Antonio Felipe Rubio
Periodista
➤ Antecedentes de la hipocresía nacionalpopulista:
1.- En 1993 (gobierno del PSOE) se crea la ley que, con ZP ya en el Gobierno, promulga el reglamento que la desarrolla farragosamente en 1995, cediendo el beneficio íntegro a las autonomías.
2.- Echenique, dirigente de Podemos, dio todo su apoyo a Javier Lambán (PSOE) para subir en Aragón el impuesto de las hipotecas un 50% (diciembre 2015).
3.- Susana Díaz accede a la petición de C´s para reducir el impuesto por la herencia; pero, sibilinamente, sube el de Actos Jurídicos Documentados al 1,5%, como los colegas de Aragón; la Junta sale ganando y los andaluces pagamos ahora más que antes.
4.- El 29 de octubre, PP y C´s se quedan solos en el Congreso pidiendo que se suprima el impuesto de herencias; votan a favor de que sigamos pagando PSOE, IU y Podemos.
5.- El pasado 16 de octubre el Tribunal Supremo (TS) sentencia que ha de ser la banca la que pague este impuesto, hasta ahora recaído sobre el solicitante de la hipoteca. La Bolsa castiga a la banca con diferentes caídas, que se acentúan en las entidades de crédito más involucradas en el mercado hipotecario.
6.- Tras la sentencia del TS se suceden reacciones que avizoran una nueva crisis en el sector financiero al estimarse unas pérdidas milmillonarias si, como se temía en un principio, la medida dimanante del fallo incluía la retroactividad.
7.- El presidente del TS, ante las dudas que ofrecía el texto de la regulación elaborada por el gobierno de Zapatero, decide anular esa sentencia y proceder a una nueva lectura del caso para “afinar” una sentencia definitiva.
8.- El pasado día 6 de noviembre el TS sentencia por una ajustada votación (15 a favor de revocar la jurisprudencia contra 13 que votaron mantenerla) volver a recaer sobre el cliente el pago del impuesto de Actos Jurídicos Documentados.
9.- A pocas horas del fallo del TS, Pablo Iglesias convoca un escrache frente al Tribunal Supremo.
10.- Inmediatamente, Pedro Sánchez convoca una rueda de prensa en la que “revoca” el fallo del Supremo, y asegura que “nunca más los españoles pagarán el impuesto de las hipotecas”…
Tipos impositivos (Gráfico. Abc de Sevilla) |
Podríamos entrar en disquisiciones sobre si el TS está “vendido” a la banca y a los poderosos. Mentira. Los bancos y cajas no se quedan con un céntimo del impuesto de las hipotecas; todo se lo llevan las autonomías. También podríamos pensar que las autonomías realizan un sobreesfuerzo por la gestión. Es decir, acaso la tramitación de este impuesto moviliza mucho personal, ¿gasta gasolina? ¿Hay que pedir piezas a Alemania? Nada de esto. El impuesto que asestan las autonomías no requiere nada más que cobrarlo y engrosar la caja de las administraciones regionales a costa del mayor esfuerzo que hacen la mayoría de los contribuyentes en toda su vida: la compra de una vivienda.
Los distintos gobiernos y el “Gobierno de la Gente” han venido castigando, sin inmutarse, a las diferentes clases sociales -incluida la más desfavorecida- con un impuesto que se incorpora a resultas del mayor y sacrificado esfuerzo que supone para una familia adquirir una vivienda que, si ya no fuese suficiente tras firmar una hipoteca de tres decenas de años con el inquebrantable compromiso de apoquinar mensualmente principal e intereses, también las autonomías se aprovechan con estas exacciones inmorales.
El nacionalpopulismo carga contra el Supremo porque el “árbitro” Carlos Lesmes ha pedido el VAR ante una duda que condiciona un resultado muy comprometido. Pero lo más lisérgico de este episodio no es que el TS, dicen, ha perdido prestigio… y lo dicen los más desprestigiados, incoherentes, mentirosos, oportunistas y populistas que medran y enredan en el Gobierno de España como “legisladores”, emitiendo y regulando leyes que ni el mismísimo Tribunal Supremo es capaz de acertar a interpretar con nitidez a la primera.
La rueda de prensa exprés de Sánchez, incluido énfasis a lo Escarlata O´Hara, no tenía más premura que desactivar el multitudinario escrache de Iglesias al TS, y buscar votos entre los poco avisados de la realidad que esconde y manipula el apresurado populismo.
Ciertamente, el impuesto de las hipotecas no lo van a pagar más los españoles que las soliciten… lo vamos a pagar todos los españoles a pellizcos. La banca no repercutirá estrepitosamente sobre los hipotecados; lo hará con la suavidad que no evidencie cláusulas abusivas o active al regulador de la competencia en los mercados. Una pequeña comisión de apertura por aquí; un aumento de diferencial por allí; una comisión de mantenimiento por acá; reducción de interés fijo por allá… Rebañar unos céntimos no nos alerta, pero para la banca un barco cargado de monedas de céntimos de euro es un capital muy apreciable. Y así, todos y cada uno de los españoles seremos víctimas del populismo de manual: agradamos a un amplio sector, les sacamos los votos… y se fastidia la totalidad del país.
Gracias, Pedro, por tanta generosidad. Has logrado que los que saldamos nuestras cuentas hipotecarias con privaciones en los mejores años de nuestra vida nos acordemos de la mala hora en la que nos has involucrado otra vez en la dinámica de hipotecar a toda España.
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