Emilio
Ruiz
@opinionalmeria
➤ La
polarización de los resultados electorales de Andalucía en dos grupos, el de la
izquierda, formado por el PSOE y Adelante Andalucía, y el de la derecha,
integrado en principio por el PP y Ciudadanos, a los que se ha añadido Vox tras
la apertura de las urnas, no es un invento de los medios de comunicación o de
los electores. Son los propios partidos quienes lo han determinado. Recordemos
en campaña, por ejemplo, a Juanma Moreno (PP) y Juan Marín (Cs) reclamándose
para sí la presidencia de la Junta y para el otro la vicepresidencia si la suma
de ambas formaciones superaba en votos al PSOE. O a Susana Díaz (PSOE)
reclamando a estos dos partidos una postura clara en el caso de de conseguir
esa mayoría con los votos del partido de Santiago Abascal. O a Teresa Rodríguez
(AA) poniendo un único cordón sanitario favorable al PSOE: el que evitaría el
acceso de la derecha al Gobierno de la Junta.
Suman 59 diputados sobre 109 |
Los
resultados electorales surgidos en la noche del 2 de diciembre son inequívocos:
la derecha ha obtenido una contundente victoria. Supera a la izquierda en más
de 200.000 votos y en más de cinco puntos porcentuales y los diputados
conseguidos son 59 frente a 50. Es la primera vez que en unas elecciones
autonómicas de Andalucía se produce una situación como ésta. Si hubiera que
interpretar el deseo de los ciudadanos andaluces manifestado en las urnas, esta
interpretación se traduciría a efectos prácticos en una salida de la izquierda
del Gobierno de Andalucía para dar paso por primera vez a un Gobierno de
derechas.
Pero
los intereses partidistas y las luchas entre partidos no siempre facilitan una
interpretación de los datos de forma sencilla. A día de hoy, tres son los
candidatos que se han postulado para ocupar la presidencia de la Junta de
Andalucía: Susana Díaz, que se considera legitimada por las urnas para llevar
la iniciativa negociadora al ser el PSOE el partido más votado; Juanma Moreno,
que se ve como legítimo presidente por ser su formación la triunfadora en el
polo de la derecha, y Juan Marín, que estima que Ciudadanos es el único
merecedor a ese puesto por ser el partido de la derecha que más ha subido en
votos y escaños. A Vox le es indiferente que el presidente sea Marín o Moreno.
Pablo Casado y Juanma Moreno han mostrado su disposición a aceptar con agrado los 12 diputados de Vox
Pablo
Casado y Juanma Moreno han mostrado su disposición a aceptar con agrado los 12
diputados de Vox. El presidente nacional ayer mismo incluso llegó a ofrecer a
esta formación la titularidad de algunas consejerías en el Gobierno que se
forme. El problema con Vox quien lo tiene es Ciudadanos. El partido de Albert
Rivera se encuentra en la encrucijada por dos razones: una, porque no sabe cómo
administrar los votos de Vox, que necesita, y otra, porque considera que en
unas próximas elecciones generales le puede perjudicar su papel de facilitar el
acceso a la presidencia de la Junta de alguien que es militante del “partido de
la Gürtel”, como llaman al PP.
El
grupo liberal europeo, al que pertenece Ciudadanos, ha alertado a Albert Rivera
de la improcedencia de hacer pactos con un partido de ultraderecha. Manuel
Valls, candidato franquicia de Ciudadanos a la alcaldía de Barcelona, se ha
manifestado en el mismo sentido. Valls tiene experiencias sobradas sobre cómo
organizar cordones sanitarios en Francia para evitar el acceso al Gobierno de
Marine Le Pen. En esta enloquecida situación en que se encuentra, Ciudadanos se
ha sacado de la chistera una propuesta original: que el PSOE facilite con su
abstención el acceso de Juan Marín a la presidencia de la Junta. “Queremos un
cambio en Andalucía, pero que venga desde el centro y desde posturas moderadas”,
ha manifestado José Manuel Villegas, secretario general de Ciudadanos. Susana
Díaz ya ha dicho que no, que carece de sentido una renuncia a la presidencia
por parte del partido más votado en favor de quien ha resultado en tercer
lugar.
Mientras
esta intrincada situación se resuelve (y que nadie tenga duda de que se
resolverá), Santiago Abascal, presidente de Vox, sigue desplegando su lista de
exigencias para apoyar a quien quiera ser presidente de la Junta de Andalucía.
La última, el cierre de Canal Sur.
No hay comentarios:
Publicar un comentario