Moisés Palmero Aranda
Educador ambiental y escritor
➤ Estimado Julio Llamazares: Supongo
que escribir una columna con asiduidad no debe ser nada fácil, y probablemente
no puedas dedicarle todo el tiempo que se merece y te gustaría. A veces
elegirás los temas al azar, según las interesadas noticias que veas reflejadas
en los medios de comunicación, y en muchas ocasiones las harás de forma
precipitada, sin contrastar las afirmaciones que haces, más por cumplir tu
compromiso con El País que por ofrecer un buen trabajo. También es cierto que
tu solo haces opinión, no es información, y que dentro de ese término se pueden
decir muchas barbaridades bajo el paraguas de la libertad de expresión, pero
deberías esforzarte un poco más.
El Ejido, en Navidad |
En realidad decirte estas cosas por una
solo columna que he leído tuya es hacer un juicio de valor precipitado y sin
fundamento ninguno, pero eso es más o menos lo que tú has hecho en “El peor de
los tiempos” al hablar de El Ejido. Ver una película, escuchar los noticiarios,
recitar los tópicos como si fuesen mantras y centrarte en algunos sucesos y
datos inconexos, puede ser suficiente para hacer una columna y salir del paso,
pero no para reflejar lo que realmente es la comarca del poniente de Almería.
Vivo aquí desde que nací, hace 42 años, y
fui el primer sorprendido con los resultados electorales del pasado domingo, y
mucho más con los numerosos análisis que se han hecho al respecto. Y pueden que
en parte tengan razón y el tema de la inmigración haya sido clave para votar a
una desconocida formación, que ha crecido, desde mi punto de vista, más por el
descontento general con los demás partidos políticos que por su programa
electoral. No me voy a parar mucho en este tema porque no es el que me preocupa
de tu columna.
Lo que realmente me preocupa es la imagen
de gente inculta, de nuevos ricos, de xenófobos, de explotadores, de insensatos
que abusan de los productos químicos en su cultivos, que se tiene en el resto
de España de mis convecinos y que, de forma tan gratuita, has incluido en tu
columna.
El modelo de negocio está cambiando para los libros, para el pan y para la ropa, y eso no significa que estemos desnutridos y vayamos en cueros por las calles de mi pueblo
Es cierto que la última librería como tal
cerró en el 2015, pero la razón no es porque no se lea, es porque es un modelo
de negocio que tiende a desaparecer, como el resto de pequeños negocios o
tiendas de barrio. El modelo de negocio está cambiando para los libros, para el
pan y para la ropa, y eso no significa que estemos desnutridos y vayamos en
cueros por las calles de mi pueblo.
En tu periódico, el 4 de marzo de 2015,
aparecía una noticia, no opinión, con un titular que decía “Dos librerías se
cierran cada día en España”, así que supongo que ese dato, que como afirmas no
es superfluo, sino general en todo Europa y el reflejo de un cambio de valores,
no deberías utilizarlo para explicar lo que sucede en El Ejido. Como anécdota,
por si te vale, para comprar mis libros tengo dos puntos diferentes a menos de
trescientos metros de mi casa.
Que seamos un pueblo racista, con miedo a lo diferente, a perder el nivel económico adquirido, como dices, es algo que no puedo aceptarte
Aquí convivimos más de cien nacionalidades
diferentes, aproximadamente un 33 % de la población es inmigrante, y conflictos
relacionados con la inmigración alguno hay, es algo que no te voy a discutir,
pero que seamos un pueblo racista, con miedo a lo diferente, a perder el nivel
económico adquirido, como dices, es algo que no puedo aceptarte.
Deberías venir unos días a conocer El
Ejido, el trabajo que se hace en los invernaderos, ver las condiciones de
trabajo en su interior, la misma para los inmigrantes que para los
agricultores, la escasez de químicos que se utilizan, la calidad humana que hay
en nuestros centros educativos entre niños de todas las nacionalidades. Quizás
podrías venir cuando estemos celebrando el Festival internacional de Teatro,
que ya va por la 41 edición, o para conocer las actividades que el tejido
cultural y asociativo del municipio organiza de forma permanente.
Que la falta de librerías explique el crecimiento de la ultraderecha en El Ejido es un razonamiento vulgar y simplista por tu parte, fruto del desconocimiento y de las pocas ganas de querer conocer la realidad
Comparto contigo la conclusión con la que
terminas tu texto sobre que lo que está pasando en Europa hace tiempo tiene
raíces culturales más que políticas o económicas, pero que la falta de
librerías explique el crecimiento de la ultraderecha en El Ejido es un
razonamiento vulgar y simplista por tu parte, fruto del desconocimiento y de
las pocas ganas de querer conocer la realidad.
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