Periodista
En
el PP no te engañan con tontas votaciones. Los candidatos los pone la dirección
y a los ajos y al vaso de agua. En el PSOE primero votan las agrupaciones
locales, en la ejecutiva provincial otra votación con la lista que quiere el
jefe y en la dirección nacional cortes de cabezas, de mangas y a los ajos y al
vaso de agua. Si quieres lo tomas y si no…
Antonio Martínez ha sido el más votado por los afiliados para el Senado, pero ha sido vetado por la dirección federal del PSOE (Foto. Loa) |
No soy militante del
PSOE. Si lo fuera, si hubiera ido a votar a los compañeros de mi agrupación,
viendo lo que ha hecho después el gran jefe de Madrid, sentiría que me han
tratado como a un borrego. No sé cómo se sienten los militantes almerienses del
PSOE. Con alguno que he hablado se ha sentido toreado, humillado, banderilleado
y muerto a estoque.
Cuando en un partido impera la democracia
de boquilla ¿qué futuro le puede esperar al militante de a pie? Nos quejamos
del dedazo del PP, pero no hay gran diferencia con el de Sánchez en el PSOE.
Diría más, en el PP ya sabes a lo que te expones cuando juegas con ellos. Con el
PSOE te hablan de democracia, se les llena la boca de democracia y, al final,
contra la tapia del cementerio el domingo a la caída de la tarde.
Y
se sabía. Y lo dijimos por este rincón. Si el ministro paraca se decide por
Almería, Fernando Martínez irá como número uno al Senado. Y así lo ha decidido
Ferraz en el último momento. Y dijimos más, Consuelo Rumín o quiere jugar a ir en
la lista y quedó claro en una comida en Madrid. Si gana el PSOE, le gustaría
volver a lo que está haciendo ahora, trabajar con la inmigración. Si Consuelo
hubiera querido jugar sus cartas, no tengan duda, Sonia Ferrer no iría en el
puesto 2 al Congreso, detrás del ministro.
Es consciente la señora Ferrer de
que no es el susanismo almeriense o andaluz quien
salva su carrera política, sino el deseo de Consuelo de no apostar por las
listas y no tener el sanchismo almeriense una candidata clara para ese puesto.
Entre eso y la cremallera, Sonia salva la cabeza. Fue uno de los candidatos que
más votos obtuvo en la provincia, el ex de Benahadux, Juan Jiménez, y ahí lo
tienen, desaparecido. ¿De qué le ha servido saber que cuenta con el apoyo de la
militancia, si al final el dedo de un jefe lo hace desparecer de la lista? Un
jefe que dijo que lo más importante es lo que dice la militancia. Con jefes así,
¿tiene futuro la democracia en los partidos?
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