200 cargos de la Junta en Almería, pendientes de los pactos


Emilio Ruiz
@opinionalmeria

➤ El informativo de mediodía de Antena 3, que es el de mayor audiencia en esa franja horaria, ofreció días pasados un dato que consideraba revelador sobre una de las repercusiones que puede tener el cambio de Gobierno en Andalucía tras las elecciones del 2 de diciembre. La presentadora preguntó a uno de sus colaboradores por los puestos de trabajo que peligrarían. El periodista mostró una enorme pizarra y sobre la misma había escrita una cifra mágica: 24.000. “Es decir”, apostillaba, “lo que equivale en España a la plantilla de empresas como el Banco Santander, Prosegur o Mc Donald's”. Y concluía: “Se trata de trabajadores empleados en sociedades o en fundaciones de la Junta de Andalucía y su contrato depende directamente del Gobierno, hasta ahora del PSOE, y no de un concurso público”.

200 cargos / Ilustración: La Voz de Almería

La cifra de 24.000 resulta mágica porque no solo ha sido adoptada por la cadena de Planeta sino por otros muchos medios. Se ofrece sin ningún tipo de rigor y sale de los presupuestos generales de la Junta de Andalucía. Estos medios, para darle brillantez a la noticia que resulta falsa, han realizado una operación simplista: ver la plantilla total de la administración autonómica, deducir el número de empleados que son funcionarios, y el resto… ¡a la calle! Según esa teoría, entre estos empleados públicos estarían las plantillas completas de empresas públicas, consorcios y fundaciones, así todo el personal laboral de las consejerías. Irían a la calle, por ejemplo, miles de médicos y maestros interinos o contratados, toda la plantilla de Canal Sur, los retenes contra incendios forestales… En definitiva, un disparate.

200 puestos almerienses pueden ser ‘removidos’. Ciertamente, si finalmente fructifica, como parece, un acuerdo entre el Partido Popular, Ciudadanos y Vox para despojar al PSOE del Gobierno de la Junta de Andalucía, serán muchas las personas que se verán afectadas. No en las cantidades que se dicen, pero sí a otras que rondan entre las 2.000 y las 3.000. Nadie puede ofrecer una cifra exacta porque el catálogo de puestos de trabajo de la Junta de Andalucía es muy variado y cada ente público se rige por sus propias normas. De estos puestos, la parte más importante afecta a los servicios centrales de la Junta.
La mayoría de ellos son funcionarios que ocupan un puesto de confianza en base a criterios profesionales y de disponibilidad
Se calcula que el número máximo de empleados afectados en Almería por un cambio de Gobierno rondaría los 200. Lógicamente, es un disparate pensar que todos esos 200 puestos de trabajo van a ser  ‘removidos’, y menos aún que son personas que se van a quedar en paro. La mayoría de ellos son funcionarios que ocupan un puesto de confianza en base a criterios profesionales y de disponibilidad. Pensemos, por ejemplo, en los directores de los centros de salud. Son médicos del propio centro que compatibilizan la consulta con la dirección y que por ello reciben un plus económico.

Los altos cargos, los primeros. Quienes sí serán despojados de su puesto de manera casi inmediato una vez que Susana Díaz abandone la presidencia de la Junta son las 270 personas que en Andalucía tienen la consideración de altos cargos. Los almerienses altos cargos son 21, considerando no solo los de ámbito provincial sino también los que dependen directamente ‘de Sevilla’, o sea, que su responsabilidad política abarca todo el territorio andaluz.


En el primer grupo hay que incluir a todos los delegados provinciales: Raúl Enríquez, de Medio Ambiente; Francisca Fernández, de Educación; José María Martín, delegado del Gobierno; José Manuel Ortiz Bono, de Agricultura;   Francisca Serrano, de Salud; Juan Sola, de Fomento;  Miguel Ángel Tortosa, de Empleo, y Alfredo Valdivia, de Cultura. También tiene la consideración de alto cargo y, por consiguiente, susceptible de ser una de las primeras cesadas la exconcejal socialista Clara Inés Rodríguez Foruria, directora gerente del Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Almería.

Almerienses con responsabilidad regional. Entre los altos cargos almerienses que tienen responsabilidad en el ámbito de toda la comunidad autónoma y que serían firmes candidatos a ser cesados en los siguientes días o semanas a la toma de posesión del nuevo Gobierno figuran el exalcalde de Olula del Río Antonio José Lucas, director general de Innovación Cultural y del Libro; Rafael Peral Sorroche, secretario general de Agricultura; Jerónimo Pérez Parra, presidente del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria; María Victoria Román González (granadina, pero muy vinculada a la Universidad de Almería), directora general de la Agencia de Defensa de la Competencia; Rodrigo Sánchez Haro, consejero de Agricultura, y Francisca Antón Molina, la exdirectora gerente del Complejo Hospitalario Torrecárdenas, que fue ascendida a directora gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS).

La mayoría de los altos cargos almerienses no irían a engrosar las listas de parados del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), pues son funcionarios de la propia Junta de Andalucía o personal fijo de alguno de sus organismos públicos. Es decir, que abandonarían sus cargos de libre designación para incorporarse a sus puestos de trabajos habituales dentro de la Administración Autonómica. Tal es el caso, por ejemplo, de Francisca Antón, que es médico del SAS; Francisca Fernández, orientadora escolar en el IES Albujaira de Huércal-Overa; el ejidense José María Martín, funcionario del Cuerpo de Gestión Administrativa de la Junta de Andalucía; María Dolores Ferre, catedrática de Hebreo de la Universidad de Granada; Manuel Martínez Domene, funcionario de la Junta de Andalucía; José Manuel Ortiz Bono, maestro; Juan Cano Bueso, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Almería; Emelina Fernández Soriano, profesora titular de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga; Jerónimo Pérez Parra, funcionario del Cuerpo Superior de Ingenieros Agrónomos de la Junta; María Victoria Román González, profesora titular de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Almería, y Alfredo Valdivia Ayala, profesor de Instituto.

Otros retornarían a su antigua actividad, como la exconcejal almeriense Pilar Navarro Rodríguez, que antes de ser nombrada era profesora de la Universidad Loyola Andalucía. El turrero Rodrigo Sánchez Haro, consejero de Agricultura con Susana Díaz, es abogado, titular de CE Consulting, una empresa de consultoría y administración de fincas con sede en Mojácar. No obstante, seguirá ligado a la Junta de Andalucía, esta vez como diputado en representación de Almería.

Personal eventual y de asesoramiento. Además de los altos cargos, quienes sí pueden ser cesados en fechas próximas a la toma de posesión de los nuevos consejeros son los cargos públicos de confianza de segundo nivel y el personal eventual y de asesoramiento que hay en cada consejería. El nombramiento y cese de estas personas es discrecional. El Estatuto Básico del Empleado Público establece que este personal, "en virtud de su nombramiento y con carácter no permanente, sólo realiza funciones expresamente calificadas como de confianza o asesoramiento especial". Son asesores de prensa, secretarios particulares, etc.

La presidenta del Puerto y la directora general del PITA

María del Carmen Ortiz Rivas es presidenta de la Autoridad Portuaria de Almería desde agosto de 2017. No se considera alto cargo de la Junta de Andalucía, si bien su nombramiento es realizado por el Consejo de Gobierno. Este puesto es uno de los más apetecibles, por lo que hay que suponer que, en caso de un nuevo Gobierno, las presidencias andaluzas de los puertos serán ocupadas por personal de confianza del nuevo Gobierno.
El director general del PITA siempre se elige a propuesta de la Junta de Andalucía, por lo que se puede deducir que éste es también un puesto apetecible para situar a personas próximas a los nuevos regidores de la Administración autonómica
En cuanto al director general del Parque Científico-Tecnológico de Almería (PITA), cargo que ostenta Trinidad Cabeo, su nombramiento no es realizado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía sino por el Consejo de Administración del propio Parque. El accionariado del PITA es muy diverso, con presencia de entidades públicas y privadas. El director general siempre se elige a propuesta de la Junta de Andalucía, por lo que se puede deducir que éste es también un puesto apetecible para situar a personas próximas a los nuevos regidores de la Administración autonómica.

Tres apetecibles cargos de confianza

No tienen la consideración de altos cargos, pero sí son puestos de confianza apetecibles. Uno de ellos es el de la gerencia provincial de la Agencia IDEA (en la actualidad, Francisco Giménez Felices). Giménez Felices ha sido gerente del IDEA en dos etapas. Anteriormente fue consultor profesional y decano-presidente del Colegio de Economistas de Almería.

Los otros dos puestos de confianza son la gerencia provincial de la Agencia Pública de Vivienda y Rehabilitación (Ana Villuesa, en la actualidad) y la responsable provincial de la Agencia Pública Andaluza de Educación (cargo que desempeña la exalcaldesa de Albox Sonia Cerdán).

Canal Sur, punto y aparte

La cadena autonómica de radio y televisión, Canal Sur,  ha sido sentenciada por uno de los grupos políticos que pueden apoyar al nuevo Gobierno de Andalucía. El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha pedido directamente su desaparición, mientras el secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha manifestado que antes es preferible gastar los 162 millones de su presupuesto en endoscopios para Almería. A ver qué íbamos a hacer con tantos endoscopios en Almería. Juanma Moreno ha reaccionado manifestando que el cierre de Canal Sur no es posible por ser un mandato estatutario. Pero una cosa es hacer desaparecer Canal Sur y otra su adelgazamiento hasta dejarlo en la irrelevancia. Actualmente la plantilla de Canal Sur es de 1.462 trabajadores.
El director de Almería de Canal Sur, Antonio Torres, forma parte de la plantilla de RTVA desde sus inicios
La misma noche electoral circulaba por los móviles un meme con una foto del presentador del programa “Toros para todos”, Enrique Romero, y este texto: “El único que va a dormir esta noche tranquilito en Canal Sur”. La realidad es que los cambios traumáticos en la RTVA no son tan sencillos. La empresa es regida por un Consejo de Administración elegido por el Parlamento con una mayoría de tres quintos. PSOE, PP e IU se pusieron de acuerdo en 2008 para su elección por un mandato de seis años. En 2014 debería haberse renovado, pero la falta de acuerdo lo ha hecho imposible, por lo que no hay consejeros a propuesta de Ciudadanos y de Podemos. Si ahora tampoco hubiera un acuerdo de tres quintos, los nuevos regidores andaluces tendrían que iniciar algún proceso extraordinario para la renovación. Eso lleva un tiempo. El subdirector de RTVA, Joaquín Durán, es director interino desde 2013 precisamente por esa falta de acuerdo. El director de Almería, Antonio Torres, forma parte de la plantilla de Canal Sur desde sus inicios.

Los sueldos de los altos cargos

La Junta de Andalucía es una de las Administraciones autonómicas que tiene a sus cargos públicos con los sueldos más bajos. Prácticamente cobran la mitad que los de Cataluña. La presidenta, por ejemplo, gana menos que el alcalde de Almería. Tiene un sueldo de 66.230 euros, unos pocos euros más que el vicepresidente. Los consejeros ganan en torno a los 65.000 euros, y los directores generales, 55.000. Los delegados provinciales rondan los 47.000 euros. La directora gerente del Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Almería tiene un sueldo de 48.634 euros. Algunos altos cargos tienen un complemento de vivienda.

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