López Morales: "El crimen de Níjar fue un suceso vulgar transformado por el genio de Lorca"


Antonio Torres
Director de Canal Sur en Almería

➤ Del libro ¡Llévame contigo, ahora o nunca!, la historia jamás contada del crimen de Bodas de sangre, recogemos un perfil de José Jesús López Morales que logró entrevistar, en 1964, para Blanco y Negro, a Francisca Cañadas, la novia  y gran protagonista que huyó con su primo Curro Montes. En la pista de López nos puso el exdirector de Abc Francisco Giménez Alemán.

Juan José López Morales (Foto: A. Torres)

En 1964, la revista Blanco y Negro realizó un reportaje bajo el título: “Vive todavía la protagonista de Bodas de sangre”, firmado por dos estudiantes de Periodismo en la Universidad de Navarra. José Jesús López Morales y  el fotógrafo argentino Hernán Seeber mantuvieron una breve conversación con Francisca Cañadas y que, por su valor, reproducimos íntegramente:

Francisca recuerda con imprecisión. Y siempre mirando al suelo, se disculpa. "Comprendan que a los veinte años...!". La mayor de las sobrinas le interrumpe furiosa: "¡El que hay enterrado también tuvo la culpa! ¡En el Cielo arreglaremos las cosas!". Francisca sigue pensando y llora. "Si es que una ha nacido así. Todos hablan de mí. Toda la vida pesa esto sobre mí, y he dado la vuelta al mundo en los ‘papeles`. ¡Pero mi familia es honrada!".

Varias décadas han pasado desde aquellas palabras furtivas de Francisca Cañadas rescatadas del olvido y de la memoria de José Jesús López Morales (Pechina, 1937), hijo y nieto de comerciantes. Sentados a la mesa de la Dulce Alianza, con un café, este hombre tranquilo y recto, comedido en las emociones salvo en la humildad, nos cuenta a los autores cómo se gestó aquel reportaje y sus impresiones de aquella intrahistoria.

“No llegué a entrar en el cortijo porque las sobrinas con las que convivía Francisca me recibieron con hostilidad y recelo, hasta el punto de blandir una ‘faca’ para ahuyentarme, algo que disculpo si nos trasladamos a 1964, en un paraje aislado y solitario en los confines del mundo, rodeados de secarrales y tras décadas de estigmatización ...”.

Eso le ocurrió a grandes periodistas como Paco Giménez Alemán y a Antonio Ramos. La novia del Crimen de Níjar de 1928, Francisca Cañadas, continuó con su silencio hasta el final de sus días, recibiendo presiones de su hermana Carmen para que la perdonara, según la investigación de Ramos, autor de García Lorca en los dramas del pueblo.

Francisca Cañadas Morales afirmó ante el tribunal que juzgó el caso: “Ante Dios, casada; para el mundo, una desgraciada”. Se encerró en vida en el cortijo que su padre le dejó en herencia y se convirtió en leyenda. Los niños de Níjar se acercaban con miedo para verla. En aquella época todo lo malo se explicaba con la frase “el sino de la vida”.

Una vecina, Esperanza Pérez (Níjar, 1940), explica con clarividencia sus recuerdos de la anciana: “En los años sesenta y setenta del pasado siglo la veía y la observaba cómo acudía al mercado de los miércoles con su cestica de la compra, y el afecto que se le tenía. Todo con la naturalidad de una vecina a la que se respetaba, sin que nadie le recriminara nada”.

José Jesús López Morales cursó la segunda promoción de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Navarra. Fue de los primeros almerienses que se atrevieron a cruzar España para formarse como periodista. Recuerda que tras una investigación sobre lo sucedido, sintió una fascinación imparable y solicitó una licencia para ausentarse de las clases con el fin de trasladarse a Níjar. Junto a su amigo y compañero de estudios, el fotógrafo argentino Hernán Seeber, realizaron el reportaje que ahora, a su pesar, lo convierte en testigo y protagonista del libro que Ángel Miguel Roldán Molina y este autor presentamos recientemente en la Casa Lorca de Granada, en Níjar y en el Museo Arqueológico de Almería.

El libro ha hecho historia en el Centro Comercial Torrecárdenas. El pasado sábado fue presentado ahí e inauguró el espacio cultural del centro que coordina Iván Zoido y que tendrá en las próximas semanas más actividad cultural.  Hemos abierto un nuevo punto de encuentro cultural en el gran área comercial de Torrecárdenas. El próximo domingo presentaremos el libro en Las Marinas de Roquetas de Mar, en la calle Trafalgar, 25 con un ambiente deportivo que coordina el gran chef José Manuel Hervás Puertas. El editor Juan Grima anuncia que habrá una segunda edición ante el éxito de ventas y difusión del libro que tiene cita primaveral de presentación en Barcelona, Sevilla y Madrid.

López Morales es amante de la prosa de Azorín, su admirado maestro, del que adoptó el gusto por una redacción limpia, concisa y densa, “decir mucho con pocas palabras”. Abandonó la profesión en el inicio de su carrera para dedicarse a trabajos mejor remunerados, y sobre todo a su mujer y sus tres hijos, de los que se siente orgulloso. A López Morales nunca antes lo habían entrevistado por aquel reportaje que ahora nos parece indispensable en la historia del Crimen de Níjar y la personalidad de la novia. Con un guiño de gratitud por hacerle recordar aquellos años de profesión periodística, se despide para volver a sus aficiones diarias de jubilado activo: la pintura y el Real Madrid, para lo que no ahorra emociones.

En uno de los últimos encuentros, nos trazó una contundente definición de la situación que viven algunos profesionales de la Comunicación: “El periodismo es una alfombra roja muy bonita que nos conduce al paro”. Y lo dice López, familiar del periodista e ilustre historiador José Manuel Cuenca Toribio (Sevilla, 1939) que en la actualidad desarrolla su vida entre Córdoba y Madrid.  José Jesús se adelantó a los bajos salarios y a la tasa insoportable de paro en el sector periodístico cuando decidió que lo suyo no era el periodismo. Involuntariamente forma parte de las grandes entrevistas realizadas desde Almería. Eso se lo recordamos Roldán y este autor. Concluye sobre el crimen: “Un suceso vulgar mágicamente transformado por el cerebro de un genio”, en referencia a Federico García Lorca y al trabajo de Carmen de Burgos con Puñal de claveles.

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