Juan Torrijos
Periodista
➤ La alcaldesa socialista de los Gallardos, María
González, manifiesta que siente “pena, penita, pena” por Francisco Miguel
Reyes, concejal de su grupo en el Ayuntamiento y al que arrebató en su día
todas las responsabilidades políticas en el Ayuntamiento al conocer que Miguel la estaba engañando con el partido de Rivera, con el que parece que va a
presentarse en las municipales de mayo. Como responsable del Ayuntamiento estaba en su santo derecho de quitar y dar
cargos a sus colaboradores. Por lo que María estaba cumpliendo
con su deber.
Francisco Miguel Reyes, primero por la izquierda, en la pasada campaña electoral con María González, tercera por la izquierda (Foto: Ideal Levante) |
Lo que parece chocante, en estos días en que se habla
de igualdad entre los géneros, es que la señora González use una expresión poco
adecuada cuando dice sentir “pena” por él. ¿Se imaginan ustedes que a Francisco Miguel se le hubiera ocurrido decir que siente “pena” por María,
que le ha quitado los cargos por sentirse engañado y que aun así siente “pena” por
ella? ¿Le estaríamos diciendo machista a Francisco? Evidentemente. ¡Y
machista redomao, oiga! La
expresión no deja de ser peyorativa para la persona a la que se le dirige y
dedica. ¡Siento pena por él, pobrecito! El pobrecito es mío, pero
sin estar en la oración pronunciada por la alcaldesa entra de pleno en
la idea e imagen que se quiere dejar sobre la persona de la que se habla.
Doña María González, con su expresión de “pena”, quiere minusvalorar la personalidad de una persona, en este caso la del señor Reyes, que se puede enfrentar a ella en las elecciones municipales
María González, con su expresión de “pena”,
quiere minusvalorar la personalidad de una persona, en este caso la de Reyes, que se puede enfrentar a ella en las elecciones municipales, tras haber
sido su compañero de partido (y sin problemas aparentes que se conozcan) a lo
largo de tres años. Si hubiera ocurrido al revés, si el “pena, penita, pena” estuviera
dedicado a María por parte de Francisco le estaríamos pidiendo que
pidiera disculpas, aparte de que le estaríamos llamando machista redomado y
tener que soportar alguna manifestación en las inmediaciones de su domicilio o
puesto de trabajo. Pero ha sido al revés.
No sé lo que hará González, ni se me
ocurre darle mi opinión, si lo hiciera estoy convencido de que me sacarían en
manifestación por las calles y pueblos de nuestra provincia. Haga lo que quiera María, pero
era mi obligación dejar el mensaje de igualdad.
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