Miguel Cabrera
Periodista
➤Los pacientes del Área de Gestión Sanitaria Norte (Huércal-Overa) se han visto obligados
hasta ahora a viajar hasta Almería para recibir tratamientos tan simples como una infiltración, que
se realizan a través de un pinchazo. Es decir, que tienen que recorrer hasta
más de 200 kilómetros, según su residencia, para una atención que no requiere
ningún equipo técnico especializado. Esta situación ha salido a la luz como consecuencia de la carta dirigida por un
paciente, Álvaro Ramos, al nuevo delegado provincial de Salud, Juan de la Cruz
Belmonte, en la que expone su caso.
Álvaro Ramos (Foto: La Voz) |
Tras conocerlo, el delegado ha reconocido que hechos como estos no deben seguir produciéndose, y ha dado instrucciones para que el tratamiento en cuestión sea implantado a la mayor brevedad posible en el Hospital de Huércal-Overa. Además, ha informado de que dicho tratamiento fue retirado en La Inmaculada por parte de la anterior gerencia -durante el Gobierno del Partido Socialista- “porque se consideró que no era rentable, que no se atenía a los parámetros de coste-efectividad”.
Belmonte reconoce que esta decisión resulta inadmisible y señala que se está recabando un informe para
determinar quienes fueron los responsables de no incluir este tratamiento en la
cartera de servicios en el hospital huercalense.
Los médicos del Hospital de La Inmaculada, le dijeron que le vendría bien una infiltración de ácido hialurónico articular, aunque le advirtieron de que en este centro no disponían de dicho tratamiento
En su escrito, Álvaro Ramos, quien vive
en Garrucha, explica que se operó en junio de 2017 del menisco, y que tras la
intervención tuvo problemas, porque con la rehabilitación establecida
empeoraba. Pasado el tiempo, y puesto que seguía con molestias en la rodilla,
los médicos del Hospital de La Inmaculada, le dijeron que le vendría bien una
infiltración de ácido hialurónico articular, aunque le advirtieron de que en este centro no
disponían de dicho tratamiento, por lo que le recomendaron que
solicitara la derivación hasta Almería, a través de Atención Primaria.
Ante estas adversidades, Ramos acudió a una clínica privada para infiltrarse, en septiembre de 2018, que le costó 230 euros y que le fue bien, por lo que, para evitar más gastos, decidió acudir a su médico de cabecera para pedir la derivación a Torrecárdenas. El 24 de enero pasado, desde su centro de salud de Garrucha le derivaron a Almería, pero todavía sigue sin noticias. “A día de hoy no me han dado cita, con lo que ya se han sobrepasado los 60 días que marca la ley”, expone al delegado. No obstante, Juan de la Cruz Belmonte afirma que, tras consultar su caso, el paciente será llamado para ser infiltrado en Almería en pocos días.
Según el delegado de Salud, el paciente no fue llamado antes porque el servicio del Hospital Universitario Torrecárdenas donde debía ser tratado se encontraba totalmente colapsado en las fechas en que llegó la solicitud de derivación, muy poco tiempo después de que el Partido Popular llegara a la presidencia del Gobierno andaluz.
Ramos, que es miembro de ‘Garrucha por la gente’, se lamenta en su carta al delegado de que sigan existiendo “ciudadanos de primera y de segunda en la misma sanidad pública, dependiendo del lugar en el que vivan”, como demuestra lo que él mismo ha vivido en sus carnes.
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