Juan Pablo Yakubiuk
Arquitecto y concejal del Ayuntamiento de Roquetas por
IU
➤ En cuestiones de crianza de nuestros hijos no hay un
manual y hay tantas voces como personas y familias, pero creo no equivocarme en
que el dicho “Más vale corregir a tiempo que lamentarse después” encierra una
gran sabiduría y un saber pensar en el mañana.
“Más vale corregir a tiempo que lamentarse después” (BLes.com) |
Son múltiples las formas que tenemos para expresar
nuestro cariño, y quizás una de las más paradójicas sea esa: la reprimenda. Lo
que a todas luces es algo desagradable tanto para el que lo recibe como para el
que lo emite, es en el fondo uno de los gestos de más cariño y valor que se
puedan dar. Expresa la preocupación actual sobre una persona querida, pero
sobre todo por su futuro, indicándole con firmeza algo que debe cambiar para
tener un porvenir mejor.
Si esto lo tenemos claro para algo tan importante como
es la educación (y ahora me viene a la cabeza un conocido juez de menores que
no deja de impartir charlas sobre ello), ¿por qué algunos se siguen empeñando
en denunciar al que reprende, al que corrige, al que en vez de quedarse
callado, expresa aquello que va mal y que debe mejorarse en otros ámbitos de la
sociedad? ¿Existe alguna muestra mayor de cariño e interés?
Me estoy refiriendo a la labor que realizamos como
servidores públicos en la oposición de nuestras instituciones, pero también de
los muchos vecinos que se organizan en asociaciones, plataformas y sindicatos.
Vecinos que día a día denuncian lo que va mal en nuestros pueblos: servicios
que no se prestan aún pagando recibos astronómicos; derechos que son
cercenados, valores naturales que son arrasados, y muchos ejemplos más.
Esas críticas también son una de las más altas formas
de demostrar el cariño por nuestra tierra, por nuestro pueblo. Nos duele ver
como se pierde día a día calidad de vida, como cuestiones básicas son
desatendidas, como se calla ante injusticias cada vez más grandes. Ante eso,
reprender al que gobierna, para que corrija lo que se está haciendo mal es el
mayor bien que se puede hacer por mejorar lo que es de todos, nuestra ciudad.
Es por esto que ante voces que solo saben pedir “matar
al mensajero”, que parecen estar a gusto con el estado de las cosas, con
comentarios que siempre ponen paños calientes antes de deslizar alguna
desavenencia, debemos reflexionar si no están haciendo un flaco favor para el
futuro de nuestra sociedad. Ante el estado de mi municipio, que es Roquetas de
Mar, con carencias históricas, y otras nuevas, cada vez más grandes y desde mi
humilde puesto de concejal de la oposición, siempre he entendido que callar no
era la mejor opción para hacer avanzar a nuestro pueblo. Porque reprender es
querer.
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