchas de estas familias tengan que hacer auténticos malabarismos con el ahorro en el hogar.

En otros casos, tal y como nos indican desde la nueva comercializadora de electricidad Podo, se ha optado por solicitar el Bono Social de electricidad para este 2018. Una tarifa que pone el Gobierno a disposición de determinados usuarios a través de las comercializadoras de referencia y que puede llegar a reportar un descuento de hasta el 25 % en la factura de la luz.

En la mayoría de hogares españoles han tenido que recurrir a una serie de trucos y consejos para ahorrar en la factura de la luz

Consejos para ahorrar en la factura de la luz. No obstante, en la mayoría de hogares españoles han tenido que recurrir a una serie de trucos y consejos para ahorrar en la factura de la luz. En Internet podemos encontrar infinidad de ellos, aunque unos resultan más eficientes que otros según las circunstancias de los usuarios.

La potencia eléctrica contratada. Una gran cantidad de usuarios poseen una potencia eléctrica contratada que en realidad no se ajusta a su consumo, por lo que están pagando de más cada mes. Esta potencia eléctrica es un coste fijo que se refiere al máximo de electricidad que se puede consumir en el hogar de forma simultánea.

Quiere esto decir que cuanto mayor sea la potencia contratada, mayor será el precio de la luz que tengamos que pagar. La potencia media para un hogar se sitúa en torno a los 4,4 kW, aunque todo dependerá del tamaño de la vivienda y de los electrodomésticos que se utilicen a diario. Si somos capaces de ajustar esta potencia eléctrica a nuestro consumo real, se puede conseguir un ahorro importante en la factura de la luz.

Gracias a las nuevas tecnologías e Internet, tenemos a nuestra disposición una serie de comparadores de precios y tarifas para escoger la que mejor se adapta a nuestras necesidades de consumo

Comparadores de precios y tarifas. Gracias a las nuevas tecnologías e Internet, tenemos a nuestra disposición una serie de comparadores de precios y tarifas para escoger la que mejor se adapta a nuestras necesidades de consumo. Las diferentes compañías nos ofrecen tarifas de varios tipos, por lo que solo debemos tener en cuenta nuestro hábitos para escoger una tarifa más ajustada a nuestras necesidades.

El stand-by. Hay pequeños detalles en nuestro día a día que pueden encarecer el precio de la factura de la luz. Uno de ellos es el efecto conocido como stand-by, que se refiere a aquellos dispositivos eléctricos que están apagados pero que siguen en funcionamiento al dejar el piloto del enchufe encendido.

Si bien a primera vista puede ser un consejo nimio, a largo plazo supone un importante ahorro. Se estima que si eliminamos por completo el stand-by de nuestros aparatos podemos ahorrar hasta un 10% en la factura de la luz anual.

La lavadora y el frigorífico. La lavadora y el frigorífico son dos de los electrodomésticos que más gasto de luz hacen en casa. El uso inteligente de estos aparatos nos puede reportar un ahorro considerable en el precio de la electricidad.

Si lavamos la ropa a una temperatura de 40 grados centígrados en lugar de a 60 podemos llegar a ahorrar hasta un 55% de energía

En el caso de la lavadora, los programas que funcionan con temperaturas bajas consumen menos que con altas. Si lavamos la ropa a una temperatura de 40 grados centígrados en lugar de a 60 podemos llegar a ahorrar hasta un 55% de energía.

Con el frigorífico sucede una situación similar, ya que podemos reducir su gasto energético si ajustamos de forma correcta la temperatura. Lo ideal sería situarlo a unos 5 grados centígrados y el congelador a -18 grados centígrados. Otro detalle a tener en cuenta para el ahorro es evitar la acumulación de hielo.

La calefacción y el aire acondicionado del hogar. La calefacción y el aire acondicionado son otros de los aparatos que generan un mayor gasto eléctrico en la vivienda. La temperatura de casa debe situarse en torno a los 19 - 21 grados centígrados. Cada grado de más en invierno o de menos en verano supone un incremento de hasta un 7% en el consumo.

Las bombillas de bajo consumo. Por último, hay que señalar que el uso de las bombillas de bajo consumo puede ahorrar en el hogar hasta un 80% con respecto a las bombillas normales. Es cierto que la inversión inicial será más alta, pero también hay que decir que no solo se verá compensado en el ahorro en la factura de la luz, sino en la mayor durabilidad de este tipo de bombillas.

En resumen, hay una gran cantidad de trucos y consejos para ahorrar en el precio de la luz que podemos poner en práctica. Es evidente que unos serán más eficientes que otros dependiendo de las circunstancias de cada uno. Pero, al menos, a largo plazo es muy probable que podamos notar el ahorro.