Miguel Ángel Vázquez
Periodista /Consejero de Cultura
➤ Ciudadanos ha cruzado el rubicón de la incoherencia política por
unos cuantos sillones. Para esta formación política los principios son de quita
y pon. Basta ver los muchos vaivenes en su ideario en su escaso tiempo de
existencia. En su ansia de alcanzar el poder se ha aferrado al clavo ardiendo
de la extrema derecha, justo una línea roja infranqueable para todos sus socios
liberales en Europa. En Andalucía se ha consumado una alianza a tres bandas,
Partido Popular, Ciudadanos y los ultras de Vox, que ha permitido a los
naranjas hacerse con la presidencia del Parlamento y a los nostálgicos de otras
épocas de tinieblas tener un representante en la Mesa de la Cámara.
Si Vox no hubiera apoyado, el puesto habría ido a la izquierda |
No hace falta tener un máster
regalado como el de Pablo Casado para ver la vergonzosa
coyunda. Sin embargo, el mandado de Albert Rivera en esta comunidad, Juan Marín, niega que exista tal pacto. Y además se revuelve contra la
pregunta del periodismo con tono airado. Los que iban de moderados han sacado a
relucir modos autoritarios a las primeras de cambio, mimetizándose súbitamente
los usos y costumbres de sus aliados de Vox. Señor Marín, los 59 votos que han
permitido a su partido obtener el sillón principal del Parlamento es la suma de
los 26 representantes del PP, 21 de Cs y 12 de Vox. Si Vox no hubiera apoyado,
el puesto habría ido a la izquierda. La entrada de la extrema derecha en el
órgano que dirige el Parlamento es fruto del reparto de su votos entre PP y Vox
para dejar fuera a Adelante Andalucía (la confluencia de Podemos e IU). Los
números hablan por sí mismos.
No pretenderá Ciudadanos que los demás nos traguemos sus trolas. Es tan burda y ostentosa su maniobra que ha llegado hasta la prensa internacional
Esa ofuscación en intentar
ocultar la realidad, el pacto de la vergüenza, dice muy poco de su altura
política o lo que es peor: nos toma por tontos a los hombres y mujeres de
Andalucía. Entre decencia y poder, Ciudadanos ha optado por lo segundo. Es
bochornoso pero es una decisión con la que tienen que apechugar o sacar pecho
como hace el PP. Fuera complejos. No pretenderá Ciudadanos que los demás nos
traguemos sus trolas. Es tan burda y ostentosa su maniobra que ha llegado hasta
la prensa internacional. Señor Marín, no nos chupamos el dedo. Ni aquí ni en el
resto del planeta.
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