Emilio Ruiz
@opinionalmeria
➤ Maribel Sánchez Torregrosa toma mañana posesión formal de la
delegación del Gobierno de la Junta en Almería en presencia de la consejera de
Agricultura, Carmen Crespo. La burocrática fue el jueves, en Sevilla, ante el
presidente de la Junta. Es difícil encontrar alguna persona que rompa la
unanimidad sobre el acierto de quienes han confiado en la velezana para
desempeñar ese cargo. Yo soy una de ellas: pero es porque me hubiera gustado
verla desempeñando responsabilidades en latitudes más altas. Y estoy convencido
de que ese salto se producirá a corto plazo. Maribel Sánchez no lleva muchos
años en política. Su experiencia como administradora de los bienes públicos se
limita prácticamente a su papel como concejal de Huércal-Overa. Porque su paso
por el Senado poco ha añadido a su currículum, como nada añade al currículum de
nadie ser miembro de la Cámara Baja. El Senado es una cámara inservible que
tiene como única función proporcionar un acomodo económico a quienes están en
el camino de retirada de la política. Un
cementerio de elefantes, dicho sea con respeto.
Maribel Sánchez, entre Juanma Moreno y Pablo Casado (Foto. PP Almería) |
Tuvo buena vista Domingo Fernández, alcalde de Huércal-Overa,
cuando echó el ojo a Maribel Sánchez. No solo porque es una persona agradable,
activa, cercana, que se hace querer, sino por la impronta con la que impregnó a
su concejalía, la de Hacienda y Comercio, una concejalía aparentemente de
segundo nivel. Ella la elevó desde el primer momento al primer plano. En Hacienda
experimentó un hecho inaudito –por lo menos, desconozco que lo haya hecho
alguien-, como fue contactar con todos y cada uno de los acreedores del
Ayuntamiento para informarles del estado de sus deudas y el programa que había
establecido para saldarlas. Recordemos que estamos hablando de los peores años
de la crisis, cuando aún no estaba en marcha el ‘Plan Montoro’ para liquidar
las deudas municipales. En Comercio, puso en marcha unos programas de
incentivación del comercio local, cuyos resultados evaluaba con visitas
permanentes a los establecimientos del municipio.
Almería no tiene que estar más cerca de Sevilla, que Almería está bien donde está. Y Sevilla, también
Como digo, el futuro político de Maribel Sánchez aún está por
desplegar. Su paso, como preámbulo de rodaje, por la delegación del Gobierno era
innecesario. Pero no le va a venir mal. Uno de los grandes inconvenientes que
tiene la Junta de Andalucía es que es una Administración fuertemente
centralizada. Exageradamente centralizada. El papel de los delegados
provinciales se limita prácticamente a labores burocráticas y al proselitismo
político. Sus atribuciones son escasas. Pero como relaciones públicas y, sobre
todo, para ver de cerca las intrigas palaciegas en las que se mueve la política
es un buen puesto.
Como esta columna de hoy va de elogios hacia la nueva delegada, quedaría
extraño al fin de la propia columna no exponer alguna objeción hacia la
elegida. Ha declarado a ‘Hora 14’, de la cadena Ser, que su propósito es el
mismo del presidente, Juanma Moreno: que “Almería esté más cerca de Sevilla y
esa va a ser mi labor, mi compromiso absoluto”. Ya sabe uno que esta expresión
se suele emplear en sentido figurado, pero es inevitable que dé pie a la
réplica de que Almería no tiene que estar más cerca de Sevilla, que Almería
está bien donde está. Y Sevilla, también.
La provincia de Almería supone el 9 % del Producto Interior Bruto de Andalucía y el 8,40 % de la población
De todas formas, si se quiere que Almería y Sevilla, y Cádiz y
Huelva, y Córdoba y Jaén, y Granada y Málaga, no anden lejos entre sí, lo mejor
que puede hacer el nuevo Gobierno de la Junta es tratar a todas las provincias
con equidad a la hora de nombrar a los responsables políticos. Supongo que, en
los próximos días, la situación se enmendará, pero, por ahora, no encuentro las
razones por las que paisanos nuestros tienen tan poca presencia en los segundos
y terceros niveles de la Administración andaluza. La semana pasada se designaron
a los 11 viceconsejeros. Ninguno es de Almería. Tres días después se designaron
a los nueve senadores autonómicos, y ninguno es almeriense, pues ni siquiera se
le ha renovado el puesto a Rosario Soto. Esta misma semana se han
designado 23 directores generales y
secretarios generales. Solo uno, Diego Vargas, está vinculado con Almería y es
de escaso perfil político.
La provincia de Almería supone el 9 % del Producto Interior Bruto
de Andalucía y el 8,40 % de la población. Por probabilidad y estadística, pero
sobre todo por equidad, lo normal es que fueran alrededor de 20 los altos
cargos almerienses de la Administración andaluza. Por el camino que vamos esa
cifra nos va a quedar muy lejos. Dice Maribel Sánchez que es muy fuerte el
compromiso de Moreno Bonilla con Almería. Pues que empiece a mostrar ese cariño
con los nombramientos que manda a publicar en el BOJA.
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