No vamos a renunciar


Sensi Marcos
Concejal IU Roquetas

➤ Han llegado a Roquetas: los aires enrarecidos que se respiran por algunos círculos políticos se materializan en los presupuestos presentados por el Gobierno de Amat en Roquetas de Mar. Aires de renuncia, cómo no, en temas de mujer. Vivimos unos tiempos marcados por la convulsión y los cambios políticos surgidos, en gran medida, por el forzoso tránsito de mucha gente de un Estado del Bienestar a una crisis que, a nivel mundial, parece haber venido para quedarse, y que como siempre se ceba con los más débiles.

Gabriel Amat, alcalde de Roquetas

Aquí nadie quiere desprenderse de privilegios, prebendas  o comodidades, lo que hasta cierto punto, se puede entender. Pero existen momentos como el actual, en los que estamos obligados a detenernos y asumir que vivimos en un mundo global, en el que los avances o retrocesos inciden, en mayor o menor medida, en la vida de toda la población.
Estos nuevos políticos que se empeñan en hacernos retornar al pasado pertenecen a formaciones en las que paradójicamente también trabajan mujeres
Mientras que las mujeres seguimos peleando por espacios que no hemos tenido históricamente y que necesitamos se reconozcan, el discurso de los derechos y la igualdad entre mujeres y hombres encaja mejor en una visión feminista y solidaria del mundo, que en una conservadora. Y es ahora cuando estos aires conservadores parecen extenderse con demasiada frivolidad. Ahora, cuando aparecen por todas partes mensajes esmeradamente sesgados que nos dicen que  somos nosotras, una vez más, las que tenemos que renunciar.

Renunciamos a los estudios para dedicarnos a la familia, renunciamos a un puesto de trabajo ante multitud de situaciones y con ello a una mejor pensión, renunciamos a nuestra libertad para no poner en peligro a hijos e hijas, renunciamos a los puntos de igualdad en las plataformas de negociación de convenios en pos de una pronta firma de los mismos, renunciamos a la imagen pública para no deteriorar la privada y por renunciar, hasta renunciamos a nuestro apellido o a la última porción de comida en la mesa.

Pero ahora, que no queremos seguir renunciando, son ellos los que quieren hacerlo por nosotras y vemos peligrar lo conseguido durante tantos años.  Asistimos con asombro a propuestas que, desde los peldaños alcanzados por nuevos políticos con rancias ideas, pretenden que demos un paso atrás y volvamos a renunciar. Lo tienen muy difícil, las mujeres han renunciado históricamente a derechos que nunca habían tenido, pero no al contrario. Un paso atrás no está en nuestros planes.

Estos nuevos políticos que se empeñan en hacernos retornar al pasado, pertenecen a formaciones en las que paradójicamente también trabajan mujeres. Mujeres que, como muchos hombres, se han decantado por intereses particulares, olvidándose así de esa cultura solidaria que históricamente ha impregnado nuestras decisiones. Formaciones políticas que, como en el caso de Roquetas de Mar, reducen en los presupuestos municipales hasta un 47% las partidas destinadas a políticas de igualdad que inciden directamente en la vida de muchas mujeres como  dependencia o salud mental entre otras, mermando los recursos humanos municipales dedicados a ayudar e informar a las mujeres con problemas. Y todo eso, lo hace el gobierno del PP de Amat en Roquetas de Mar con el apoyo de una concejala ajena a su equipo. Una mujer que decidió utilizar su puesto para renunciar por todas en pos de intereses particulares.

Lazos, minutos de silencio y Pacto de Estado, pero a la hora de la verdad volvemos a ser las grandes olvidadas, las que tienen que renunciar a esa ayuda en momentos de crisis o a planteamientos cooperativos fundamentales para una sociedad más igualitaria y justa. Planteamientos como los propuestos por IU en diferentes mociones al Pleno del Ayuntamiento de Roquetas de Mar para que el futuro de las mujeres deje de estar sujeto a la renuncia.

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