Miguel Ángel Vázquez
Periodista y senador socialista
➤ El aforamiento es una figura que permite a determinadas personas
por el cargo o la función que desempeñan gozar de un fuero distinto y no son
juzgadas por instancias ordinarias. Esta situación especial afecta a unas
250.000 personas, la mayoría, unas 232.000, forman parte de las fuerzas de
seguridad del Estado. El resto son jueces y fiscales (unos 10.000), integrantes
de instituciones del Estado, cargos públicos y la familia real. Eso no
significa que no tengan que pasar por el Supremo o tribunales superiores de
Justicia de cada autonomía a rendir cuentas. Sin embargo, en los últimos
tiempos este fuero particular se ha calificado como privilegio de quienes los
disfrutan y se ha hecho mucha demagogia con su eliminación. Pues si hay que
quitarlos, hágase para todos sin excepción, a escala nacional y no usar este
debate cínicamente para desacreditar a la política y los políticos. Quien no
tiene nada que temer ni que ocultar le da igual el tribunal que lo juzgue.
Hago esta reflexión previa porque
el nuevo Gobierno de Andalucía, el trifachito de las derechas y la extrema
derecha, ha anunciado el inicio del trámite para eliminar esta situación
jurídica sólo para los cargos políticos en Andalucía. Es una medida que Ciudadanos
insiste en sacar adelante en esta comunidad pero no impulsa en España ni en
aquellas autonomías donde gobierna con o apoya al Partido Popular. En la
Comunidad de Madrid, por ejemplo, lo incluyeron en el pacto de investidura con
el PP y se les agota la legislatura, queda menos de un mes para la disolución
del Parlamento autonómico, y no se han rasgado las vestiduras por el supuesto
incumplimiento. Como sí hicieron en Andalucía rompiendo la colaboración con el
PSOE, negándose siquiera a negociar los presupuestos de 2019 y provocando la
convocatoria anticipada de elecciones.
El anuncio del Ejecutivo andaluz de PP, Cs y Vox se quedará aquí también en fuegos de artificio, un movimiento de cara a la galería sin visos de prosperar
El anuncio del Ejecutivo andaluz
de PP, Cs y Vox se quedará aquí también en fuegos de artificio, un movimiento
de cara a la galería sin visos de prosperar. Y es que hasta el propio
presidente, Juan Manuel Moreno
Bonilla, lo ve complicado. Su puesta en marcha necesita en Andalucía la
reforma del Estatuto de Autonomía, con una mayoría cualificada de dos tercios
del Parlamento, la remisión a las Cortes para su validación y su aprobación
posterior por referéndum. Un camino largo y que exige un amplio consenso. Lo
que pretenden es comenzar la casa por el tejado. Una medida de estas
características requiere un gran acuerdo nacional y una aplicación en todo el
territorio, no parches autonómicos que romperían la igualdad que hipotécticamente
quieren conseguir con esta iniciativa.
¿Llevará el Partido Popular la eliminación de los aforamientos, todos los aforamientos, en su programa para las próximas elecciones?
¿Llevará el Partido Popular la
eliminación de los aforamientos, todos los aforamientos, en su programa para
las próximas elecciones? ¿Exigirá Ciudadanos su aplicación en todo el territorio
nacional y no sólo en aquellas comunidades donde le interese un titular en los
medios de comunicación, muy al estilo del “perturbador” Rivera? Menos demagogia y más rigor
para afrontar este asunto de manera global. Insisto, si hay que eliminar esta
figura, hágase en toda España y para todos. Solo así sería justo y oportuno.
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