Francisco Giménez-Alemán
Exdirector de Abc
La Cadena Ser tiene el acierto desde hace diez años de emitir el
programa Ser Andaluces, cuyas conversaciones recoge luego en una cuidada
edición, formado por parejas de muy distinta procedencia que a lo largo del
espacio hablan a su aire de lo que les peta sin otra limitación que la del
sentido común y el buen gusto. Es una original idea radiofónica por la que su
creador, Fernando Pérez Monguió, fue justamente distinguido con el Premio
Andalucía de Periodismo.
Al final de cada temporada la Ser organiza un acto
para presentar el libro al que asisten los protagonistas y que tiene por
escenario nada menos que el Salón del Almirante del Real Alcázar sevillano.
Hace pocas fechas tuvo lugar el correspondiente a este año que estuvo presidido
por el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, y la presidenta del
Parlamento, la almeriense Marta Bosquet.
Me cupo el honor en esta edición del
programa de intervenir por colleras con el alcalde de Almería, Ramón
Fernández-Pacheco Monterreal, junto a otros dieciocho ilustres representantes
andaluces de las artes, las letras, la justicia, la ciencia y la política, a
los que el moderador nos fue dando la palabra para resumir nuestra idea de
Andalucía y de nuestro lugar de procedencia.
El alcalde Fernández-Pacheco, circunspecto y brillante, tuvo una intervención que me atrevo a decir que causó sensación entre el respetable por la certera originalidad de su planteamiento
Llegado su turno, el alcalde Fernández-Pacheco,
circunspecto y brillante, tuvo una intervención que me atrevo a decir que causó
sensación entre el respetable por la certera originalidad de su planteamiento
tan sencillo como sigue: Almería, preterida durante siglos, cenicienta de
España y nunca señalada por el dedo de la Fortuna, ha renacido con brío y su
economía, tecnología e innovación, especialmente en el campo de la agricultura,
son hoy espejo en que se puede mirar la entera Comunidad andaluza, tanto por el
vigor de sus productos como por el coraje de las gentes que han hecho posible
este milagro.
El alcalde dijo que éste era el “modelo Almería” que bien pudiera
ser extrapolado al conjunto de Andalucía beneficiándonos así todos de una
manera de trabajar y de crear riqueza que en esta provincia sureña es hoy santo
y seña del despegue de nuestro producto interior bruto. Breve, sucinta,
ajustada lección magistral que dejó encandilados a los asistentes (varios
centenares de invitados), mientras la mesa presidencial no quitaba ojo ni oído
a lo que este joven político criado en la Puerta de Purchena estaba exponiendo
con tanta claridad como sencillez.
En cerca de cuarenta años de gobiernos socialistas esta región no ha abandonado el subdesarrollo en muchos aspectos y continúa siendo el furgón de cola en economía productiva, en empleo, en innovación y en tecnología
Se me vino en ese instante a la cabeza el
“modo avión” de nuestros móviles, y pensé que lo que estaba queriendo decir
Fernández-Pacheco era precisamente que a Andalucía había que ponerla en “modo
Almería”. En cerca de cuarenta años de gobiernos socialistas esta región no ha
abandonado el subdesarrollo en muchos aspectos y continúa siendo el furgón de
cola en economía productiva, en empleo, en innovación y en tecnología, por
mucho –y es cierto- que la Andalucía de hoy no se parece ni de lejos a la que
nos dejó la dictadura.
Pero ante el fracaso de las últimas décadas, ante la
falta de iniciativa por parte del poder político y ante el adormecimiento de
una sociedad a la espera de los subsidios e instalada en un conformismo
endémico, ninguna otra opción mejor que ponernos todos en modo Almería,
poniendo asimismo nuestros relojes en la hora de la innovación que marcan los
tiempos.
Creí advertir en la mirada de Juanma Moreno una cierta complicidad con
las palabras del alcalde Pacheco, como si estuviera tomando nota de una
reflexión de cuyo consecuente éxito almeriense nadie duda ya en el conjunto de
España.
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